Precisión, ergonomía y funciones adicionales capaces de ofrecer una ventaja en las partidas. Puede que el debate en torno a unos sticks simétricos o asimétricos esté lejos de acabar pero, puestos a elegir, tanto Microsoft como Sony tienen dos alternativas pensadas para quienes desean ir varios pasos más allá del mando ya incluido junto a la consola: el Xbox Elite Series 2 y el DualSense Edge. Las revisiones avanzadas de sus sistemas de control pensados tanto para la nueva generación de sobremesas como para PC y móviles.
Y es que el modo en el que PlayStation y Xbox revalidan la posición de sus sticks o las características únicas de cada mando frente los jugadores más exigentes nos deja con interesantes argumentos mientras se abren nuevas puertas a la hora afianzar el matiz competitivo o disfrutar de nuestras partidas en solitario. Eso sí, dos alternativas cuyo precio es una barrera muy a considerar. O, al menos, nos invitan a plantearnos si merece la pena dar el paso o quedarnos con lo que ya tenemos.
¿Hasta qué punto uno de estos mandos puede mejorar o tener un efecto en tu experiencia de juego? En VidaExtra conocemos muy a fondo tanto la propuesta del mando Elite de Xbox (y su alternativa económica) como la del DualSense Edge. Sus aciertos, sus flaquezas, que las tienen, y las posibilidades que abren al jugador. Los usamos para analizar juegos como Resident Evil 4, Street Fighter 6 o Dead Cells: Return to Castlevania en consolas y PCs y hemos sacado conclusiones muy claras al respecto.
Si bien, ya tienes a tu disposición nuestros análisis sobre cada mando, es hora de medir sus aciertos y lo que los hace diferentes de una manera más frontal. Y es que quizás te plantees hacerte con una de estas dos alternativas a la hora de jugar en consolas no hay mucho debate, pero tanto si juegas con mando en PC (por ejemplo, a juegos de acción plataformera) como si improvisas partidas con tu móvil o Steam Deck. Ahora te vamos a dejar todas las dudas resueltas de una vez por todas. Empezando, cómo no, por sus especificaciones.
DualSense Edge vs. Xbox Elite Series 2: especificaciones frente a frente
Las cajas de cada mando Premium de PlayStation y Xbox buscan causar una buena impresión (y lo consiguen) pero lo esencial está en cómo se logra una mejora de la experiencia de juego a través del hardware y el software. Empecemos poniendo sobre la mesa el primero de éstos estableciendo las especificaciones, componentes y elementos clave del DualSense Edge y las dos variantes de Xbox Elite Series 2.
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DualSense Edge |
Xbox Elite Series 2 |
XBOX ELITE SERIES 2 básico |
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Diseño |
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Análisis |
Sony ante el desafío de ofrecer el mando definitivo de PS5. Análisis del DualSense Edge |
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Año |
2023 |
2019 |
2022 |
Dimensiones |
160 x 65 x 60mm (con los sticks originales) |
155 x 60 x 65 mm (con los sticks originales) |
155 x 60 x 65 mm (con los sticks originales) |
Peso |
327g |
335 gramos (con extras) |
335 gramos (con extras) |
Botones frontales y superiores |
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REVERSO del mando |
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Sticks |
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Retrocompatibilidad |
No |
Con todos los modelos de Xbox One |
Con todos los modelos de Xbox One |
Sensores |
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No aplica |
Sonido |
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No aplica |
Comunicación |
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Puertos |
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Batería |
Batería de ión litio recargable (1050 mAh) |
Batería de ión litio recargable (2050mAh ) |
Batería de ión litio recargable (2050mAh) |
Además, se incluye |
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Variantes |
No aplica |
Se puede personalizar por completo con Xbox Design Lab |
Se puede personalizar por completo con Xbox Design Lab |
Accesorios |
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Precio |
239,99 euros |
179,99 euros |
129,99 euros |
A partir de aquí toca establecer tres consideraciones elementales:
- Pese a que el Mando DualSense Edge es compatible con PC y móviles, no se puede usar para jugar en PS4. Con todo sí es posible usar el DualSense 4 en PS5 en los juegos de octava generación.
- La única diferencia entre los modelos de mando de Xbox Elite Series 2 y Elite Series 2 Básico son los accesorios incluidos, los cuales también se pueden comprar por separado por unos 60 euros.
- A través de la web Xbox Design Lab es posible personalizar completamente el aspecto y la presentación del mando Xbox Elite Series 2.
Con las presentaciones debidamente hechas, y viendo de manera sencilla todo lo que los hace diferentes entre sí, va siendo hora de hablar de la experiencia con ellos a las manos.
DualSense Edge, la extensión de la filosofía de PS5 con Sticks modulares
A golpe de vista hay que fijarse en detalles muy específicos para distinguir el DualSense Edge del original: el panel táctil y los botones pasan a ser de color negro y, bajo los sticks, aparecen dos botones con forma de pedal con un propósito muy definido: alternar entre los diferentes perfiles de juego. Y lo mejor es que puedes crear una barbaridad de perfiles.
Hay detalles puntuales en su diseño que lo hacen un poco más atractivo que el original, pese a que se trata de una cuestión de simple gusto: los salientes inferiores están completamente redondeados en lugar de esa forma ligeramente aplanada. Además, la sensación del panel táctil es más agradecida.
El acabado trasero es un poco más gomoso que el DualSense de 2020, lo cual se acaba notando -para bien- en las sesiones maratonianas de juego. Si eres de ese perfil de jugador al que le sudan las manos al complicarse la partida, es algo a tener en cuenta.
Además, y al igual que el primer DualSense, el modelo Edge tiene una textura distintiva basada en los símbolos de PlayStation pero no tardamos en encontrar elementos nuevos: dos espacios para colocar palancas adicionales y dos topes para los gatillos.
- Con respecto a lo primero, en cada estuche del DualSense Edge se incluyen con el mando dos botones tipo palanca y dos de tipo bóveda. Puedes acoplar dos de ellos firmemente por un sistema de imanes. En cualquier caso, son reasignables con lo que podemos reubicar casi cualquier otro botón para accionarlo desde el reverso.
- Los topes de los gatillos sirven para acortar el recorrido del mismo, lo cual regala al jugador valiosísimos instantes tanto al disparar como al acelerar o atacar. Eso sí, sin perder las funciones adaptativas del DualSense.
Mando en mano, el peso con casi 50 gramos de diferencia frente al DualSense, lo cual no quita que se haya hecho un rediseño interesante por dentro: presionando una palanca trasera es posible levantar el frontal bajo el panel táctil e intercambiar los sticks analógicos. Una idea interesante, ya que si estos se estropean no será necesario comprar otro mando sino la pieza suelta.
Con todo, y pese a que Sony ha dejado pasar la oportunidad de lanzar diferentes tipos de Sticks, se pueden retirar a presión los tapones de cualquiera para alternar la altura o el tipo de cúpula con cualquiera de recambios disponibles. Eso sí, en caso de que queramos un stick de repuesto o adicional hay que comprarlo por separado.
La parte donde los jugadores verdaderamente van a sacarle un partido adicional al DualSense Edge no proviene del mando en sí, sino de la nueva pestaña de los ajustes de PS5 que llegó con la actualización de la consola de enero de 2023: a través de la misma es posible reasignar cualquier tecla del mando a otra con excepciones puntuales (botón PlayStation o botón Crear) de modo que se abren las puertas de par en par a un nuevo nivel en lo que se refiere a la accesibilidad en PlayStation.
De hecho, es a través de esta pestaña de PS5 (inexistente en PC) dónde podremos calibrar las zonas muertas de las palancas o los gatillos, con los que podremos crear una sensibilidad muy específica para adaptarla al tipo de juego: podemos recortar décimas de segundo en los shooters, ganar mucha más precisión en juegos como FIFA o Street Fighter o lograr unos bloqueos perfectos en los juegos de FromSofwate.
Y no solo eso, es posible sustituir el tener que presionar el stick para correr por los botones reasignables traseros. Y eso se agradece mucho.
La otra gran ventaja tanto frente al DualSense y una diferencia muy interesante frente al Elite Series 2 es lo sencillísimo que es alternar entre perfiles: pulsas la palanca bajo el stick y eliges entre cuatro combinaciones previas. ¿Necesitas más? Puedes crearte montones desde la pestaña de ajustes y tenerlos siempre a mano. Uno para juegos de lucha, otro para juegos de conducción, otro para jugar a Elden Ring...
Con todo, y esto es esencial, el DualSense Edge no mejora ni los sensores giroscópicos, ni la tecnología háptica. Los gatillos adaptativos se benefician de los nuevos topes, pero si no los fijamos la sensación es exactamente la misma y lo mismo se aplica a las funciones de micrófono y altavoz. Se gana en precisión, pero las sensaciones al jugar son exactamente iguales. Y eso no es malo.
Un punto muy en contra es la autonomía del mando, de la cual hablaremos más abajo al compararla con la del mando de Microsoft. Sin embargo, Sony ataja que su duración se vea recortada un tercio frente al DualSense original a través de un broche específico para el cable incluido con el que evitar indeseadas conexiones mientras jugamos. Porque, salvo que seamos de jugar en sesiones cortas, toca asimilar que habrá que jugar con el DualSense Edge enchufado a la consola.
Xbox Elite, el mando más versátil de Microsoft
El mando de Xbox supone un estándar en sí mismo para incontables jugadores y desarrolladores de PC. Y no lo vamos a negar, para muchos de nosotros esos sticks asimétricos están muy bien planteados. Sobre todo cuando están acompañados de una cruceta de la que realmente te puedes fiar tanto en los juegos de lucha como en los clásicos. El Elite Series 2 afianza esas sensaciones con más ergonomía, más precisión y más recursos, pero lo que de verdad hace las delicias de los fans es su enorme versatilidad.
Partamos de algo sencillo: el actual mando de Xbox Series X (y Series S) se inspiró enormemente en el Elite Series 2. De hecho, la revisión del mando de gama Premium de Microsoft llegó un año antes que sus consolas de nueva generación, aunque basta con tenerlo en las manos para empezar a notar las diferencias: 40 gramos de diferencia con todos los extras y sin pilas. Entre otras razones, porque no necesita pilas.
La manera de cargar el Elite Series 2 es vía cable USB C o a través de una estación inalámbrica que, por cierto, se incluye en el precio y encaja de maravilla en el estuche. Eso sí, profundizaremos en su autonomía después, pero ya te adelantamos no nos quedaremos con la partida a medias: puedes pasarte un juego entero sin tener que enchufar el mando y te sobra para darte una buena maratón de Vampire Survivor.
Como comentamos al principio, existen dos alternativas a la hora de comprar el mando Elite Series 2 de Xbox (el normal y el básico) cuya única diferencia es lo que se incluye en la caja: el modelo básico viene sin el estuche, el cargador inalámbrico, los cuatro sticks adicionales, los pedales traseros y una cruceta adicional de estilo clásico y en forma de cruz. Con todo, si lo echamos en falta siempre se puede adquirir todo el lote por separado aproximadamente la diferencia de precio.
Dicho lo cual, los más de 100 euros de diferencia de precio entre el mando incluido en la consola y el modelo con todos los extras del Elite Series 2 no se destinan a eliminar las pilas: pese a las similitudes de diseño con el actual mando de Xbox, nos topamos con toda clase de diferencias sustanciales que establecen el salto de calidad: toda la zona que abarca la palma de la mano y el reverso del propio mando ofrece un acabado antideslizante de goma. Pocos mandos aciertan tanto y tan bien con el tacto y los materiales.
Si, además, estiramos los dedos encontraremos nada menos que cuatro botones traseros personalizables con forma de palanca. Dos más que el DualSense Edge. Podemos retirarlos muy fácilmente si lo deseamos, aunque no estorban, ya que se agarran a través de un sistema de imanes. El mismo, por cierto, que el que se usa en los tapones de los Sticks y la cruceta: retirarlos e intercambiarlos con los otros es tremendamente sencillo. Pero lo mejor de todo es que, además, podemos calibrar la tensión.
Tanto el modelo básico como el Elite Series 2 con todos los extras incluye una sencilla herramienta con la que ajustar sin complicaciones la tensión de cada stick, lo cual habilita una respuesta más rápida y precisa de manera mecánica. Algo que no está reñido con la opción de personalizar el mando a través de Software a través de su soberbia app dedicada en PC, Xbox o móviles.
A través de la app gratuita de Accesorios de Xbox (la cual está preinstalada en la consola) podemos guardar hasta 250 perfiles en la nube, perfecto para llevar tu mando de un sistema a otro, y alternar entre tres usando un simple botón. Y si queremos no usar ninguno de los que hemos asignados basta con mantener pulsado el botón de perfiles un rato y funcionará como cualquier mando estándar sin personalizar.
Eso sí, en caso de que queramos un mayor grado de precisión, siempre podemos ajustar desde la app cada botón para colocarlo dónde queramos, asignar dos botones a uno y establecer la sensibilidad y las zonas muertas de cada palanca y gatillo. Y ojo, la app incluso ofrece una opción de Copiloto para que dos personas puedan usar dos mandos (ya bien sea Elite o normal) como si fueran uno solo. Convirtiéndose el Elite Series 2 en uno de los mejores mandos de cara a la accesibilidad.
Si bien, la precisión de los gatillos se puede ajustar de manera muy sencilla a través de la app, también se habilita el uso de unos topes de tres niveles, aunque las sensaciones son diferentes a las del DualSense Edge: al no tener la tecnología de los gatillas adaptativos el recorrido es más un un poquito corto y cede menos. Lo cual se traduce en que si ajustamos el recorrido con la app y le ponemos la máxima resistencia tardaremos mucho menos en realizar la acción. Y eso, a nivel competitivo, es una enorme ventaja.
Ahora bien, lo que verdaderamente es un poderoso reclamo del mando Elite Series 2 es un aspecto crucial que comparte con el actual mando estándar de Microsoft en Xbox Series X: emparejarlo es extremadamente sencillo. basta con pulsar el botón de sincronización inalámbrica (justo sobre el botón central de Xbox) y lo detectará casi cualquier sistema con conexión Bluetooth. Algo que, por otro lado, extiende la filosofía de la actual Xbox: empieza tu partida dónde quieras y continúa jugando en cualquier dispositivo, ya bien sea tu tablet o desde navegadores. Y eso también se extiende a la Xbox One.
Por último, pero no menos importante, el mando Elite Series 2 no incluye ni micrófono ni sensores o giroscopios. Su vibración se siente muy bien, aunque está lejos de igualar al DualSense. Pero, a cambio, puedes usar en el mando cualquier accesorio que ya tengas de los mandos de Xbox, incluyendo el adaptador para micrófono de las Xbox One lanzadas en 2013 o el mucho más transgresor Adaptive Controller. No solo es el mejor mando de Microsoft, sino también uno de los más versátiles jamás hechos.
Hablemos de la autonomía, las piezas extra y el transporte
DualSense Edge hereda y comparte muchas ideas y opciones del Elite Series 2. Desde los ajustes de precisión por la app de sus sticks o replantear la disposición de sus botones a la manera de alternar entre perfiles. Sin embargo, hay diferencias muy notables que deben tenerse muy en cuenta. Tanto a la hora de jugar como si nos planteamos viajar con los cualquiera de estos mandos.
De entrada tenemos que tener en cuenta la autonomía de cada mando. Mientras que Xbox asegura que el Elite Series 2 totalmente cargado ofrece 40 horas de juego (las cuales puede alcanzar holgadamente) si jugamos una tarde con el DualSense Edge, para cuando sea de noche nos veremos con el mando enchufado a la consola.
Esto se debe en parte a la diferencia de la batería de ión litio, pero la cosa va más allá: la tecnología del DualSense Edge (con batería de 1050mAh ) en base a los sensores y funciones de vibración reduce enormemente la duración de su carga, incluso si el juego apenas lo aprovecha. La alternativa es gestionar esto de manera manual y desde las opciones, pero es solo hacerle un apaño a lo que hay. En el caso del Elite Series 2 (2050mAh ) también se puede gestionar la vibración e incluso el color del led del botón de Xbox, pero el impacto al consumo es menor, y eso acaba jugando a su favor.
En lo que respecta a la carga también hay un aspecto muy curioso: a diferencia del mando original, la entrada USB-C del modelo DualSense Edge cuenta con un sistema para enganchar un broche especial con el que el cable no se desconecta al dar un tironazo.
Este broche es compatible con el cable de los DualSense de Sony y, lógicamente, con el cable trenzado incluido con el propio mando, pero no le puedes enganchar -por ejemplo- el del mando Pro de Nintendo Switch. Así que si sacas la consola de casa más te vale llevarte tu propio cable USB o directamente olvidar que tienes un broche.
Además, y como comentamos antes, puedes comprar módulos de sticks adicionales para el DualSense Edge, pero son exactamente iguales a los que ya se incluyen con el mando. Se puede entender que, dado su precio, es más barato comprar uno de repuesto otras soluciones. Que el sistema de intercambio de tapas de los sticks del DualSense Edge sea a presión en lugar de con imanes (como ocurre con sus botones traseros) hace que tarde o temprano tengamos que forzarlos un poquito o, como en el caso anterior, obviar la opción de intercambio.
En el caso del mando del mando Elite Series 2, el mando de Xbox, todos los espacios del estuche están ocupados con cada una de las piezas necesarias. Siempre que nuestra edición sea la que trae el estuche: Microsoft da la alternativa de adquirir solo el mando con la herramienta de los sticks y el cable de carga a través de la edición básica, pero también lanzó Pack completo de componentes y estuche que, según la tienda de Microsoft, se vende a 59,99 euros.
A título personal, si esperamos la oferta adecuada es posible hacerse con el mando Xbox Elite Series 2 y todos los componentes y el estuche por aproximadamente unos 30 euros más de lo que vale la alternativa básica sin ellos. Pero toca esperar el momento.
Eso sí, la manera en la que están planteados y dispuestos ambos estuches, el de PlayStation y el de Xbox, es prácticamente idéntica: abierta la cremallera nos topamos con un amplio espacio para colocar su mando y una zona acolchada dispuesta para colocar perfectamente todos los extras incluidos salvo un hueco que queda vacío en en del DualSense Edge para un tercer módulo de stick intercambiable.
En la otra mitad, una redecilla para guardar el cable y y lo que necesitemos y en el caso del mando de PlayStation un código QR que nos dirige a la web oficial con todas las dudas acerca del DualSense Edge resueltas. Un pequeño gran detalle que nunca está de más tener a mano, sobre todo si se aprovecha esa zona lisa dedicada a proteger el panel táctil.
Y, si bien, ambos estuches cuentan con un especie de escotilla con la que poner cada mando a cargar sin tener que abrir la cremallera, el sistema de Xbox es más sencillo (una pequeña tapita de goma) en comparación con una mucho mayor abertura que se pliega con velcro. En cualquier caso, la funda de Xbox también deja espacio al cargador inalámbrico del mando, lo cual está bien al coste de aumentar un poquito más el peso del estuche al transportar el mando.
No está de más recordar que el mando Elite Series 2 de Xbox pierde la ranura para las pilas, de modo que cuenta con una batería de ion litio. Algo que tiene sus propias ventajas y contras.
Finalmente, y retomando los estuches, una vez cerrados no hay margen de error o a confusiones en lo que respecta al diseño y la rigidez:
- El estuche del Elite Series 2 tiene un acabado de tela y es un poquito más pequeño y ligero con una única cremallera. Transportarlo es cómodo, ya que es relativamente fácil de limpiar y disimula las manchas y desperfectos.
- El estuche del DualSense Edge es de mayor tamaño, igual de cómodo al transportar, con sistema de doble cremallera y completamente rígido con material de buena calidad y un diseño muy en sintonía a la estética de PS5.
Dicho lo cual, y pese a que no lo hemos puesto a prueba, el color y el material del estuche del DualSense es bastante más resistente y logran que el mando de Sony esté totalmente protegido, que es lo más esencial, pero delatarán una mala caída o un golpe severo.
La prueba final: Más allá de las consolas DualSense Edge vs. Xbox Elite en PC y móviles
Tanto el mando de PlayStation como el de Xbox tienen enormes avances frente a los originales en lo que respecta a su precisión y saben ofrecer recursos adicionales para quienes busquen una experiencia competitiva, pero también son una extensión de la filosofía de cada casa:
- En el caso del DualSense Edge, busca extender las sensaciones del juego más allá de la pantalla con las tecnologías de vibración y gatillos de PS5.
- En el caso del Elite Series 2, que puedas jugar a lo que quieras, cuando quieras y dónde quieras con un emparejamiento tan sencillo como darle a un botón.
Hasta ahora hemos visto los puntos en común y las diferencias de cada mando, tanto en lo que respecta a su diseño, posibilidades, ergonomía o autonomía. Pero, ¿hasta qué punto le merece la pena a un jugador sin consola darse este capricho?
De momento, el DualSense Edge solo alcanza su máximo potencial en PS5
PlayStation Studios acaba de desembarcar en PCs, y eso juega no siempre juega a su favor: la mayoría de los juegos de Steam o Epic que usan mando tienen en cuenta el XInput de Microsoft (es decir, el mando de Xbox) por defecto, y esto no solo se traduce en la manera de usar los botones, sino a los comandos que se muestran en pantalla.
Por otro lado, de momento no hay una aplicación que aproveche los ajustes especiales y la manera de alternar entre perfiles del DualSense Edge en PC o móviles, con lo que esas funcionalidades no se aprovechan más allá de PS5. Una barrera que Sony deberá sortear de algún modo a través de Windows. Y no es algo imposible: existen soluciones no oficiales, aunque bastante aparatosas.
Con todo, no podemos obviar que a diferencia del mando de Xbox, tanto el DualSense como el DualSense Edge incluyen un micrófono y altavoces, los cuales pueden usarse y configurarse en PC. Un punto a favor aunque, al igual que en consolas, están lejos de ser una solución ideal para jugar online.
Y sin embargo, el gran problema viene no solo de la posibilidad de alternar lo que hace cada botón, lo cual se puede conseguir fácilmente en la mayoría de los juegos toqueteando los ajustes, sino en la otra gran opción que se queda únicamente en consolas: la imposibilidad de alternar entre diferentes perfiles de usuarios como en PS5.
Finalmente, y esto es algo a considerar, no han demasiados juegos que aprovechan la tecnología háptica o de gatillos adaptativos del DualSense (y, por extensión el DualSense Edge) más allá de PS5. Tenemos el Sackboy: Una Aventura a lo Grande, los juegos de Spider-Man o Returnal, pero si vamos a hacer una gran inversión en este modelo Premium de mando, lo suyo es que haya muchos más juegos que saquen partida a sus características.
La tecnología y las aportaciones del DualSense Edge son estupendas pero, al menos de momento, solo se manifiestan en su totalidad en consolas PlayStation.
Elite Series 2 es una extensión del ecosistema de Xbox y el gran plan de Microsoft
Los modelos Elite Series 2 no cuentan con los gatillos ni la vibración del DualSense, pero si aportan algo más al jugador que al conectar el mando de Xbox Series X a un PC o un móvil: puedes crear perfiles y calibrarlos dónde quieras, y al guardar los ajustes en la nube te estarán esperando allí donde inicies tu sesión. Porque si el Game Pass es el engranaje central de Xbox y su caballo de Troya, su mando funciona como su ariete.
Conectar el mando a tu móvil (Android o iPhone) es sencillísimo. Iniciar una partida a cualquier juego en la nube o a uno de esos indies o clásicos que esperan en Apple Arcade o acaban de estrenarse en la Google Play Store, incluyendo los gratuitos de SEGA Forever, conlleva los mismos pasos que emparejar unos auriculares. Y en el caso de PC, además, tienes más recursos que en la propia Xbox.
Que puedas asignar dos botones a la vez a uno solo le da nuevas aplicaciones a las palancas traseras, que son cuatro, a la hora de crear atajos o combinaciones específicas en aquellos juegos que requieren un extra de precisión. De modo que, pese a no contar con una tecnología tan avanzada como el DualSense, su versatilidad más allá de las consolas Xbox le da puntos adicionales en PC y móviles al Elite Series 2.
Esto también se aplica a Steam Deck, que conste. Porque la portátil de Valve no deja de ser, a su vez, una extensión de Steam. Y pese a que sus sticks son simétricos, la disposición de botones y el uso de los mismos es el mismo del mando de Xbox. Si ya estabas acostumbrado a la máquina de Valve, la transición al mando Elite Series 2 será absolutamente natural.
Y no lo vamos a negar, que además del modelo normal haya una edición básica sin tantos componentes reduce el impacto inicial de su precio. Porque la verdadera gracia no está tanto en la cantidad de palancas y crucetas alternativas, sino en cómo puedes ajustar las zonas y la graduación de los sticks y los gatillos para extraer todo el potencial. Eso sí, incluso el modelo base trae una herramienta para la tensión de los sticks.
Recogiendo papeles: qué aportan DualSense Edge y Xbox Elite
Las opciones de mando premium de PS5 y Xbox suponen un salto de calidad en la experiencia en consolas y una ventaja más que patente en los videojuegos competitivos. Tanto en todo aquello que hacen de manera similar como en lo que los hace diferentes. El debate de sticks simétricos o asimétricos está muy lejos de cerrarse, pero la manera de distanciarse de los modelos originales es mucho más que una diferencia estética y una mejor ergonomía.
En cualquier caso, que el precio del DualSense Edge sea bastante más elevado que el del Elite Series 2 y que actualmente no se aprovechen tan bien sus funciones en PC y móviles es un desafío que Sony deberá atajar si de verdad quiere llevar su tecnología y sus sagas más allá de PlayStation. Además del hecho de que la prioridad de muchos desarrolladores de escritorios no está en las funciones específicas del mando de Sony. Pero esa, nos tememos, ya es otra historia.
En cualquier caso, tanto el DualSense Edge y Xbox Elite son una gran extensión de la filosofía con la que Sony y Microsoft han abordado sus particulares saltos generacionales y un elemento en común realmente interesante: la capacidad de ofrecer al jugador disfrutar de sus videojuegos favoritos con más precisión y nuevas opciones. Incluso si es a base de crear un perfil específico para cada título.
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