Aunque el anuncio quedó algo escondido por la vorágine de amor que despertó la publicación de la fecha de lanzamiento de ‘God of War’, es indudable que el anuncio más importante de la semana pasada (o incluso de lo que llevamos de año) es el empujón que Microsoft le ha dado a su Game Pass incluyendo sus próximas exclusivas en la suscripción.
Pero a un panorama bastante revuelto con la cada vez más probable llegada de un Netflix de videojuegos y lo que todo eso supone para la industria a nivel de compra y venta física, desarrollos y usuarios, Polygon suma una nueva bomba al saco: Microsoft podría estar planteándose la adquisición de empresas como EA, Valve o PUBG Corp. ¿Hasta qué punto es eso posible?
Capitalización bursatil para dummies
No os voy a engañar, es un tema que se me escapa por completo, más aún si tengo que explicarlo de forma que se entienda, así que he recurrido a dos expertos en la materia para que nos hablen un poco de cómo funcionan las adquisiciones de compañías y, sobre todo, hasta qué punto sería viable un movimiento así.
La primera pregunta es clarísima. ¿Es viable todo esto? ¿Puede llegar Microsoft, sacar su billetera y decidir que EA pasa a ser una compañía filial de los de Redmond? Alejandro Nieto, coordinador y editor de El Blog Salmón, confirma que sí, y que además no levantaría muchos problemas por culpa de organismos de regulación evitando que una empresa se pueda hacer con un supuesto monopolio, según él: “no creo que haya problemas de competencia, hay muchas empresas de videojuegos”.
La clave para entender esto está en cómo funcionan las adquisiciones de compañías que cotizan en bolsa, el caso de EA pero no de Valve o PUBG Corp. En este caso concreto, lo único que parece ser primordial es tener suficiente dinero en caja para realizar la compra, en este caso algo más de los 35.000 millones de dólares que cotiza en bolsa EA.
Cuando una empresa sale a bolsa emite acciones, cada acción tiene un precio (determinado por los precios de oferta y demanda en el mercado) y el precio de la empresa es el número de acciones x el precio de la acción (a esto se le llama capitalización bursátil).
Normalmente cuando una empresa compra a otra paga un precio superior a lo que cotiza en bolsa, ya que tiene que convencer a todos los accionistas a que vendan sus acciones (o a una mayoría de los accionistas). Así que si Microsoft tiene que comprar, pagará más de 35.000 millones, quizá 40.000.
La cosa sale cara porque estaríamos hablando de la necesidad de adquirir el mayor número de participaciones posible y hay que convencer a los posibles vendedores, un tema sobre el que nos arroja algo más de luz Gonzalo García, Licenciado en Economía y también compañero de esta casa.
Cuando se hace una OPA el que compra paga también por tomar el control. Las acciones que compra un pequeño accionista le dan algunos derechos, como participar en las juntas y, sobre todo, percibir dividendos. Sin embargo, en una OPA lo que se quiere es tener suficiente número de acciones como para poder tomar decisiones en la empresa. Ese es el motivo más habitual por el que en una OPA se suele ofrecer un precio más elevado por las acciones que el de su cotización en la bolsa antes de la OPA.
¿Puede EA negarse a esa compra?
Seguro que llegados a este punto, muchos habréis caído en lo que yo pensé en ese momento. Si Microsoft quiere tener el control de una compañía, le vale con pagar algo más de la mitad de lo que cuesta para hacerse con ella. Lo típico que se suele ver en las películas en las que una empresa quiere conseguir el 51% de una compañía para dejar al otro 49% sin poder de decisión.
Pues sí y no, según comenta Gonzalo, depende de la situación y el país, con un 20 o 30% ya podría tomarse el control si el resto de participaciones están muy segmentadas, pero la intención de la OPA sería adquirir la práctica totalidad de la empresa para poder convertirla en una filial de Microsoft y que deje de cotizar en bolsa.
Además, si una empresa cotiza en bolsa y un accionista quiere adquirir un porcentaje X para hacerse con el control, está obligado a ofrecer la compra del 100% de las acciones. Lo que nos lleva a esos 40.000 millones que nos comentaba Alejandro. Él mismo amplía cómo se daría esta situación en una hipotética compra.
La idea detrás de esto es que una empresa no compre el 51%, se haga con el control y deje al 49% sin poder de decisión.
Así, si quieres comprar una empresa cotizada tienes que hacer una oferta pública a un precio determinado a todos los accionistas, y luego estos deciden si vender o no. Normalmente primero se hace una OPA por el 100%, y si aceptan un 80% o más, lo siguiente es una OPA de exclusión, es decir, el comprador dice “voy a sacar de bolsa a esta empresa y ofrezco al resto de accionistas que me den las acciones que tienen porque de lo contrario no van a poder venderlas fácilmente”. Con que el 51% de los accionistas acepten Microsoft tendría el control efectivo.
Hay un pero, como todo en esta vida, y recurro a él con el ejemplo de la posible compra de Ubisoft por parte de Vivendi que lleva años sobrevolando la industria. Con eso como ejemplo, Gonzalo me habla de qué opciones hay a la hora de frenar una adquisición como la comentada. La primera sería que los interesados en no vender se hiciesen con un mayor porcentaje de la compañía. La otra es que intentase convencer al resto de que no vendan sus acciones.
Normalmente, más bien lo segundo. Y también pueden buscar todos los remedios legales posibles para evitar la OPA (suelen estar aconsejados por buenos abogados). Incluso, a veces, buscan un inversor alternativo que lance otra OPA, pero que siga contando con ellos.
Si detrás hay personas muy vinculadas al proyecto que controlen una proporción muy elevada de la empresa y que no estén de acuerdo con el proyecto, puede que la OPA fracase.
Así que, al menos en el caso de EA, todo escenario es posible, pero puede que no nos enteremos de ello a bombo y platillo. Según Alejandro:
Aunque técnicamente cualquier empresa puede intentar comprar cualquier otra que cotice en bolsa por las bravas, anunciando un precio (OPA hostil) lo normal es negociarlo antes con el consejo de la empresa comprada y tener el visto bueno, es todo más fácil y rápido.
¿Qué pasa con Valve y PUBG?
Con el caso de Valve y PUBG Corp. es un poco más complicado porque ninguna de ellas cotiza en bolsa, así que estaríamos hablando de negociaciones individuales. Es decir, pasaría algo similar a lo ocurrido en su día con Mojang y ‘Minecraft’. En aquél caso, la compra se realizó consiguiendo que los tres fundadores de la empresa aceptaran los 2.500 millones de dólares que Microsoft ofrecía por su estudio a cambio de no formar parte de la nueva estructura. Eso y 200.000 euros que Microsoft entregaba a cada empleado si no abandonaba la compañía.
Si nos planteamos que en cualquier compra, una empresa vale el dinero que es capaz de generar, el negocio de Valve costaría entre 4.000 y 10.000 millones de dólares (según Forbes), y el de los creadores de ‘PlayerUnknown’s Battlegrounds’ sería de unos 4.600 millones (según Bloomberg).
Entrando en el terreno de las especulaciones (por si no estuviésemos metidos ya hasta las rodillas), la apuesta más lógica sería de la de ‘PUBG’ porque sería un movimiento más cercano al comentado anteriormente con ‘Minecraft’, pero viendo que lo que busca Microsoft es pegar un buen empujón a su división de Xbox, lo de EA y Valve no sería descabellado.
De hecho, vería más probable que la billetera de Microsoft fuese capaz de convencer a los accionistas de EA que al bolsillo de Gabe Newell, pero con cosas así, nunca se sabe. Tras esa compra la unión de PC, Xbox y Steam parece que estaría clara, pero en realidad lo que pasaría después de eso, especialmente en el caso de EA y sus juegos, sí que sería un completo misterio.
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