Análisis de Daemon X Machina: un festival de súper robots que derrocha (demasiado) espíritu de manganime

Análisis de Daemon X Machina: un festival de súper robots que derrocha (demasiado) espíritu de manganime

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Si algo hemos aprendido de Mazinger, Evangelion, Pacific Rim o los Power Rangers, es que cualquier amenaza que ponga en jaque a la humanidad puede ser contrarrestada con robots gigantes. Daemon X Machina es el ejemplo más reciente y -de propina- viene dispuesto a llenar las pantallas de Nintendo Switch de pura furia manganime.

La rebelión de las máquinas de Marvelous es el hijo de varios padres, y eso se nota desde sus primeros compases. Tramas, personajes, y eventos que adaptan la esencia de los Super robot a la consola de Nintendo con el propósito de no pasar desapercibidos en un catálogo que cada vez acoge más propuestas de acción con un extra de personalidad

¿Su as en la manga? Una combinación muy bien orquestada de talentos nipones que queda patente su descarado estilo de acción Made in Japan y que encuentra la manera de traspasar la pantalla a través de los diseños y estéticas de un Yūsuke Kozaki que los veteranos de Nintendo no tardaran en asociar a No More Heroes y Fire Emblem, combinando la estética de ambos para la ocasión.

Eso sí, de todos los talentos implicados en el desarrollo de Daemon X Machina hay uno que se acaba imponiendo -con descaro- al resto: para alegría de los fans de  la serie Armored Core, Kenichiro Tsukuda barre para casa y, en un mismo movimiento, extiende su propio legado a través de su inconfundible toque y unas sensaciones de juego muy familiares.

Daemon X Machina

Sin embargo, y como verás a continuación, el conjunto ensamblado de los distintos elementos e influencias que se han plasmado en Daemon X Machina va más de la suma de sus partes por separado. ¿Lo suficiente como para destacar en un catálogo de juegos que no ha parado de sumar citas obligadas?

Mucho más que simples combates de robotazos 

Hay dos maneras de enfocar la experiencia de Daemon X Machina, pero solo una de ellas te hará disfrutarlo realmente. Si vienes a ver un caótico festival de explosiones y colisiones de robots capaces de reducir a cenizas los restos de una civilización en declive irás bien servido, pero no tardarás en darte cuenta que, detrás de toda esa fanfarria, se han desechado las sensaciones de arcade a favor de una experiencia más profunda y no tan dinámica.

Eso no quiere decir que la jugabilidad de Daemon X Machina sea tosca. Todo lo contrario. Una vez superada una bien estudiada curva de aprendizaje se nos dará el resto de la aventura para que la podamos aclimatar el ritmo, la acción y nuestra manera de abordarlo a nuestro gusto e invitándonos a experimentar con las diferentes armas que iremos recogiendo y adquiriendo. Lo cual nos lleva al primer punto fuerte del conjunto: la versatilidad de tu Arsenal blindado.

Daemon X Machina

Marvelous se ha tomado muy en serio el sistema de personalización del juego, de modo que -como ocurre en juegos como Monster Hunter- el obtener armas, equipación y mejoras para nuestro enorme mecha y mejorarlo será nuestro máximo reclamo. Pero no el único. 

En lo relativo al combate podremos luchar con toda clase de armas a manos cambiadas, desde espadas hasta metralletas, rifles y escudos, alternando de armamento y estilo combate sobre la marcha y de manera acertada. Incluso sacaremos partido de las mejoras pasivas o de movilidad que hayamos añadido en nuestro hangar.

Si vienes a ver un caótico festival de explosiones y colisiones de robots, irás bien servido

No se trata simplemente de incrementar o adaptar la capacidad destructiva y de maniobrabilidad del Arsenal tras cada logro y misión, que también, sino de la retroalimentación que la experiencia obtiene de su sistema de gratificación, el cual, más allá de ofrecernos nuevas piezas y una recompensa proporcional a su dificultad, nos invita a mimar nuestro coloso blindado, comparar las estadísticas de cada nueva pieza, estudiar las posibilidades de cada mejora y -cómo no- darle un extra de identidad y estilo. 

Daemon X Machina

Es más, podremos guardar varios perfiles en la misma partida, lo cual es bastante recomendable para ahorrarnos tener que pasar por el taller cuando el tipo de misión requiera menos artillería y más precisión.

Con eso por delante, Kenichiro Tsukuda ha querido dar dos nuevas capas de profundidad a la experiencia. 

  • Nuestro piloto, el Outer, no solo puede apearse y pasar a la acción cuando la situación lo requiera: podremos personalizarlo a través de un árbol de habilidades que incluye implantes, nuevas habilidades e incluso atributos que afectan al Arsenal.
  • Por otro lado se ha introducido la mecánica del Femto, de modo que podremos adaptar una energía misteriosa a nuestras necesidades potenciando los ataques, la defensa o la movilidad. Algo que será decisivo al enfrentarnos a robots de proporciones titánicas.

Pero no todo son alegrías. Ni siquiera la vibración HD del mando o los Joy Cons puede disimular un gunplay que podría -y debería- haber coronado la experiencia. 

El sistema de disparo (o tajos) de nuestro Arsenal se basa en un apuntado adaptado a los combates en 360 grados que funciona de maravilla contra los pequeños enemigos y los de proporciones descomunales, pero que flaquea cuando tenemos que medirnos con otros Arsenals. 

Daemon X Machina

Como resultado, veremos que, pese a que al conjunto no le falta presencia en pantalla, acabamos viendo como su ritmo irregular acaba pasándole factura a las misiones que requieren más precisión.

Pura furia manganime: gigantes de metal con los pies de barro

Daemon X Machina se aleja de la experiencia arcade en base a dar más profundidad a los progresos y nuevos matices a los combates, pero el modo en el que Kenichiro Tsukuda ha atado el conjunto a su trama argumental y su diseño de misiones despierta en la propuesta de Marvelous lo mejor y lo peor de los clichés de las adaptaciones de los manganimes.

En el lado bueno veremos toda una miríada de personajes que le darán color a esas tramas posapocalipticas y de ciencia ficción que tan bien se les da abordar a los creativo nipones y que, a la vez, no se despega demasiado de lo que en el fondo esperamos encontrar: jóvenes héroes vinculados a los planes de megacorporaciones -alguien tiene que poner los robots, ¿no?- luchando contra una amenaza que ha puesto a la humanidad contra las cuerdas.

Daemon X Machina

La otra parte positiva es que Daemon X Machina se ha preocupado especialmente de dotar de una rotunda identidad visual  al conjunto. Si bien el Unreal Engine vuelve a cuajar de maravilla en Switch permitiendo a Marvelous irradiar las mismas sensaciones estéticas que los animes, los mangas y los juegos de PlatinumGames, también se puede ver el reflejo de otros juegos que han bordado esas mismas intenciones en el pasado (como la propia saga No More Heroes), lo cual es un estupendo aval.

Daemon X Machina se aleja de la experiencia arcade en base a dar más profundidad a los progresos y nuevos matices a los combates

La no tan positiva es que la trama tarda demasiado en despegar y -por desgracia- no se ha integrado con la misma pasión que otros aspectos del juego. 

De vez en cuando aparecen secuencias de animación tradicional y tanto en el hangar como en el juego veremos escenas cinemáticas, pero me da la sensación de que el grueso de los personajes han desplegado su carácter en interminables chats de texto que, pese a servir de antesala para las misiones, han acabado por dejarme indiferente.

Daemon X Machina

No nos vamos a engarñar. Como ocurre con Gears 5 aquí hemos venido a barrer enemigos de todas las formas y tamaños. Pero a diferencia del juego de The Coalition, esto pasa una factura propia a un Daemon X Machina que a pesar de tener algún que otro punto en común con las fórmulas de Monster Hunter o God Eater no evita que sus misiones coqueteen demasiado con los  límites de lo rutinario, traspasando esa línea más de lo deseado pese a eventuales giros durante el desarrollo de nuestros objetivos. 

Los escenarios no ayudan a la trama, desde luego. Generosos en tamaño pero parcos en detalles. Y pese a que estos se han diseñado para que las misiones de escolta, defensa, ataque y demás tengan su propio contexto, la homogeneidad de los mismos en lo relativo a elementos y ambientación ensombrece el que debería ser otro de los puntos fuertes de la propuesta.

La opinión de VidaExtra

A diferencia de la mayoría de juegos que llevan la firma de Nintendo, Daemon X Machina no es un juego para todo el mundo. Y eso es bueno para los que buscan experiencias distintas en Nintendo Switch. Como ocurre con los juegos basados en las licencias de manganime, la predisposición del jugador acaba siendo lo que da forma y consistencia al conjunto. Y si -por ejemplo- buscabas dar continuidad a la serie de Armored Core, estás en el mejor lugar posible.

Resulta paradógico que el apartado artístico de Daemon X Machina lo defina tan bien: lo nuevo de Marvelous es un contraste de luces y sombras en el que la profundidad de su sistema de mejoras, las infinitas posibilidades del Arsenal y la constante gratificación contrastan con elementos básicos como la ambientación de las misiones.

Daemon X Machina

Si somos justos encontraremos muchos más elementos positivos que negativos. Los apoteósicos combates contra Immortals mastodónticos (tan desafiantes como explosivos) son una agradecida recompensa a todo ese trabajo sucio que realizaremos por encargo de algún consorcio. Y luego está la abrumadora cantidad de posibilidades de personalización o el mimo especial por darle una identidad visual al conjunto. Una que, por cierto, le sienta muy bien al hardware de Switch.

Daemon X Machina no es un juego para todo el mundo. Y eso es bueno los que buscan experiencias diferentes para Nintendo Switch

Aspectos que salen todavía más reforzados en su multijugador online y en  modo local (por conexíón inalámbrica con otras consolas), el cual termina de redondear el conjunto con  misiones cooperativas especiales y el incentivo extra de que los créditos, armas y blindajes que ganemos nos los podremos llevar al modo principal.

Daemon X Machina

Daemon X Machina da justo lo que promete: una alternativa de juego que consigue llevar a su terreno los clichés del manganime y lo mejor de la serie Armored Core, vistiendo el conjunto con estéticas y temáticas que encandilaran a los fans de Goichi Suda y evocan aquellos inspirados inicios de PlatinumGames. 

Quizás no es perfecto, pero le da un muy necesario punto de variedad a la cada vez más atractiva propuesta de Nintendo Switch. 

Daemon X Machina

Daemon X Machina

Plataformas Nintendo Switch
Multijugador
Desarrollador Marvelous First Studio
Compañía Marvelous
Lanzamiento 13 de septiembre de 2019
Precio 49,90 euros

Lo mejor

  • Las enormes posibilidades de personalización del Arsenal y el Outer
  • Una experiencia creada por y para apasionados por el manganime de robots
  • Un estilo visual y artístico sencillo pero muy resultón y que se corona con los colosos de metal

Lo peor

  • El gunplay y su ritmo juegan en su contra
  • La historia tarda demasiado en despegar

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