La semana pasada nos sorprendía el lanzamiento de Skelattack por parte de Konami. Un trabajo del estudio Uzuka que servía, además, para demostrar el nuevo rumbo del gigante nipón para apoyar a otros equipos indies a lanzar sus obras.
Según sus creadores, sus principales influencias fueron de sagas de Konami (Castlevania, Contra y Goemon) para dar forma a un plataformas de acción con ligerísimos toques de metroidvania. La pregunta era obvia: ¿qué tal este nuevo rumbo de Konami? Lo cierto es que dista mucho de la calidad vista antaño.
Una cara bonita no siempre es suficiente
Skelattack es sin duda un título que entra por la vista. Más allá de que no es la primera vez que manejamos a un esqueleto (hola, MediEvil), su premisa está arropada por un apartado gráfico muy bonito, donde destacan los diseños de sus personajes y parte del decorado, donde se nota la influencia de Tim Burton.
Su historia se centra en Skully, un recién llegado a la región de Aftervale, dentro de Underworld, tras haber fallecido como humano. Y por desgracia para este esqueleto, no podrá estar tranquilo ni siquiera en este estado por culpa de otros humanos empeñados en fastidiar ese poblado, secuestrando a Elzedon, el esqueleto más veterano del lugar, con el objetivo de conseguir la Llama Azul.
Por suerte para Skully, no estaremos solos, puesto que nos acompañará en todo momento la murciélago Imber, a la que podremos controlar de vez en cuando en ciertas secciones de habilidad con el botón del salto para mantenernos en el aire intentando esquivar los pinchos que nos matan de un toque. Al menos, eso sí, no habrá que preocuparse por las vidas ni por los abundantes puntos de control.
Skelattack no llega para revolucionar el género ni destaca especialmente sobre el resto de juegos del estilo, pero sí que sabe defenderse con el plataformeo y va mejorando a medida que progresa la historia, pese a su brevedad, incluso aunque queramos lograr el 100% de objetos y mejoras para Skully e Imber: cinco horas.
Es más lineal de lo que parece a simple vista, por mucho que nos topemos de vez en cuando con dos o tres caminos al adentrarnos en una nueva sala (contamos con un mapa de mucha ayuda), incluso para las misiones secundarias o la búsqueda de tesoros. También por lo pequeñas que son las regiones si lo comparamos con el típico Castlevania de turno, teniendo en cuenta su influencia.
Skelattack parece sacado con muchas prisas
Todo eso no deja de ser secundario, en cualquier caso, si tenemos en cuenta ciertos aspectos bastante mejorables de este trabajo de Uzuka apadrinado por Konami. ¿Su mayor fallo? Su forma de rebotar saltando por las paredes.
Y es que se desliga por completo de la fórmula tradicional y opta por usar el botón de dirección opuesto, en vez del propio botón del salto. Un ejemplo: saltamos hacia la pared de la derecha y pulsamos "izquierda" para saltar a la pared de la izquierda. Sobre el papel no parece nada descabellado, ¿verdad? Pues en la práctica es un completo caos en ciertas situaciones, al activar sin querer el rebote. O lo que es peor, no poder calcular la fuerza y chocar contra los pinchos.
Tampoco ofrece unos combates satisfactorios, al ser bastante simple en ese sentido y faltarle "fuerza" para que la sensación de impacto sobre el enemigo sea más consistente. Además, Skully cuenta con pocos movimientos aparte del tajo básico (en varias direcciones, eso sí), por mucho que lleguemos a desbloquear un dash ofensivo tras el primer jefe. Y en este sentido, bastantes sencillos los jefes.
Para colmo, a nivel de rendimiento el juego no se muestra muy estable por culpa de un movimiento algo brusco del scroll de pantalla. Como si se hubiese lanzado al mercado con prisas, sin un beta test en condiciones. Son pequeños detalles que bien podrían tener solución y que minan el resultado global, donde tampoco tendremos opción a saltarnos las conversaciones (aunque las repitamos por error). Y aquí, por cierto, viene con textos en inglés de un nivel no tan accesible.
Es una pena, porque si somos pacientes y no tiramos el mando a las primeras de cambio por culpa de los rebotes y la muerte instantánea con los pinchos, se llega a disfrutar, especialmente por la simpatía que destilan sus personajes y las sorpresas que nos dejan algunos de sus entornos y los secundarios del lugar.
La opinión de VidaExtra
En definitiva, Skelattack es un plataformas que cumple con lo justo y al que se le debería pedir más sabiendo el apoyo de Konami detrás. Ganaría muchos enteros si Uzuka logra solventar los problemas del control y la falta de profundidad de los combates, pero al menos es un punto de partida interesante para la nueva Konami. ¿A qué otros juegos dará voz? ¿Se acordará de sus sagas en barbecho?
Skelattack
Plataformas | Nintendo Switch, PS4, Steam y Xbox One (versión analizada) |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Uzuka |
Compañía | Konami |
Lanzamiento | 2 de junio de 2020 |
Precio | 19,99 euros |
Lo mejor
- Su estética es una gozada
- La simpatía de sus personajes
- Lograr el 100% requiere sudor
Lo peor
- El control de los rebotes en las paredes
- A los combates les falta profundidad
- Pega algunos tirones en pantalla