Time Crisis es probablemente la recreativa que más me impactó en los 90. Por lo general, cualquiera de carreras o de disparos con pistola acoplada al mueble eran impresionantes en aquella época, pero el hecho de contar con un pedal para dejar de estar agachados le confirió a esta obra de Namco un halo de lo más especial.
Además, todo salón recreativo a mediados de los noventa no podía estar sin este videojuego arcade, donde se agolpaba mucha gente con el sueño de convertirse, durante breves minutos, en un James Bond nipón. Como si Rolling Thunder, también de Namco, se hubiese pasado a los shooters sobre raíles en respuesta al Virtua Cop de SEGA de 1994. Un clásico de 1995 que toca retroanalizar ahora.
Ponte a cubierto y cuidado con los soldados de rojo
No sé las veces que lo jugué (y las monedas de 100 pesetas que gasté en el proceso), pero sé que por culpa de mi compañero Rubén a la hora de revivir su GunCon de PlayStation, me han entrado ganas de recordar su recreativa, la que pude degustar con mayor amplitud, puesto que, a pesar de comprar años más tarde su conversión a la consola de Sony, ésa la tuve que jugar con mando.
Time Crisis no se podía concebir sin pistola ni sin pedal. Este combo era, sin duda, el mayor atractivo de esta recreativa de Namco, al diferenciarse de los Operation Wolf y cía de finales de los 80 e inicio de los noventa, encontrando su máximo competidor en la saga The House of the Dead de SEGA estrenada en 1996. Un duelo que nos brindaría múltiples entregas para ambos títulos.
Volviendo al combo, especialmente al pedal, la peculiaridad de su control era que si no pisábamos el pedal, permanecíamos a cubierto. Era un cambio significativo respecto a otros shooters con pistolas, puesto que en los demás siempre estábamos a descubierto. Esto le confería estrategia y sobre todo una mayor inmersión que al resto, donde era bastante habitual en aquella época ver a la gente agachándose, literalmente, jugando a Time Crisis, acompañando el movimiento con el propio pedal. Era imposible resistirse. Todos lo hicimos.
Gráficamente no era la bomba, al mejorar ligeramente lo visto en el citado Virtua Cop de 1994, pero poco importaba. Era una experiencia tremenda que nos ponía en la piel de Richard Miller para rescatar a Rachel, la hija del presidente de "Sercia" (Serbia, pero con el nombre cambiado). Todo ello en tres actos cortos e intensos que tenían lugar en un castillo que cubría casi la totalidad de una isla rocosa.
Time Crisis, de los mejores shooters con pistola
No era un juego repleto de secretos como en el posterior clásico de SEGA, ni tampoco teníamos que preocuparnos por salvar civiles (que no había, salvo Rachel). Por no tener, no teníamos más armas que una pistola. Pero al menos su cargador tenía balas infinitas... que había que recargar soltando el pedal. Era su doble función, básicamente: estar a cubierto y reponer la munición del arma.
Pisar simbolizaba pasar a la acción, como para dejar claro a los enemigos que estábamos aquí y que teníamos ganas de guerra. Algo nada fácil en ciertos tramos, puesto que exigía mucha memoria muscular hasta que aprendíamos al dedillo por dónde salían los enemigos más duros, esos que no nos daban casi ni un segundo de respiro al no fallar casi nunca sus disparos. Sí, los que iban de rojo. O los de las granadas y lanzacohetes. Incluso los que controlaban las torretas.
Time Crisis era un sueño hecho realidad para los fans de ese género donde la historia era lo de menos. Palomitero a más no poder, rejugarlo hoy da un poco de risa al ver lo absurdas que pueden ser las charlas de sus personajes, como Sherudo Garo o la propia Rachel. De aquellas nos parecía la leche por el mero hecho de ser nosotros los que salvábamos a la chica de los malos de turno.
Al ser un shooter sobre raíles, estábamos ante una coreografía orquestada, pero una en la que había que vigilar de vez en cuando ciertas trampas de los escenarios, tanto para esquivar como para provocar explosiones y ahorrarnos unos segundos. Porque si se agotaba el tiempo, también moríamos. Y pese a todo, era un juego que se podía ventilar en unos 15 minutos. Su rejugabilidad (si éramos lo suficientemente habilidosos para completarlo usando un crédito, claro) venía por el espíritu arcade para intentar subir puestos en el marcador en base al tiempo o puntería, algo sólo reservado para los mejores espías de cada ciudad.
En la conversión a la primera PlayStation, por cierto, se le añadió a mayores un modo Especial en el que se continuó la historia con fases nuevas y en donde influía lo rápido que éramos, hasta el punto de desembocar en múltiples finales.
¿Ha aguantado bien el paso del tiempo?
Sí, si omitimos lo mal que han envejecido sus gráficos. Por lo demás, hay pocos juegos que hayan sabido replicar el verdadero espíritu que se le pedía a una recreativa en aquella época y éste fue uno de ellos. Siempre es buen momento para unas partidas a Time Crisis, da igual el tiempo que pase. Es atemporal.
Time Crisis
Plataformas | Arcade (versión analizada) y PlayStation |
---|---|
Multijugador | No |
Desarrollador | Namco |
Compañía | Namco |
Lanzamiento | 1995 |
Precio | No hay pesetas |
Lo mejor
- El combo pistola + pedal era brutal
- La inmersión que producía esta experiencia
- Nos picaba constantemente en cada acto
- La banda sonora nos ponía en tensión
Lo peor
- La recreativa duraba un suspiro
- Gráficamente ha envejecido mal
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