Todo apunta a que la filtración de The Last of Us 2 ha sido obra de un grupo de hackers

The Last of Us 2
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Poco a poco, a medida que van pasando los días, el verdadero origen de la gran filtración de The Last of Us: Parte II que tuvo lugar la semana pasada está más cerca de ser descubierto. En un principio, según el comunicado oficial de Naughty Dog al respecto y por el tipo de material filtrado, todo parecía apuntar a que la filtración había salido del propio estudio a través de algún empleado descontento, aunque no hubo confirmación oficial.

El pasado 1 de mayo, sin embargo, Sony confirmó que había identificado a los principales responsables de la filtración y aseguró que no están relacionados con Sony ni con Naughty Dog, descartando así el rumor de que dicho material había salido de alguien de dentro. La compañía no quiso comentar nada más al respecto.

Un grupo de hackers y una vulnerabilidad en los servidores de los juegos

Ahora, según lo que podemos leer en Kotaku, todo apunta a que la filtración fue obra de un grupo de hackers que el pasado mes de enero descubrieron un método para acceder a los servidores de Amazon que utilizan los juegos de Naughty Dog. Estamos hablando de títulos como los Uncharted 2 y 3, los cuales usan estos servidores para el multijugador, pero al parecer también se había estado almacenando otro tipo de información relacionada con ellos y gracias a estos datos el grupo de hackers pudo obtener las claves necesarias para acceder a material en desarrollo.

Descubrieron que en el servidor del Uncharted 3 había material del primer The Last of Us, lo cual les llevó a preguntarse si no encontrarían también algo de material de The Last of Us: Parte II. En marzo lograron hacerse con al menos 1 TB de datos de la parte del servidor relacionada con The Last of Us.

Toda esta información relacionada con la filtración y el hack parte de unos tweets publicados por la cuenta Pixelbutts, cuyo responsable, según Kotaku, habló después con el medio en privado para ofrecer más detalles sobre cómo fue descubierto el exploit. Por otro lado, Jason Schreier confirmó ayer haber hablado con dos personas que conocen de primera mano cómo se produjo la filtración, así como con varios empleados de Naughty Dog, y la conclusión es que, efectivamente, un grupo de hackers descubrió una vulnerabilidad en un parche para un juego antiguo de Naughty Dog que les permitió acceder a los mencionados servidores.

Uno de los vídeos filtrados con spoilers de The Last of Us: Parte II incluía cierta información en su código que lo identificaba con una versión del juego a fecha 1 de abril. Por ahora se desconoce la identidad de la persona que decidió filtrar el material al que había accedido el grupo de hackers y la razón que le llevó a hacerlo, así como si además de los vídeos han logrado acceder a algún tipo de material jugable.

En todo caso, según la persona que está detrás de Pixelbutts, Naughty Dog modificó la clave de acceso a sus servidores antes del o el mismo 30 de abril y que previamente, en febrero, él mismo había puesto en conocimiento del estudio el agujero de seguridad que al final ha derivado en toda esta situación.

Después de varios retrasos, The Last of Us: Parte II será lanzado el próximo 19 de junio para PS4.

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