Jugamos a DIRT 5: no se necesita una simulación realista para ir en la buena dirección

Jugamos a DIRT 5: no se necesita una simulación realista para ir en la buena dirección

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Es la vuelta final. Me encuentro al volante de un enorme y rugiente Laffite G-Tec X-Road a casi 110 kilómetros por hora y apenas veo un pimiento. Tras dos vueltas, ha anochecido y está nevando en Henningsvær, el pueblecito costero de Noruega que recorro a toda velocidad.

Me adapto como puedo a un suelo de barro cubierto por una capa de nieve. Nada que ver con el espectacular atardecer anaranjado de hace dos vueltas. DIRT 5 me está poniendo a prueba y quiero conservar el liderato.

Hay indicadores en cada curva, luces repartidas entre tramo y tramo y focos colocados cada cierta distancia, sí. Pero casi todo lo que veo es nieve.  Finas líneas que rodean mi coche, un casi cegador suelo cubierto por un cada vez más extendido manto blanco y, por decirlo de algún modo, aquello que va apareciendo justo delante de mis narices.

Aprovecho una brevísima recta, de esas que no abundan en esta parte del circuito, para mirar hacia atrás. Tengo dos Volkswagen Touareg pisándome los talones. La única penalización que hay al colisionar, al menos en la versión en desarrollo de DIRT 5 a la que he tenido acceso, es que los vehículos se exponen a atajar muy mal una curva. Lo suficiente como para sacarme de la pista.

Precisamente por eso no puedo soltar demasiado el acelerador. Toca luchar también contra la naturaleza.

De pronto, un brutal relámpago ilumina el camino. Si bien el radar es de enorme ayuda, ahora tengo mucho más claro cómo voy a tomar la siguiente curva. Y pese a que parece que estoy envuelto en el caos, lo cierto es que se trata de una sensación estupenda: lo nuevo de Codemasters no va en la misma dirección que la exigente simulación de la serie DIRT Rally, sino que recupera la esencia de los clásicos de la conducción todoterreno. Y eso me encanta.

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Tras el relámpago, llegó el trueno. Y después un segundo relámpago que revela a cierta distancia, entre luces de intensos colores, la codiciada  meta. Soy consciente de que esta partida la gano. No he acabado la carrera y ya quiero volver a jugar en Henningsvær. Entre otras cosas, porque quiero ver si tengo un poco más de suerte y en la siguiente partida me toca correr con la Aurora Boreal en el cielo. Porque no me canso de verla.

Lo mejor de los clásicos y una la ambientación de aúpa

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Divide y vencerás. Tras sentar cátedra a la hora de trasladar la experiencia de rally a PC y consolas, Codemasters pone sobre la mesa un potentísimo DIRT 5 que divide la saga en dos, de modo que a DIRT Rally 2.0 todavía le queda cuerda y estupendos motivos para satisfacer a quienes osen enfrentarse a los caminos más duros del mundo, mientras que la próxima entrega numerada de DIRT nos permitirá abordar las localizaciones y el espíritu competitivo inherente a las siglas sin la exigencia de un estricto simulador de conducción .

Entonces, ¿a quién va dirigido  DIRT 5? En esencia, a todos los que celebran las competiciones de motor y las carreras todoterreno. Ofreciendo una alternativa  a quienes no terminan de encontrarse cómodos con los sistemas de manejo y desgaste de automóvil completamente realistas o quedan razonablemente frustrados al tomar mal demasiadas curvas.

Lo cual no quita que los fans de DIRT Rally 2.0 también disfruten al máximo de la nueva entrega numerada.

Codemasters ahora cuenta con dos equipos que trabajan a pleno rendimiento para la serie DIRT, lo cual dice mucho de lo que se espera de éstas siglas. Sin embargo, al probar ambos uno se da cuenta de que los enfoques de cada título no resultan opuestos, sino complementarios.

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Y si en DIRT Rally tienes que dominar tu coche y volcarte al máximo para tomar una curva con maestría y realismo, en DIRT 5 te encuentras una experiencia más permisiva e igual de intensa, pero no tan exigente. Lo suficiente como para incentivar a que experimentes más y seas más atrevido ante otro tipo de adversidades.

De hecho, si acabas despeñándote por un barranco -lo cual es relativamente excepcional- acabarás regresando al circuito. Siendo testigo, lógicamente, cómo el resto de corredores te van adelantando sin concesiones mientras recuperas velocidad. Las colisiones, los roces y las abolladuras son la tónica general, sí. Tanto como que el barro acabe entrando en la cabina y manchando tus guantes. Pero no tendrás que preocuparte por que tu coche acabe echando humo o verte descalificado tras un giro mal dado.

 DIRT 5 aborda el espíritu competitivo inherente a la saga sin la exigencia de un estricto simulador de conducción 

Que no se me malinterprete: eso no quiere decir que DIRT 5 sea un paseo de rosas comparado con DIRT Rally, ya que deberás preocuparte de otros matices, desde el resto de corredores a un clima dinámico que saca partido del paso del tiempo realista a múltiples niveles: desde la iluminación a la intensidad de la lluvia, la nieve o unas intensas nubes de polvo en los terrenos más secos.

Lo cual no resta un ápice de mérito a uno de sus máximos reclamos: sus escenarios con clima dinámico son una delicia. Además de la jugabilidad y el soberbio acabado de los vehículos y escenarios, DIRT 5 es un juego capaz de fascinarte a través de su ambientación y sus entornos.

Pistas con un extra de carácter, tremendamente contrastadas entre sí en las que el espectáculo de la propia carrera rivaliza con la  belleza de sus puestas de sol, la solemnidad de una competición nocturna en el Monument Valley, el caos de enfrentarse a la lluvia y otros 11 vehículos en un ambiente tropical o la cautivadora vista de la Aurora Boreal en un pueblecito costero de Noruega.

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En este aspecto, la versión de DIRT 5 a la que tuvimos acceso cuenta  con cuatro ubicaciones globales diferentes que nos permitieron probar la ambiciosa puesta en escena de su clima dinámico: el contraste entre un día soleado y una noche tormentosa es tan ambicioso a la vista como palpable a los mandos. A lo que hay que sumar cómo la meteorología afecta a unos terrenos irregulares, alguna que otra rampa mortal y unas vistas de cine.

Por desgracia, en esta versión el modo foto estaba deshabilitado: DIRT 5 se presta de maravilla a dejar las verdaderas fotazos, tan intensas como singulares. Momentos intensos, estampas cautivadoras y escenas terriblemente disparatadas.

Y, sin embargo, la ambientación y los escenarios son solo una de los cuatro pilares de DIRT 5. Por parte de la jugabilidad, pese a que hay ajustes que para acomodar las sensaciones al volante de DIRT 5 a nuestras exigencias (por ejemplo, los cambios de marcha manuales, el manejo de la estabilidad o la ayuda al frenado) lo cierto es que el conjunto se disfruta y aprovecha mucho más con la configuración por defecto.

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Una manera de incentivar a que actuemos según las circunstancias y no dependamos tanto tirando de nuestros reflejos musculares a la hora de enfrentarnos a una trazada. Eso sí, ayuda mucho que no tengamos que preocuparnos tanto por el estado de nuestro automóvil: podremos salir victoriosos con el capó destrozado y sin todas las puertas.

En este aspecto, otro aspecto completamente esencial de DIRT 5 es su amplísimo abanico de automóviles, de modo que podremos abordar cada circuito con diferentes clases de vehículo (Cross Raid, Rally GT, coches de rally de los 90 y modernos, Sprint...) de modo que cada circuito gana todavía más matices y, a la vez, fortaleciendo esas enormes sensaciones de diversidad y variedad del conjunto.

DIRT 5 y su apuesta por el modo Carrera con historia

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Si bien los menús de la versión jugable de DIRT 5 nos adelantan la llegada de experiencias online y un modo Arcade que terminará de tender lazos con los clásicos de las recreativas, lo cierto es que el verdadero gran evento de la experiencia como conjunto será el modo Carrera. Una apuesta con trama argumental en la que aspiraremos a ser la próxima gran estrella de las carreras de rally.

Codemasters ha contado con el talento y la voz de Troy Baker y Nolan North como nuestro mentor y rival respectivamente para dar vida a un modo Carrera en el que nuestros resultados se traducirán en popularidad, patrocinadores y la posibilidad de batirnos en eventos más jugosos en cuestión de premios.

El verdadero "gran evento" de la experiencia DIRT 5 es el modo Carrera

Una excusa para adentrarse y redescubrir con nueva luz las más de 70 rutas únicas en 10 ubicaciones globales que DIRT 5 pone frente a nosotros. Promoviendo la cultura de las  carreras todoterreno y asentando su aspecto más divertido y fascinante con vistas a cualquier apasionado por el motor y los videojuegos.

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A fin de cuentas, no se necesita una simulación realista para ir en la buena dirección. Sobre todo cuando la jugabilidad está especialmente bien lograda y se disfruta plenamente a través de un mando tradicional: a diferencia de otros ambiciosos juegos de conducción, no necesitarás comprarte un volante para exprimir todo lo que ofrece DIRT 5.

Lo cual le viene de perlas a su multijugador local: lo próximo de Codemasters se podrá jugar a cuatro jugadores a pantalla partida. ¡Como los clásicos de la conducción!

En la diversidad está la diversión

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Pese a que su jugabilidad no resulta tan estricta como en DIRT Rally, Codemasters sigue reflejando su obsesión por el detalle en DIRT 5 a través de sus escenarios o el modo en el que las diferentes clases de coches interactúan en ellos. A fin de cuentas, su gran objetivo con esta en trasladar su muy palpable pasión por el automovilismo a un público que, en esencia, quiere conducir, emocionarse al volante y pasar un buen rato. Y eso no es fácil.

Por suerte, la veteranía de Codemasters se traduce en ideas muy bien ensambladas, unas estupendas sensaciones de juego incluso en los momentos más caóticos y una variedad de vehículos y circuitos que garantiza que DIRT 5 tiene mucho que ofrecer a todo el mundo. Si esto lo envolvemos con unas localizaciones espectaculares, tenemos una apuesta que no conviene pasar por alto.

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Sobre todo, cuando DIRT 5 se posiciona como uno de los títulos clave de Xbox Series X, prometiendo sacar partido sus tiempos de carga y sus gráficos. Alcanzando framerates de hasta 120 FPS en consola, nada menos. A lo que hay que añadir una ventaja añadida, gracias a que forma parte de la iniciativa de Smart Delivery, la versión digital de Xbox One nos permitirá disfrutar de la de Next Gen sin coste adicional.

DIRT 5 no quiere destronar a DIRT Rally en su propio terreno, sino ser su alternativa. Se podría decir que Codemasters da un enfoque diferente -y también acertado- a una saga de videojuegos que se posiciona como el referente de una disciplina de motor. Fijando su mirada en la siguiente generación de consolas con efectos visuales de vanguardia al servicio de una jugabilidad apta para cualquier apasionado por el motor.

DIRT 5 no quiere destronar a DIRT Rally en su propio terreno, sino ser su alternativa

Un movimiento tan brillante como acertado, que luce de maravilla y deja unas sensaciones todavía mejores tras finalizar cada carrera. Postulándose como esa puerta de entrada al automovilismo en PC y consolas que muchos nostálgicos y veteranos del género y apasionados por el automovilismo llevaban demasiado tiempo esperando.

  • Plataformas: PC, PS4, PS5, Xbox One y Xbox Series X
  • Multijugador:
  • Desarrollador: Codemasters
  • Compañía: Codemasters
  • Precio: 69,99 euros
  • Lanzamiento: 9 de octubre de 2020


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