Slayaway Camp: Butcher's Cut, o cómo el género slasher se pasó a los rompecabezas

Slayaway Camp: Butcher's Cut, o cómo el género slasher se pasó a los rompecabezas

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Slayaway Camp

Microsoft no está muy fina últimamente con las incorporaciones a Games with Gold, sin presencia de nombres relevantes para la industria. Algo que, por suerte, lleva de lujo con Xbox Game Pass, donde se incorporó hace unos días DOOM Eternal. Y lo mejor es que seguiremos con esos incentivos en Xbox Series X.

Esto no quiere decir, en cualquier caso, que no se vea alguna que otra rareza reivindicable por los "Juegos con Gold". De hecho, de no ser por las novedades en octubre, no le habría prestado atención a Slayaway Camp: Butcher's Cut, pese a su notable acogida estos últimos años en el resto de sistemas. Y lo cierto es que no está nada, pero que nada mal a poco que nos gusten los slashers y los puzles.

Primero darle al coco. Y luego machacar el coco

Slayaway Camp

Sin saber muy bien cómo se me pudo pasar el planteamiento del Slayaway Camp original que debutó primero en 2016 para PC, con su posterior adaptación en 2017 a dispositivos móviles (Android y iOS) y consolas actuales (Nintendo Switch, PS4 y Xbox One), fue a raíz del tráiler de Microsoft de los citados juegos Gold en octubre (todos de terror, curiosamente), cuando me llamó la atención por su propuesta: no era un juego de acción, sino un rompecabezas. Sí, literalmente un rompecabezas.

Bromas aparte, este trabajo de Blue Wizard Digital destaca por alejarse de los cánones actuales para cualquier videojuego con un asesino en serie como protagonista. El motivo es bien sencillo: para matar a cualquier persona hay que darle al coco, controlando los desplazamientos laterales y horizontales por unas casillas dentro de un tablero extremadamente pequeño que se ve de un plumazo.

Aquí no nos movemos con libertad, por lo tanto, sino como una torre en el ajedrez. Esto quiere decir que si, por ejemplo, nos dirigimos hacia la derecha, no pararemos hasta toparnos con algún obstáculo o persona. Y esto, lógicamente, tiene su riesgo: si ese obstáculo es agua o un hoyo, nos ahogaremos o precipitaremos al vacío, con nuestra consiguiente muerte; si esa persona es justo un policía que nos ve llegar de frente, también fallaremos el movimiento.

Slayaway Camp: Butcher's Cut, con más fases y asesinos que en la obra de 2016, sabe sacarle mucho jugo a esa mecánica, al evitar que vayamos a lo loco asesinando sin ton ni son. Tras unas primeras fases para asimilar qué podemos hacer, en seguida nos muestra que para superar la gran mayoría de retos hay que seguir un orden a rajatabla de asesinatos para no quedar en el limbo, sin poder llegar hasta la meta, con ese símbolo satánico que se activa cuando matamos a todas las personas que nos pide cada fase. Y no deja de ser irónico (y de lo más ridículo) ver a un clon de Jason Voorhees (uno de tantos guiños a la cultura slasher) sin poder salir de ahí al ceñirse al limitado patrón de una mera torre.

Slayaway Camp, el campamento de la risa y el gore

Slayaway Camp

Sabe rendir un buen homenaje a los clásicos del cine de terror de los 80, además, por medio de una serie de películas ficticias, pero donde es fácil reconocer a qué asesino en serie hacen referencia, donde saca partido con bastante acierto de la temática que representan: no solamente por esa cantidad tan exagerada de ejecuciones que podemos realizar, sino por otro tipo de elementos que añaden variantes interesantes sobre el tablero, como por ejemplo minas, estanterías...

Esto provoca que haya movimientos que pueden dar al traste al instante nuestro cometido de asesinar, teniendo que reiniciar la fase y calcular mejor los pasos a seguir. Hasta sabe jugar muy bien la baza del susto, puesto que si alguien nos ve cerca, saldrá corriendo despavorido en sentido contrario. Y esta mecánica se potencia de cara a otros puzles, donde será interesante juntar a varias personas para evitar alguna trampa o precipicio. Todo está calculado al milímetro.

Su dificultad va in crescendo, además, siendo un reto superadas las tres primeras películas, al requerir más paciencia para calcular cada jugada sin llegar a un punto sin salida. Por suerte, es permisivo al dejar la opción de pedir una pista por 25 monedas, o bien la solución completa por 100. Dichas monedas se obtienen superando cada fase o por medio de una película especial, a modo de QTE, con ejecuciones ilimitadas para ver cuántas muertes en cadena realizamos.

Y hay juego para rato, desde luego, puesto que son más de 300 fases en esta edición, sin contar más de medio centenar de asesinos en serie y paquetes truculentos a desbloquear con monedas. No será nada fácil sin tirar de pistas, sobre todo cuando nos toca alguna fase con turnos limitados. Sin duda, me alegro de no haberme quedado con la sensación inicial de los Juegos con Gold, de clara decepción, donde para colmo ya tenía el divertido Costume Quest de Double Fine.

  • Plataformas: Android, iOS, Nintendo Switch, PS4, PS Vita, Steam y Xbox One
  • Multijugador: no
  • Desarrollador: Blue Wizard Digital / Stage Clear Studios
  • Compañía: Digerati
  • Lanzamiento: 2016 (Steam) | 2017 (Butcher's Cut)
  • Precio: desde 12,99 euros (Vita) para la Butcher's Cut hasta 16,99 euros (Xbox)
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