Retroanálisis de Gunstar Heroes, la mayor joya de espíritu arcade para Mega Drive

Retroanálisis de Gunstar Heroes, la mayor joya de espíritu arcade para Mega Drive

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Retroanálisis de Gunstar Heroes, la mayor joya de espíritu arcade para Mega Drive

Treasure no pudo tener mejor debut con Gunstar Heroes. Este pequeño estudio nipón lo crearon ex-empleados de Konami que no podían dar rienda suelta a su talento en dicha compañía, por lo que se embarcaron en la creación de este run & gun mientras desarrollaban el videojuego oficial de McDonald's para SEGA.

El clásico que nos sitúa se convirtió en una de esas óperas primas de referencia, dejando claro el enorme talento de este estudio que no dejaría de sorprendernos desde entonces (suyos son Ikagura y Gradius V, entre otros) y cuyo legado serviría de influencia para éxitos recientes, como el preciosista Cuphead. Hoy queremos rendir homenaje a esta joya de Mega Drive mediante un retroanálisis.

A Konami le salió un competidor en casa

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Konami fue una de las compañías más laureadas en los 80 y los 90, pero todo empezó a ir en picado con el nuevo milenio. Ahí se volvió irreconocible.

Si echamos la vista atrás y vemos la decisión tomada por Treasure al apostar de lleno por Mega Drive hasta el salto generacional de consolas, SEGA tuvo la suerte de contar en sus filas con un estudio que no dejó de sacar títulos memorables para su consola de 16-bits, como el original Dynamite Headdy.

En la línea de los Contra de Konami, pero con su propio sello (un gran sentido del humor en momentos donde tendría que haber seriedad y una lista de jefes inolvidable), Treasure se sacó de la chistera un run & gun que se convirtió al instante en uno de los títulos de referencia de la consola de SEGA, indispensable para cualquier fan de los juegos de acción y plataformas más arcade.

Era exigente, pero versátil. Tomaba como referencia los distintos tipos de disparos más comunes del género (fuego, láser...) , con la salvedad de que podíamos combinarlos y crear un efecto mucho más poderoso que en ciertos casos facilitaba ostensiblemente los duelos contra los jefes y demás.

Para algunos también fue lo más parecido a la sensación de tener Three Wonders (Capcom, 1991) en casa, porque ambos compartían la mecánica run & gun con ese guiño a los matamarcianos. Salvo que en el caso de Treasure la tecnología era mucho más humilde, pero eso no impidió que a nivel jugable contase con más posibilidades que la competecia, como cierto barrido ejecutando una luna de atrás hacia delante o una llave para lanzar a prácticamente cualquier enemigo (o sus bombas), como si de un juego de lucha se tratase. Era un espectáculo visual.

Gunstar Heroes, acción que valía todo un tesoro

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Treasure también dio mucha libertad inicial con Gunstar Heroes, puesto que podíamos escoger el orden de las primeras cuatro fases, como si del mítico Mega Man se tratase, con el incentivo de aumentar nuestro máximo de vida por cada nivel superado. Por eso era tan importante elegir bien al inicio.

Aquí su historia era lo de menos (traición, secuestro, búsqueda de unos cristales especiales...). Si por algo ha pasado a la historia este videojuego para la Mega Drive es por fases como las de la mina, con ese jefe final en plan Transformer (era todo un show ver todas y cada una de las transformaciones; desde un cangrejo hasta una pistola gigantes), y la del tablero con un dado para avanzar.

Gunstar Heroes no era otro run & gun más, sino que Treasure supo imprimirle un sello inconfundible que ha traspasado cualquier tipo de barrera temporal. Era un juego ante el que no sabíamos con qué nos iba a sorprender. Sin ir más lejos, la primera fase de todas no contaba con un jefe, ¡sino tres! Y como este detalle, muchos más: porque flirteaba con otro tipo de mecánicas en fases más avanzadas, hasta el punto de sorprender con un matamarcianos al uso.

Si hubiese que ponerle algún pero a este clásico de 1993, es en lo relativo a tener que escoger desde el inicio entre disparo libre o fijo y no poder alternar entre este tipo de disparo en cualquier momento. La culpa la tiene lo limitado que resultaba el mando estándar de Mega Drive a nivel de botones (tan solo tres), de ahí que también hubiese que realizar movimientos complejos para ciertas técnicas.

¿Ha aguantado bien el paso del tiempo?

Sí, totalmente. Es un título que, de hecho, rememoro cíclicamente cada pocos años, porque siempre apetece echar unas partidas a Gunstar Heroes. Desde que lo compré en su día para Mega Drive ya lo he disfrutado en múltiples sistemas (desde la conversión digital en Xbox 360 hasta la colección para Switch de SEGA Mega Drive Classics) y no muestra signos de agotamiento. 100% Treasure.

A favor

  • Acción de la vieja escuela y con sello propio
  • El jefe Transformer y la fase del tablero
  • Sabía ser exigente pero sin llegar a desesperar
  • Su gran sentido del humor en momentos atípicos

En contra

  • Tener que elegir entre modo libre o fijo
  • Que su secuela (en GBA) haya salido en 2005
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