Qué se siente al volver a Unreal Tournament III, 13 años después: el adiós del FPS de Epic Games por culpa de Gears of War y Fortnite

Qué se siente al volver a Unreal Tournament III, 13 años después: el adiós del FPS de Epic Games por culpa de Gears of War y Fortnite

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Unreal Tournament III

Tanto Unreal Tournament 2003 como Quake III: Arena forman parte de mis FPS de la vieja escuela y de corte frenético favoritos. Hay más, por supuesto, pero probablemente estos dos sean a los que más horas dediqué en el género junto con Wolfenstein: Enemy Territory en PC. Sin embargo, por mucho que me guste la saga de Epic Games, nunca acabó por conquistarme Unreal Tournament III.

Es curioso (y una desgracia), porque a la postre ha supuesto el final de este legendario shooter en primera persona, por mucho que siga disponible una pre-alpha gratuita de aquel Unreal Tournament anunciado en 2014, que supondría su regreso por todo lo alto hasta que Epic Games decidió dejarlo en pausa en 2018.

Un torneo que no se disfruta igual en solitario

Unreal Tournament III

Poco importa que id Software haya sacado hace unos años Quake Champions, completamente centrado en el multijugador online, o que ese mismo estudio haya sabido reinterpretar el mítico DOOM de John Romero, John Carmack y cía de un modo brutal en 2016, justamente un año antes. Importa poco viendo el estado en el que se encuentra Unreal Tournament, antaño uno de los referentes absolutos.

Tal vez por ese motivo y una fuerte carga de nostalgia, me dio en esta ocasión por intentar darle otra oportunidad a ese Unreal Tournament III lanzado en 2007, dejando a un lado su maleficio por ser el último juego en lanzarse al mercado de manera oficial. Si lo vemos en perspectiva, parte de esa culpa la tuvo otro juego de Epic Games que había despegado un año antes en Xbox 360: Gears of War.

Las similitudes a nivel estético son más que palpables, llegando al desastre cuando comparamos las campañas. Porque en el caso de esta entrega de Unreal, pese a que la saga debutó en 1998 como un FPS focalizado en la historia y con un multijugador complementario, su campaña es totalmente prescindible y está muy metida con calzador para que veamos sus distintos modos multijugador... contra la máquina. Y como es lógico, la experiencia pierde muchos enteros así, máxime a la hora de revisitarla más de una década después en consolas o PC.

Y también por las inevitables comparaciones, donde los Gears sí que han contado con momentazos memorables en sus campañas y con un multijugador a la altura. Unreal Tournament III tan solo destacó en el componente online y para colmo, desde el cierre de Gamespy en 2014, se ha visto perjudicado desde entonces, teniendo que buscar soluciones externas para seguir jugando. Y no compensa.

Y pese a todo, un notable Unreal Tournament

Unreal Tournament III

No pude evitar el hecho de volver a Facing Worlds, mi mapa favorito de todos los Unreal Tournament. Ahí el modo Capturar la Bandera muestra su auténtica razón de ser y lo kamikazes que podemos ser al cruzar ese puente que da la sensación de ser interminable sabiendo que estamos vigilados desde la torre del enemigo.

A pesar de que su época de gloria a nivel de popularidad, con servidores repletos de gente, haya pasado (por desgracia) a la historia, si pasamos de la campaña y nos centramos en los modos de toda la vida uno sigue disfrutando lo suyo por el simple placer de disparar y escuchar al narrador cómo se emociona (junto con nosotros, para qué negarlo) cuando encadenamos rachas de muertes a lo loco.

Por contra, el modo de juego que debutó en este Unreal Tournament III, apodado Guerra, que vino a ser una variante de la Acometida vista en Unreal Tournament 2004, sigue sin convencerme, al tener que estar activando constantemente nodos para desbloquear la protección del núcleo rival para poder destruirlo. Sobre todo, a la hora de tener que depender tanto de la IA. Y no mejora con el uso del patinete aéreo o resto de vehículos armados. Me sigo quedando con los modos clásicos.

Al menos esta mítica saga de Epic Games ha contado con infinidad de juegos que han intentado replicar sus sensaciones, siendo uno de los que mejor parados han salido de este homenaje aquel TOXIKK de Reakktor Studios que, para mayor fortuna, pasó a contar con un modo alternativo gratuito desde finales de 2016.

Por esas fechas nos preguntamos si estábamos ante el resurgir de los FPS de la vieja escuela y lo cierto es que las cosas no han ido a mejor, salvo honrosas excepciones, como DUSK, un soberbio pelozado estrenado en diciembre de 2018.

Ojalá hubiese tenido con este regreso a Unreal Tournament III unas sensaciones más positivas, pero me apena demasiado ver el rumbo que ha tomado la saga desde entonces, especialmente tras el boom mediático de Fortnite desde 2017.

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