En el momento en el que evaluamos la compra de Activision por parte de Microsoft, muchas dudas surgen. Ya no solo qué supone este movimiento para directivas, a nivel histórico o qué clase de consecuencias deriva para un servicio tan consolidado como Game Pass, sino que también hay que echar un vistazo al resto de competidores.
Y es que Sony se ha nutrido de franquicias como Call of Duty, incluso con contenidos exclusivos o accesos anticipados. A expensas de que Microsoft convierta todos sus nuevos fichajes en exclusivas de relumbrón o mantenga el mercado en una situación similar, un portavoz de la compañía japonesa se ha pronunciado a The Wall Street Journal:
"Esperamos que Microsoft cumpla con los acuerdos contractuales y continúe asegurando que los juegos de Activision sean multiplataforma."
Y es que si nos fijamos en la lista de juegos más descargados en la PlayStation Store a lo largo de 2021, no cabe lugar a la duda. Call of Duty Vanguard o Warzone se cuelan con frecuencia entre las obras predilectas de los usuarios, lo que supone un enorme filón para Sony.
Al respecto de esta asunto ya se pronunció Phil Spencer tras el anuncio de la adquisición, asegurando que "nuestra intención no es apartar a las comunidades". A nivel bursátil, la caída de Sony tras la compra ha sido importante, con una bajada de casi el 12% del valor de sus acciones.
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