Fue Neo en The Matrix y sus secuelas, es John Wick en la saga homónima y hasta nos dejó sin aliento en Cyberpunk 2077 como el mismísimo Johhny Silverhand. Cuando eres un actor de la talla de Keanu Reeves te puedes permitir elegir qué papeles interpretar: lo va a bordar. Pero es que, además, la cámara y el público le adoran merecidamente. ¿Una trayectoria intachable? Su participación en Juego asesino (The Watcher) es un caso aparte.
El año 2000 arrancó regular para Reeves. De cara a la galería vivió una de las etapas más dulces del actor tras arrasar en Matrix, encadenando éxitos durante los años anteriores como Speed, Reacción en cadena o Johnny Mnemonic. Tenía a Hollywood a sus pies y Sandra Bullock confesó mucho después que estaba enamorada de él. ¿Qué le motivo para hacer de asesino en serie en Juego asesino? La respuesta es simple y a la vez complicada: absolutamente nada.
En Hollywood, la pluma es más poderosa que la espada
Keanu Reeves interpretó el papel de David Allen Griffin, el antagonista de la película en oposición a James Spader, quien interpretaba al Agente del FBI Joel Campbell. Sin embargo, Reeves no estaba interesado ni en el guión, ni en el personaje y estaba en una posición lo suficientemente cómoda para poder rechazarlo. Y entonces, de la nada, apareció el verdadero villano de la historia: Joe Charbanic. Un amigo de Reeves que, además, también es el director de la película.
En otras circunstancias, lo normal es que el director seduzca a sus estrellas. Tarantino se llevó botellas de vino a la residencia francesa de Brad Pitt para que participase en Malditos Bastardos, y se aseguró que su copa siempre estuviese llena. El método que empleó Joe Charbanic, según contó Keanu Reeves un año después durante la promoción de otra película, fue bastante más sencillo: Charbanic falsificó su firma en un contrato. Tal cual.
¿Eso se puede hacer? Bueno, la mejor prueba de ello son los 97 minutos que dura Juego asesino, que recaudó 47,2 millones de dólares con un presupuesto de apenas 33 millones. La puedes con Prime ver en Amazon Video. En cualquier caso, y sabiendo la jugarreta, Reeves prefirió ser un profesional y desempeñar el papel de villano en lugar de involucrarse en una larga batalla legal para demostrar que él no firmó nada.
Con todo, llegó a un acuerdo adicional con Universal Pictures: no revelaría lo sucedido hasta 12 meses después del estreno de la película en Estados Unidos.
Un año mordiéndose la lengua por contrato
James Spader y Keanu Reeves en Juego Asesino
En declaraciones al periódico Calgary Sun (recogidas a través de The Guardian), Reeves decidió abordar el asunto con filosofía: no tenía pruebas de que su firma había sido falsificada, así que optó por aceptar el papel contra su voluntad.
Nunca encontré interesante el guión, pero un amigo mío falsificó mi firma en el acuerdo. No pude demostrarlo y no quería que me demandaran, así que no tuve otra opción que hacer la película
Reeves dejó en el aire el nombre de su amigo, el director de la película, pero lo cierto es que no esperó ni un mes adicional para aclarar la situación y dejar de morderse la lengua: durante la promoción de Hardball en el Toronto Film Festival, se fijó en el calendario y pudo hablar de su participación en el proyecto y esa cláusula tan delicada con Universal.
Si es septiembre significa que ha pasado un año, así que finalmente puedo hablar
¿Por qué su amigo Joe Charbanic metió a Keanu Reeves en este lío y de qué se conocían? Una de las claves está en Dogstar, la banda de rock del propio Reeves, para la cual había dirigido un vídeo musical. De hecho, el gran plan de Charbanic tras ese rodaje era debutar como director en una película llamada Macon, pero la cosa se torció y ese proyecto fue descartado.
Marisa Tomei en Juego Asesino
Así, Joe Charbanic comenzó a dar forma a Juego Asesino, que posteriormente fue adquirida y distribuida por Universal y poco a poco el asunto se fue complicando y, en el proceso, llevándose a Reeves por delante. Al menos, si carrera siguió su curso natiral.
Como es de esperar, Reeves no participó en la campaña promocional de la película (bastante con que tuvo que esperar un año para contar lo ocurrido) pero lo cierto es que tuvo una compensación: según Variety, Reeves recibió nada menos que dos millones de dólares adicionales, además de lo acordado por sus 11 días de trabajo en la película.
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