Al César lo que es del César. Con las impresiones de la beta por delante, Mortal Kombat 11 tiene todo lo necesario para ser la mejor entrega de la saga. De largo. Al punto en el que queda patente que Ed Boon y su equipo ya tienen la vista puesta en otro hito: ser el mejor juego de lucha de esta generación.
Al estudio Netherrealm le sentó de maravilla la adquisición de Warner Games: podían concentrarse, por fin, en los juegos que deseaban hacer y cómo hacerlos. Tendrían todos los recursos para hacerlo al alcance de su mano. Y, desde entonces, cada nuevo juego que han lanzado ha sido mejor y más ambicioso que el anterior.
Algo que no se consigue limitándose a ofrecer lo que ya se había visto en entregas anteriores, desde luego, aunque -afortunadamente- no habrá sacrificios en cuestión de contenidos: todo lo que nos voló la cabeza de Mortal Kombat X está ahí, e incluso veremos acertadísimos elementos heredados de Injustice 2.
Mortal Kombat 11 es una exquisita combinación entre un sistema de combate sólido perfeccionado a lo largo de 10 entregas, un contexto más oscuro, sanguinario y ambicioso, y una apuesta férrea por ofrecer al jugador opciones de personalización que realmente tengan un impacto en el juego sin que eso condicione el equilibrio entre jugadores.
Pero, sobre todo, el nuevo Mortal Kombat es una propuesta de lucha clásica, tan fascinante como competitiva, destinada a colmar a los fans de la saga.
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Durante la beta online hemos tenido acceso a tres pilares centrales de la experiencia Mortal Kombat: las Torres, las cuales son el equivalente al modo Arcade de la saga; las Partidas Casuales Online y el modo Personalizar, es decir, el editor de kombatientes. En cierto modo, tres modos que se retroalimentan entre sí.
La Torre creada para la ocasión disponía de apenas cinco pisos. Uno por cada luchador incluido en esta fase de prueba, con cuatro variaciones en cuestión del nivel de dificultad. Su propósito es claro:
- En Fácil es una muy acertada toma de contacto a aquellos que quieran iniciarse en la saga,
- En Normal podremos empezar a memorizar los Fatalities, ver los cambios frente a las entregas anteriores o pulir nuestras habilidades en un entorno perfecto.
- A partir del nivel Dificil -y el Muy Dificil- podremos medirnos con rivales que no solo responderán de manera efectiva, sino que dominan el replanteado sistema de combate.
En este aspecto, Mortal kombat 11 es el primer gran juego de lucha desde Street Fighter V que descarta el uso de los autocombos. Es decir, a diferencia de Dragon ball FighterZ, Tekken 7 o King of Fighters XIV (por decir algunos) si machacas constantemente el mismo botón no llegarás muy lejos. Pero eso no significa renunciar a la accesibilidad: en el fondo recupera esa magistral curva de aprendizaje de Street Fighter II. O, más concretamente, la de Mortal Kombat 2.
Sin embargo, la verdadera prueba de fuego llega con el online. Siguiendo la línea de los anteriores lanzamientos de Netherrealm, la conexión entre jugadores es fluida como la seda y antes de aceptar rival verás su experiencia, su balance de victorias y derrotas y se nivel de conexión. Incluso se atreven a elaborar tus probabilidades de ganar basándose en lo anterior.
Pero lo verdaderamente interesante es que dentro de ese online podremos poner a prueba la mayor innovación de esta entrega: las posibilidades del modo Personalizar, a través del cual podremos hacer que nuestros luchadores favoritos o aquellos que dominemos con mayor soltura sean impresionantes en aspecto y letales en combate.
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El modo Personalización merece una mención aparte. Tanto en la Torre como durante nuestras partidas online ganamos toda clase de bonificaciones, incluyendo moneda de juego para la Kripta, almas e incluso elementos estéticos. Muy en la tónica las armaduras de Injustice 2 pero con un matiz: más allá del aspecto intimidatorio no tendremos ventajas sobre los demás jugadores en el online.
Netherrealm tiene muy claro que una de las claves del éxito de un juego de lucha es el engagement obtenido de aquellos que ya completaron el modo historia. Uno que, de hecho, no ha estado presente en la beta y que quiere ser el mayor y más épico hasta la fecha, entrelazando el pasado y futuro de la saga.
En este sentido, Mortal Kombat 11 da una lección magistral de cómo mantener al jugador repartiendo tollinas y regando de sangre el escenario: más allá de una jugabilidad acertadísima de la que hablaremos un poquito más abajo, ofrece de manera constante esa sensación de gratificación con cada combate. Es decir: más desbloqueables de la Kripta y más opciones para que nuestros luchadores sean realmente únicos.
Pero claro, de poco serviría lo anterior si la experiencia en el ring no fuera lo suficientemente cautivadora. Y lo es. Mortal Kombat 11 no necesita hacer uso de la ultraviolencia para ofrecer un sistema de combate robusto, sencillo de entender y que recompensa a quienes lo dominan.
Veremos escenarios al servicio de un apartado artístico abrumador que, más allá de estar colmados en detalle, también forman parte de la estrategia de juego sumando trampas y elementos interactivos.
Pero también el esquema que ha acompañado la saga desde sus inicios: dos puñetazos, dos patadas y un botón de bloqueo con la misma importancia que los cuatro anteriores. Y claro, un amplísimo catálogo de movimientos especiales por luchador que, en esta ocasión, podremos establecer nosotros.
De la entrega anterior regresan las tres variantes de luchador que ofrecen tres estilos de combate únicos. La idea es que el jugador pueda hacer énfasis en aquellas características que más aprovecha de un mismo kombatiente al tiempo que se expande enormemente la variedad.
En Mortal kombat 11 además podremos crear variedades nuevas al gusto, con movimientos especiales esenciales y otros nuevos que podremos elegir nosotros mismos.
Así, además de vestir y decorar a nuestro personaje, o elegir sus escenas de entrada y salida, le podremos añadir hasta tres movimientos especiales extra. Aquellos más efectivos requerirán espacios extra, claro, con lo que igual nos interesa apostar por la variedad o ir más a lo seguro si le sabemos sacar partido.
No sabemos si el panel de seleccionables llegará a los 30 luchadores en la versión de lanzamiento, pero las posibilidades que se abren a través del modo Personalización son realmente ilimitadas, invitándonos a que nos arriesguemos con las torres más complicadas o cristalizando nuestro estilo de juego en los combates online. Chapeau, Netherrealm.
Por último, una de las novedades más agradecidas es la nueva disposición del medidor de de habilidades potenciadas, el cual pasa a estar en la esquina de la pantalla y hace distinción entre los movimientos ofensivos y defensivos. ¿El objetivo? Que una recuperación a tiempo no reclame forzosamente el slot (o los dos) que íbamos a destinar a un movimiento especial mejorado. Y es todo un acierto.
De hecho, tanto sobre el papel como en la práctica todo son aciertos, pero... ¿y la experiencia Mortal Kombat?
El mayor festival de ultraviolencia de la actual generación
Hay modos esenciales que se quedan fuera de la beta y que serán determinantes para saber si veremos comlamas nuestras expectativas. Lo cual incluye, por cierto, una historia cargada de acción que retorcerá el destino luchadores de todas las entregas anteriores, la Kripta, los modos Versus y, sobre todo, un panel de seleccionables que cada día pinta mejor que el anterior.
Sin embargo, lo que Netherrealm ha conseguido no solo es un balance estupendo en relación a su propuesta de diversión, sino que ofrecerá puro fanservice a través de los Fatalities más salvajes de toda la saga y detalles que marcan la diferencia.
En lo técnico tenemos unos modelos fotorrealistas que, más allá de sus opciones personalizables, vienen colmados de pequeños grandes extra: chascarrillos y diálogos variados, que dan trasfondo y alma a cada luchador; manchas de sangre y daños que impregnan el suelo y se quedan en la ropa, golpes con efecto de Rayos X en los que veremos cómo los huesos y órganos internos quedan pulverizados sin un ápice de piedad y unas animaciones y cinemáticas sencillamente gloriosas.
¿Y en cuestión de Fatalities? Ed Boon y su equipo saben aprovechar de maravilla el imponente músculo técnico para provocar las escenas más absurdamente violentas jamás realizadas en un videojuego.
Mortal Kombat 11 es un canto a esa ultraviolencia que piden los fans veteranos. Cada round es una espiral de destrucción que gana fuerza conforme evoluciona el combate y que se integra en la experiencia como un guante de seda.
Pero que no se convierte en su máximo reclamo, sino en su seña de identidad, estando siempre subrogada a unas mecánicas de combate sencillamente magistrales. Sangre y combates viscerales, un caos visual fuertemente atado a las decisiones de los jugadores.
Porque verás sangre, tajos, incisiones y golpes que irremediablemente provocarán una reacción al jugador. Pero no aparecen de manera gratuita: sólo aquellos que inviertan sus buenas horas en profundizar sobre lo que puede conseguirse con cada personaje podrán convertir las partidas en el mayor festival sanguinario de la actual generación. Un trato justo, por supuesto.
Netherrealm se ha propuesto poner toda la carne en el asador y su beta deja patente que, pese a la excelencia de lo visto, a Ed Boon y su equipo todavía le quedan brillantes ideas y conceptos para llevar su saga de lucha al siguiente nivel y colmar las enormes expectativas de todo lo que lleva asociado el logotipo del dragón.
Mortal Kombat 11 no es solo una evolución de la saga, quiere ser el nuevo referente del género. Algo que tendremos más claro a partir del próximo 23 de abril.
- Plataformas: PS4, Xbox One, PC y Nintendo Switch
- Multijugador: sí
- Desarrollador: Netherrealm Studios
- Compañía: Warner Games
- Lanzamiento: 23 de abril de 2019
- Precio: 57,99 euros (PS4) | 57,99 euros (Xbox One) | 59,90 euros (Nintendo Switch) 59,95 euros (Windows)
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