11 escenas en las que Tom Cruise demuestra ser una leyenda del cine de acción que no necesita dobles

11 escenas en las que Tom Cruise demuestra ser una leyenda del cine de acción que no necesita dobles

4 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
Tom Cruise

Es una leyenda del cine, no solo por la retahíla de peliculones que nos ha ofrecido en su dilatada carrera, sino por su compromiso con las escenas. Tom Cruise se ha erigido como un actor de renombre por participar en Misión Imposible, Top Gun, Nacido el 4 de julio, Oblivion y otras tantas producciones fantásticas.

En los últimos días hemos vuelto a ver una demostración de lo que es capaz, ya que Cruise prácticamente nunca recurre a dobles de acción para las escenas más peligrosas. Así comentaba su pasión por el riesgo el actor en una entrevista:

“Soy un actor muy físico y me encanta hacerlas. Estudio y entreno y me tomo mucho tiempo para resolverlo todo. ¡Me he roto muchos huesos! La primera vez de cualquier truco es estresante, pero también estimulante. ¡Me han dicho varias veces durante el rodaje de una acrobacia que deje de sonreír!”

Por ello, es momento de echar un vistazo a esos instantes en los que el intérprete se ha jugado el pellejo por cada una de sus películas.

Misión Imposible - Sentencia Mortal Parte I

Vamos con la más reciente de todas y una de las más espectaculares. Tom Cruise decidió realizar él mismo un salto al vacío desde un acantilado, montado en una moto y con un paracaídas a su espalda, como si esto fuese Trials Fusion. Un momento que llegó a repetir hasta seis veces, lo cual puso nervioso a más de un miembro del equipo de rodaje. Christopher McQuarrie, director de la película, casi que prefiere mirar hacia otro lado.

Misión Imposible: Protocolo fantasma

Dubái, edificio Burj Khalifa. La edificación más alta jamás construida por el ser humano, una imponente torre de 828 metros de altura en la que solo con asomarse por la venta da vértigo. Una broma para Tom Cruise, el cual no dudó en grabar sus escenas escalando a pulso y corriendo por la fachada directamente. Una vez más, el director Brad Bird no daba crédito a lo que estaba sucediendo.

Jack Reacher

La adaptación de la novela de Lee Child fue un éxito en cines que derivó en una secuela. Sin embargo, en la primera película podemos ver a Tom Cruise conduciendo un Chevrolet Chevelle SS durante una persecución que nada tiene que envidiarle a los juegos de Driver. Por supuesto, cada cambio de dirección, choque contra los muros y frenazo están ejecutados por el actor.

Misión Imposible: Fallout

Está claro que Tom Cruise se luce de la mejor forma en una de las franquicias que mayor alegría le ha proporcionado. Una de las secuencias más famosas es en la que Ethan Hunt realiza una persecución a pie por las azoteas de Londres. En un momento dado, debe realizar un salto extremadamente difícil que Cruise no dudó en rodar él mismo. ¿El resultado? Un tobillo roto, pero un compromiso inquebrantable.

Oblivion

El mundo futurista que dibuja la película de John Kosinski posee planos de una gran factura y una moto que más de uno desearía tener en el garaje. Por supuesto, todo lo que veamos de Cruise montado en ella está grabado realmente con él, incluso llevando a Olga Kurylenko durante una hora por el desierto.

Misión Imposible: Nación Secreta

Durante una escena de la producción, Ethan Hunt debe sumergirse bajo el agua durante un buen trecho de tiempo. Con apenas 10 días para filmar la secuencia, Tom Cruise entrenó con el preparador Kirk Krack para que su cuerpo usase muy poco oxígeno mientras él no respiraba. Su esfuerzo fue tal que logró grabar toda la escena sin cortes y estableció un récord en Hollywood al estar sumergido durante siete minutos. Recientemente, Kate Winslet le ha superado con siete minutos y catorce segundos para Avatar 2.

Al filo del mañana

No es que hablemos de una escena en concreto, sino de prácticamente la película entera. La cinta coprotagonizada con Emily Blunt llevaba a que los personajes portasen unos exoesqueletos que potenciaban sus habilidades. Eso en el universo del film, mientras que en la vida real pesaban cerca de 60 kilos y llevaba unos 30 minutos ponerse la armadura. Por supuesto, Tom Cruise y el resto de actores grabaron sus secuencias con una real en vez de generarla por ordenador. Vamos, igualito que en The Surge.

La Momia

Uno de los fracasos en la carrera de Cruise no le eximió de exigir un gran esfuerzo físico. Y es que para grabar una caída libre dentro de un avión, el director Alex Kurtzman abogó por hacerlo en un set. El actor prefirió hacerlo de verdad, subiendo a más de 7.000 metros de altura para caer durante 22 segundos en gravedad cero. 64 tomas tuvieron que ser realizadas hasta que el equipo quedó satisfecho.

Misión Imposible: Nación Secreta

Está claro que a Tom Cruise le mola adrenalina, porque en la película de 2015 creyó conveniente estar montado en una avión mientras despegaba con él pegado al fuselaje. Una auténtica locura, aunque estaba ayudado por cables, que fue ideada por el director Chris McQuarrie tras haberse fijado en Uncharted 3. Estáis en lo correcto, el momento en el que Nathan Drake sale volando por los aires en el desierto de Rub'al Jali.

El último samurái

Otra de las grandes películas protagonizadas por Tom Cruise. Al más puro estilo de Ghost of Tsushima, el actor se preparó concienzudamente para el papel aprendiendo kárate y kendo durante ocho meses. No solo eso, sino que se metió de lleno en el Bushido, el código ético más estricto de los samuráis.

Evidentemente, en las secuencias que había que usar alguna espada, ahí estaba él, evitando cualquier doble de acción. Hiroyuki Sanada reveló que en un duelo sobre caballos mecánicos, el cual se debía detener antes de que el filo llegase al cuello de Cruise un error casi fatal sucedió. La espada se dirigió hacia el actor, el cual pudo evitar en el último instante la estocada.

Misión Imposible: Fallout

El conocido como salto HALO, pero no nos referimos al videojuego del Jefe Maestro. Nada tuvo que ver el exclusivo de Xbox en que Tom Cruise decidiese ejecutar una caída libre desde 8.000 metros y abriendo el paracaídas a tan solo 600 metros del suelo. Como vemos, el intérprete tuvo que llevar un casco especial, un dispositivo salvavidas y tener en cuenta que realizar tal acrobacia llevaba riesgos extra como la hipoxia y la embolia.

Una caída a 320 kilómetros por hora y en la que tenía que aterrizar a 90 centímetros exactos del cámara que le seguía. Una auténtica locura.

Bola extra

Fuera del mundo de la actuación, Tom Cruise ha demostrado ser tremendamente polifacético. Es capaz de pilotar diferentes aeronaves, tal y como hizo en Misión Imposible: Fallout, y durante mucho tiempo ostentó el récord de vuelta rápida en un reto entre famosos para Top Gear. Desde luego, un auténtico todoterreno de Hollywood.

Comentarios cerrados
Inicio