¿Necesita EA la marca FIFA? Estos son los pros y los contras del rebranding más importante de los videojuegos deportivos

¿Necesita EA la marca FIFA? Estos son los pros y los contras del rebranding más importante de los videojuegos deportivos

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Seguro que lo has escuchado o leído más de una vez: la jugabilidad de PES está muy bien, pero con FIFA tienes todas las licencias y equipos oficiales. Si te apasionan los videojuegos de fútbol es muy probable que te hayas topado con una frase similar, e incluso que se te haya pasado por la cabeza en alguna ocasión. Pero, ¿hasta qué punto ese juicio preconcebido influye en las ventas?

La respuesta rápida: muchísimo. Las acciones de Electronic Arts bajaron un 6,9% (una barbaridad) tras recibir dos golpes directos: los bugs de la beta de Battlefield 2042 y que se tanteara el cambio de nombre de su exitosa saga futbolera. Y, si bien, lo primero no deja de ser algo relativamente predecible (las betas están para ello) lo segundo es un asunto más delicado en el que hay cientos de millones en juego.

A fin de cuentas, Electronic Arts estaría evaluando perder una marca que ha tardado décadas y miles de millones en tomar su forma actual. Algo que, todo sea dicho, los de la compañía afincada en San Mateo han sabido aprovechar y amortizar con maestría: para millones de jugadores el concepto unificado de fútbol y videojuegos equivale a la palabra FIFA. Tal cual.

Es más, no solo se trata de dejar ir el contrato más representativo de su saga de fútbol, el que le garantiza su propio nombre, sino que cualquiera que se asocie con la federación de fútbol -incluso para algo puntual como un evento o insertar el logo en un artículo específico- pueda beneficiarse de rebote de la imagen que Electronic Arts ha construido durante décadas en torno a las siglas de la FIFA.

Curiosamente, las siglas de la Federación Internacional de Fútbol Asociación​ fueron prácticamente lo único Electronic Arts tuvo sobre la mesa cuando decidió atreverse a hacer su propio juego de fútbol. Es más, el revolucionario FIFA International Soccer de 1993 solo contaba con un reclamo licenciado: las cuatro letras de FIFA.

Casi tres décadas después, esa prolífica alianza se tambalea: la licencia con la federación expira tras el Mundial de Qatar de 2022. Pero, como veremos más abajo, ahora es el momento clave para que tanto EA Sports como la federación muevan ficha.

Cómo EA obtuvo los derechos de FIFA y qué ha pasado desde entonces

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Incluso contando con el logotipo de la federación de fútbol en la carátula del juego y los menús principales, los desarrolladores del primer FIFA se inventaron los nombres de casi todos los jugadores o, de manera descarada, pusieron los suyos, los de sus familiares y los de sus amigos. Aquello no era una chapuza, sino una manera de salir al paso.

La división inglesa de EA, quien estaba llevando los trámites a principios de la década de los 90 del entonces conocido como EA Soccer, se topó con un problema: ni siquiera los propios clubes de la Premier League inglesa tenían claro quién poseía los derechos de imagen para poder ofertarlos comercialmente para un videojuego o dónde estaban registrados. Y no era un caso aislado.

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A diferencia de otros juegos deportivos publicados por EA Sports, en aquella época no había una estructura de licencias como la actual. Algo que, por cierto, les pilló por sorpresa y ya habiendo adquirido los derechos de la FIFA. De modo que, básicamente, podrían usar en el juego las cuatro letras que conformaban el nombre de la federación (F.I.F.A). Y poco más.

Más tarde descubrimos que los nombres de los jugadores, los parecidos o logotipos de los equipos no estaban incluidos en la licencia de la FIFA

A esto hay que sumar que EA Sports iba muy mal con los tiempos de cara a este nuevo proyecto. El juego tenía que estar listo para aprovechar el rebufo del mundial de 1994 de Estados Unidos y los trámites no podían esperar.

Por suerte, FIFA International Soccer fue un exitazo de ventas. Aquel cartucho de Mega Drive no tardó en arrasar en territorio europeo, lo cual derivó en versiones para nuevos sistemas, el inicio de una nueva saga deportiva de lanzamiento anual y, tres décadas después, la punta de lanza de la división EA Sports.

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Electronic Arts tomó nota de los contratiempos de su primera entrega y mientras hacía evolucionar su saga comenzó a expandir y apostar muy fuerte por la licencia adquirida. Lo cual incluía licenciar los contenidos de su juego y reforzar notablemente su presencia frente al resto de alternativas futboleras en los videojuegos:

  • Por un lado, logrando los derechos de los clubes y las mejores ligas y competiciones. Incluyendo, desde FIFA 19, una Champions League que había mantenido una longeva alianza con Konami o la CONMEBOL.
  • Además, canalizando hacia la marca FIFA la imagen de las superestrellas del deporte rey y todo tipo de celebridades, es decir, su juego. En definitiva, aplicando la misma fórmula de Madden o NBA a su videojuego de fútbol.
  • Evidentemente, existe un matiz: a diferencia de los exitazos de EA Sports, aquel despliegue no se estaba haciendo con una liga nacional como engranaje central, sino con el concepto general de fútbol profesional. El de las grandes ligas, pero también el que se juega en las pequeñas canchas.

Lógicamente, durante todo este tiempo la Federación Internacional de Fútbol Asociaciónse ha visto directamente beneficiada de este despliegue de Electronic Arts. No solo a raíz de la imagen de marca que ésta última ha creado y cimentado en torno a su juego sino porque, según recoge el New York Times, su acuerdo de licencia ha crecido hasta convertirse en un trámite para EA que devora unos 150 millones de dólares al año.

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Una cantidad de dinero brutal que, en caso de seguir haciendo uso de la marca FIFA y sus licencias en los próximos juegos, seguirá a la alza tras el Mundial de Qatar, traduciéndose en un contrato de casi mil millones de dólares por cuatro años de uso de las siglas de la federación y el reclamo añadido de los Mundiales. Poca broma.

Con ese panorama, las preguntas se hacen solas ¿hasta qué punto le merece la pena renovar las siglas a EA Sports?¿Cuáles son las consecuencias de no hacerlo?

Qué pasaría si EA Sports lanzase FIFA con otro nombre

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EA Sports se encuentra actualmente tanteando y calculando los efectos colaterales del cambio de nombre de la saga FIFA lanzando diferentes sondas muy bien repartidas. Una de ellas, la más notable, es el comunicado de Cam Weber (vicepresidente ejecutivo de EA Sports) en el que adelanta la posibilidad de un rebranding del juego mientras saca merecido músculo de las ventas de FIFA 22.

Al mirar hacia el futuro, también estamos explorando la idea de cambiar el nombre de juegos globales de EA Sports. Esto significa que estamos revisando nuestro acuerdo de derechos de denominación con la FIFA, que es independiente de todas nuestras demás asociaciones y licencias oficiales en todo el mundo del fútbol.

La clave aquí no está en el mensaje, sino en cómo se adelanta a los posibles efectos colaterales adelantando a los fans que, incluso sin el respaldo de la marca FIFA, los de San Mateo cuentan con más de 300 acuerdos de licencia con diferentes socios que garantizan que EA podrá seguir ofreciendo a sus fans la presencia de más de 17.000 deportistas en más de 700 equipos, incluyendo más de 100 estadios y más de 30 ligas y competiciones repartidas por todo el mundo.

Siendo más específicos, la UEFA Champions League, la CONMEBOL Libertadores, la Premier League, la Bundesliga y LaLiga Santander estarían garantizadas y blindadas, entre otras, en caso de que EA lanzase su siguiente juego de fútbol bajo otro nombre. ¿Qué perdería Electronic Arts? Nada menos que la posibilidad de explotar la licencia de La Copa Mundial de Fútbol.

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Es entonces cuando toca escuchar la conversación que se genera por parte de los fans, y los que, de un modo u otro, deberían tener una opinión en torno a este movimiento. Y, en este aspecto, la mayoría de modos clave de cada temporada apenas se verían afectados.

Los modos estrella de FIFA como el Ultimate Team o el modo Carrera, e incluso VOLTA FOOTBALL podrían seguir -sobre el papel- su curso habitual. El modo en el que está edificado su star-system está garantizado en gran medida a través de los 300 acuerdos de licencia de EA Sports. Otra cosa son los equipos que nos podemos encontrar en los partidos rápidos.

De cara al fan y al jugador casual, Electronic Arts deberá asumir que se provocará una enorme confusión a nivel comercial en caso de tener que realizar un rebranding. Algo que, por otro lado, se puede amortiguar en mayor o menor medida con un enorme despliegue mediático. Sin embargo, existen otros riesgos a considerar y un notable elemento a su favor: FIFA dejó de ser hace años simplemente el juego en el que están las licencias.

Electronic Arts ya no necesita a la marca FIFA, y la federación mueve ficha

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Más allá del enorme desembolso económico -y la millonaria pérdida que supone perder la posición privilegiada de una marca que es líder en su sector- vuelve a aparecer el problema original con el que EA Sports se zambulló en los videojuegos de fútbol: ¿qué aporta la alianza con FIFA a Electronic Arts más allá del Mundial? Y aquí existe una división de intereses por ambas partes.

  • La Federación Internacional de Fútbol Asociación​ considera que su licencia le otorga a EA la exclusividad de poder ofrecer el juego de fútbol oficial de la FIFA y poco más. Lo cual, si no se acota bien, podría implicar la aparición del logo de la federación en otros videojuegos a través de acuerdos con terceros. Por ejemplo, un evento temático en Fortnite o sus propias iniciativas.
  • EA Sports, por otro lado, contempla que su licencia abarca más de lo que cubren sus entregas anuales para PC y consolas, de modo que técnicamente podría generar sus propias iniciativas y hasta nuevos tipos de contenidos, productos y hasta artículos digitales avalados por su propia marca FIFA.
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De este modo, nos encontramos con que en un margen muy estrecho de tiempo EA Sports ha comenzado a plantear un escenario alternativo a los fans de la saga, mientras que la federación ha presentado formalmente un nuevo posicionamiento comercial enfocado tanto en el sector de los videojuegos como en el de los eSports.

La organización se muestra totalmente optimista e ilusionada sobre el futuro de los videojuegos y los eSports para el fútbol. Además, ha quedado claro que se trata de una industria que no debería estar copada por una sola entidad que controle todos los derechos.
Actualmente existe una gran competencia entre las empresas tecnológicas y de telefonía móvil por vincularse a la FIFA, sus plataformas y competiciones globales. Por consiguiente, la FIFA está colaborando con varias organizaciones del sector, entre las que se incluyen desarrolladores, inversores y analistas, para establecer un planteamiento a largo plazo del sector de los videojuegos, los eSports y el entretenimiento interactivo.
Como resultado, la FIFA trabajará con un amplio abanico de los mejores colaboradores y especialistas en la materia con la finalidad de contribuir activamente para desarrollar las mejores experiencias y ofertas posibles para los aficionados y los usuarios.
Continuamente salen al mercado videojuegos de todo tipo, por lo que, junto con los deportes electrónicos, se trata del sector mediático que crece con más rapidez en todo el mundo. Por esta razón, para la FIFA y sus grupos de interés es de suma importancia aprovechar al máximo todas las oportunidades que en el futuro se les presenten a los aficionados al fútbol y a los videojuegos.

Una iniciativa en la que, por cierto, también muestra cifras recordando que cuenta con nada menos que 211 federaciones miembro y, en el proceso, refuerza anunciando su propia serie de torneos: los FIFAe.

En caso de que se produzca un distanciamiento total, Electronic Arts deberá reforzar una nueva marca, y eso no será barato, pero a cambio ganaría poder llevar a cabo toda una nueva serie de iniciativas sin depender de socios ni de terceros. Y no solo eso: podría unificar y entremezclar los contenidos de todas sus divisiones deportivas sin que exista un roce de licencias.

Definitivamente, es posible que la Copa Mundial de Fútbol acabase en manos de otra compañía, pero ésta tendría que empezar a medirse con el nuevo juego de EA Sports. O, más bien, con una saga de éxito con un nombre nuevo, pero casi 30 años de experiencia y renombre a sus espaldas.

Lo cual no quita la imperiosa necesidad de EA por ofrecer un nombre con el suficiente gancho como para eclipsar las décadas que ha estado vinculada a la FIFA o recuperar el nombre original del primer juego: EA Soccer, lo cual no es demasiado recomendable en territorio europeo. Y teniendo en cuenta las similitudes de un EA Football con un desastroso eFootball, habría que pensar en otra cosa

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EA Soccer, el título (y logo) que Electronic Arts barajó antes de tener la licencia de la FIFA

Sin embargo, la gran incógnita pasará a estar en cómo la propia federación deberá afrontar sus presupuestos y planes de expansión sin el soporte millonario de EA Sports por poder usar la marca FIFA. Sobre todo, teniendo en cuenta que las retransmisiones televisadas de fútbol no están atravesando su mejor momento. Está claro que no le faltan -ni le faltarán- interesados en explotar la marca, pero sería complicado encontrar un aliado tan confiable como Electronic Arts.

La cuenta atrás para renovar la licencia de FIFA ya ha comenzado y las dos partes implicadas han movido sus primeras fichas. Ahora bien, tanto los de San Mateo como la federación tienen mucho que ganar y que perder.

Contrarrestar los miles de millones que EA ha invertido en que FIFA sea sinónimo de videojuego de fútbol no será ni sencillo ni barato. En cualquier caso, cuenta con una ventaja que marca la diferencia: desde este año, con la debacle de eFootball 2022, su propuesta futbolera ya no tiene ninguna alternativa en el mercado, de modo que, se mire como se mire, EA ya no necesita a la marca FIFA. Pero ¿hasta que punto es buena idea dejarla ir?

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