Análisis de The Sinking City, la siniestra aventura de investigación basada en los relatos de Lovecraft que no ha logrado impactarnos del todo

Análisis de The Sinking City, la siniestra aventura de investigación basada en los relatos de Lovecraft que no ha logrado impactarnos del todo

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The Sinking City

Frogwares y BigBen Interactive lo tuvieron claro. En lugar de publicar The Sinking City el pasado mes de marzo, como estaba previsto originalmente, prefirieron retrasar su llegada unos meses en una época que no hubiese tantos lanzamientos destacados, además de aprovechar ese tiempo adicional para mejorar el juego todo lo posible.

De paso vino bien para que no viera la luz muy seguido de Call of Cthulhu, otro de los videojuegos basado en los relatos de H.P. Lovecraft y que nos dejó con grandes sensaciones. Por estos motivos nos hacía sospechar que esta aventura de terror e investigación aspiraba a ser una de las grandes sorpresas que íbamos a recibir este mes.

Por desgracia, el título se ha quedado a medio camino y no ha logrado impactarnos tanto como deseábamos. Dicho esto, vamos a contaros a continuación en nuestro análisis qué tiene de especial The Sinking City y qué ha fallado exactamente para que al final no se convierta en uno de los lanzamientos más importantes del verano.

La desolada ciudad de Oakmont y su inundación sobrenatural

The Sinking City

Al estar inspirado en las novelas de H.P. Lovecraft ya nos podemos imaginar que nos vamos a encontrar frente a un juego de lo más siniestro, con un argumento perturbador, algo que también ha ido demostrando a lo largo de este tiempo con cada uno de sus vídeos. En este aspecto en concreto hay que reconocer que cumple su objetivo con creces.

Nuestro protagonista es el detective privado Charles Reed, quien ha servido anteriormente en la marina y por algún motivo que desconocemos no para de sufrir alucinaciones y ataques de locura. La aventura comienza así sin más, sin ningún tipo de explicaciones y situándonos directamente en la ciudad ficticia de Oakmont, en Massachusetts, donde se supone que existe alguien capaz de curar esta terrible enfermedad.

Además, por causas del destino nos adentraremos en esta ciudad que está sufriendo una misteriosa inundación que ha provocado que cambie por completo la vida de sus habitantes, el estado de sus calles y a su vez la aparición de criaturas horripilantes y otras razas de seres vivos, algunos con cara de mono o de pez. Precisamente, al igual que a nosotros, los ciudadanos también se están viendo afectados por extrañas visiones que están causando que pierdan la cabeza por completo en el peor de los casos.

The Sinking City

Por lo tanto, no nos quedará más remedio que sacar partido de nuestra vena de detective para encontrar el origen de esta fatídica situación. Para ello iremos obteniendo misiones principales con las que poco a poco iremos recopilando información acerca de todo lo que está sucediendo en esta ciudad. Además, iremos conociendo a diversos personajes que a priori parecerán aliados, pero no tardaremos en descubrir que aquí las apariencias engañan y no todo el mundo dice la verdad.

Aun así, el argumento tampoco es que sea uno de los mejores alicientes para jugar sin parar. Algunos casos que nos agenciaremos tendrán unos resultados un tanto previsibles y no contemplaremos demasiadas sorpresas. Por mucho que avanzábamos sin parar con la esperanza de que la historia creciera y se volviera más interesante, nos encontramos con que a veces las misiones secundarias resultaban incluso más atractivas de completar.

Nos toparemos con misiones en las que se producirán traiciones, matanzas, en las que deberemos de encontrar a los responsables de algún asesinato, la desaparición de algún ciudadano, etc. En resumidas cuentas, estaremos en un lugar que no se lo desearíamos ni a nuestro peor enemigo que se fuera de vacaciones allí, sobre todo porque las calles no paran de transmitir una sensación de desolación y podredumbre vayamos por donde vayamos.

The Sinking City

La inundación en la ciudad ha causado que sea obligatorio moverse con lanchas por determinados lugares de los distintos distritos en los que se divide Oakmont. Cada uno de ellos, pese a que todos se encuentran en un gran malestar, tiene sus propias características, de modo que de repente pasaremos por uno en el que habitan gente más trajeada al residir cerca del ayuntamiento, mientras que en el puerto o en los alrededores solo habrá marineros, además de pobres y borrachos cerca de los bares y residencias de descanso.

Por otro lado, los habitantes prescinden del dinero para subsistir y la única moneda de cambio que existe son los trueques y las codiciadas balas. Prácticamente esa será la única recompensa que recibiremos cuando vayamos cumpliendo con nuestros objetivos, munición para nuestras armas o materiales que puedan servirnos para fabricar más balas, granadas u objetos curativos. Quizás no llega al nivel de un survival horror, pero en algunos momentos no se queda demasiado lejos si no tenemos cuidado.

Las terroríficas criaturas que nos harán perder la cordura

El principal motivo por el que la munición será tan indispensable es porque Oakmont está plagada de criaturas infernales. Por suerte para los ciudadanos, estos seres no se pasean alegremente por las calles al estar aislados en zonas muy concretas, de manera que solo nos toparnos con ellos de frente si somos unos masoquistas y nos apetece repartir unos cuantos tiros entre tanta investigación.

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También puede ocurrir que las calles por las que necesitamos pasar estén bloqueadas por algunos de estos lugares en cuarentena. Así que una de dos, o atajamos por ahí con el correspondiente riesgo de poner en juego nuestra vida o nos tocará darnos un paseo y tomar un rodeo. No obstante, todo esto no quita que sí haya momentos en los que sea inevitable vernos las caras con estos terribles monstruos.

Y es que algunas de las misiones que llevaremos a cabo nos obligarán a adentrarnos en casas destartaladas y que parece que se van a caer en pedazos de un momento a otro. Mientras realizamos nuestra investigación podrá ocurrir que aparezca algún bichejo para entorpecernos y al que deberemos de liquidar obligatoriamente si queremos vivir para contarlo. Las criaturas serán escalofriantes y el diseño de algunas de ellas está muy bien logrado.

Así veremos algunas como unas que se asemejan a unas arañas pequeñas, pasando por otras antropomórficas sin cabeza y que nos lanzarán un vómito letal hasta otras gigantescas con una fuerza descomunal, por ejemplo. Para eliminarlas podremos o bien emplear la fuerza física y golpearlas con una especie de pala o directamente acribillarlas a tiros con cualquier arma de fuego que tengamos a nuestra disposición.

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Según vayamos completando misiones iremos desbloqueando más armas, pero resulta un tanto chocante que un personaje que ha combatido en la guerra sea tan negado a la hora de defenderse de estas amenazas. Si Frogwares tenía intención de meter acción para que no todo fuera investigación, al menos podría haber perfeccionado un poco más este apartado, porque la verdad es que el sistema de combate es de lo peor del juego.

Apuntar a los enemigos ya es complicado de por sí porque la mirilla es diminuta en el caso de la pistola o el revólver. Tampoco habrá ninguna manera de esquivar a los enemigos y solo nos limitaremos a salir por patas para apuntar desde lejos, pero lo que se lleva la palma son los golpes físicos, dado que nuestro personaje no apuntará siempre donde nosotros queremos y en muchas ocasiones será realmente difícil lograr un impacto con éxito.

Eso por no hablar de la resistencia que tendremos, porque la vida nos bajará a una velocidad imperceptible si no tenemos cuidado. Eso sí, no será de lo único que deberemos estar pendientes, ya que también tendremos una barra de cordura que será a la que más deberemos de prestar atención durante toda la aventura porque prácticamente disminuirá por cualquier cosa y, como ya hemos indicado previamente, nuestro protagonista no para de sufrir alucinaciones.

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Por lo tanto, cuanto más baja esté la cordura, empezarán a producirse visiones por la pantalla. Esta se verá borrosa, la cámara provocará que la imagen se vea alterada y otros efectos un tanto curiosos y que por consiguiente causarán que nuestros movimientos no sean perfectos. Además, puede darse el caso de que surjan de la nada enemigos que en realidad no existen, pero eso es lo que la mente de nuestro protagonista le hace creer.

De hecho, si la barra de cordura está bajo mínimos, nuestra vida se irá reduciendo poco a poco e incluso puede ser capaz de matarnos. Para evitarlo habrá botiquines que nos harán recuperarla, aunque lo más recomendable es quedarnos escondidos y relajados en algún lugar, porque los monstruos serán los máximos responsables de reducirla con sus gritos y sus golpes o también con su simple presencia si se trata de criaturas con un tamaño inmenso. 

Las distintas y peculiares formas de resolver las investigaciones

Tal vez la acción esté muy presente en infinidad de momentos de la aventura, pero las partes de investigación seguirán siendo las que más predominan. Frogwares ya anticipó que el juego no nos llevará de la mano en ningún momento y sin duda estamos completamente de acuerdo. Los propios jugadores se deben buscar las habichuelas y examinar detalladamente todas las pistas de los casos que deben resolver.

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No habrá avisos del tipo "tienes que ir aquí" o "el objetivo está en esta zona", así que habrá que prestar atención a las conversaciones, a todo lo que nos digan los personajes con los que hablemos y así emplear nuestra intuición para determinar cuál será nuestro próximo movimiento. En cualquier caso, también habrá ciertos edificios, como la comisaria o el periódico, con centenares de archivos entre los que podremos rebuscar para obtener más información de los individuos que queremos localizar o de los sucesos relacionados con el caso en el que estamos envueltos.

Las pistas a descubrir a veces estarán un tanto ocultas y habrá que agudizar bien la vista para no pasar nada por alto. También habrá ocasiones que nos solicitarán pruebas en forma de objetos o en las que habrá que tomar fotografías de la escena del crimen, pero para cumplir con éxito nuestras investigaciones habrá que sacar partido de las habilidades sobrenaturales de nuestro protagonista.

Los ataques de locura que sufre Charles Reed también le han otorgado unas capacidades que ninguna otra persona tiene y que son las que más le ayudarán para ganarse una buena reputación en la ciudad como detective. Esto lo conseguirá con la retrocognición, con la que será transportado a través de unos portales a una realidad alternativa desde la que puede reconstruir los acontecimientos que se han producido en un determinado lugar.

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Para ello es necesario contar primero con la suficiente cantidad de pistas que nos permitan entender mejor qué ha sucedido anteriormente y acto seguido examinar detalladamente las escenas para situarlas en un orden cronológico. Por muy bien que esté este detalle, las escenas no siempre serán lo suficientemente claras para saber cuál es su orden correcto y por lo tanto habrá que tirar de ensayo y error hasta dar en el clavo porque no hay ningún tipo de penalización.

Otra de las mejores habilidades será el ojo de la mente. En ciertos objetos presenciaremos una distorsión que nos permitirá observar imágenes o ilusiones que han tenido lugar en el pasado relacionadas con ese elemento en cuestión, aunque esta capacidad también puede revelar presagios que harán la vez de guía para señalarnos alguna pista en concreto, aunque esto será más raro que ocurra por el hecho de que el juego quiere que nos curremos nosotros las soluciones.

Todas las pistas se recopilarán en un cuaderno de notas para consultarlas siempre que queramos. Al final nuestra investigación nos conducirá al Palacio de la Mente, un apartado del menú desde el que habrá que combinar las pistas determinantes para la resolución de los casos, aunque aquí peca lo mismo que con la retrocognición y las anotaciones que unamos unas con otras las podremos juntar también a base de ensayo y error. No obstante, las deducciones que realicemos no tendrán una única conclusión.

The Sinking City

Esto supone que los casos no tendrán un único final y nuestras decisiones y actos causarán que se resuelvan de una forma u otra. Aun así, los acontecimientos principales de la trama seguirán siendo los mismos independientemente del camino que se haya elegido para llegar hasta ellos.

Una ambientación sobresaliente frente a una ciudad muy poco interactiva

Pasando a hablar más detalladamente sobre la atmósfera de The Sinking City, Frogwares ha realizado un trabajo sobresaliente. La ciudad está repleta de detalles que muestran el mal estado en el que se encuentra absolutamente todo, incluyendo los edificios principales. La mayoría de casas están en ruinas, con habitaciones en las que los suelos tienen agujeros, los muebles están destrozados, con grietas o en los que se nota la putrefacción que rodea a todo el ambiente.

Con las calles sucederá exactamente lo mismo en los distintos distritos de esta gigantesca ciudad. El problema está en que de poco sirve ambientar el juego en lugar inmenso si no puedes hacer casi nada en la mayor parte del mapa. Son muy pocas las casas en las que nos podemos adentrar, ya sea para encontrar objetos o porque lo requiera alguna misión, pero el resto estarán simplemente de decoración.

Anteriormente señalábamos también que los distritos se distinguen unos de otros. Sin embargo, dentro de ellos las calles son muy similares y al final tenemos que estar tirando casi todo el rato del mapa por ser como una especie de laberinto con tanto barrio, avenida, callejón, etc. Sinceramente, por hablar de un caso más reciente, prefiero una zona como el Kamurocho de Judgment que es más pequeña, pero tiene de todo, a una ciudad como Oakmont que es tan poco interactiva.

The Sinking City
Agradecer al equipo de Frogwares y BigBen Interactive por este detalle de incluir a un servidor en el juego.

Asimismo, por las calles nos encontraremos con ciudadanos de todo tipo que solo estarán de mera decoración. No podremos hacer nada con ellos salvo empujarles para observar cómo se les cae lo que lleven en las manos y se volatiliza en el aire, aunque las animaciones de ellos son incluso peores que las de nuestro personaje. Así presenciaremos a veces cómo se mueven a saltos o desaparecen sin más, sobre todo si les golpeamos, que el único castigo que recibiremos por ello será que nuestra barra de cordura disminuya durante unos segundos.

Al menos el apartado gráfico, de los escenarios, está muy bien logrado y el diseño de los personajes no está mal tampoco, aunque en este caso nos llama más la atención el de las criaturas con esos aspectos tan horripilantes y que provocarán que nuestro cuerpo se estremezca si jugamos de noche. En este sentido hay que reconocer que el brillante apartado sonoro es un gran responsable de provocar esa sensación.

La banda sonora, con unos temas tan siniestros y sobrecogedores, encaja a las mil maravillas. El doblaje tampoco está nada mal con unas voces que les queda muy bien a todos los personajes, así que, a los apartados técnicos, exceptuando las animaciones, no se le puede echar nada en cara. Quizás como mucho el rendimiento con unas pantallas de carga excesivamente largas al hacer un viaje rápido o al reiniciar la partida tras morir, pero por lo demás va muy fluido, al menos en su versión para PC.

La opinión de VidaExtra

The Sinking City

La ambientación de The Sinking City o los momentos de investigación son sus mejores bazas, en especial estos últimos por resultar una aventura desafiante en la que recibirás las ayudas justas para saber qué hacer. En cambio, las animaciones o el mapa son lo que menos nos ha convencido al llevarnos a una ciudad muy limitada que podría haber dado para más. 

En resumen, es un juego que puede resultar entretenido. En líneas generales no está nada mal y se puede jugar, a pesar de que su argumento tiene algunos altibajos. El problema está en que sus defectos llaman demasiado la atención y eso hace que no sea el juegazo que prometía, aunque es un título al que se le puede dar una oportunidad, en especial si sois amantes de las novelas de Lovecraft.

The Sinking City

The Sinking City

Plataformas PC (versión analizada), PS4 y Xbox One
Multijugador No
Desarrollador Frogwares
Compañía BigBen Interactive
Lanzamiento 27 de junio de 2019
Precio 59,99 euros

Lo mejor

  • La ambientación es formidable y encaja a la perfección con la temática.
  • El diseño de ciertas criaturas que resulta espeluznante.
  • Las diferentes formas de resolver los casos.

Lo peor

  • Las animaciones de los personajes dejan un tanto que desear.
  • El sistema de combate en su totalidad.
  • Algunas misiones secundarias son más interesantes que las principales.

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