Especial "Eroge", videojuegos eróticos

Especial "Eroge", videojuegos eróticos
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Erótico, ca. 1. adj. Del erotismo o relativo al amor sexual, que trata o describe temas relacionados con el amor o el sexo, que excita sexualmente.

Los videojuegos están aquí para divertir, en una cabeza como en la de Miyamoto, los videojuegos deberían transportarnos a mundos oníricos y fantásticos en los que podríamos desempeñar ciertas actividades (emuladas con nuestro joystick) y así elevar nuestros niveles de dopamina hasta alturas insospechadas y, por consiguiente, obtener el placer de la diversión.

Esas actividades pueden variar, claro está, desde partir cabezas en dos con las armas de Kratos a montar a Agro y recorrer las verdes praderas de un paraje en busca de un gigante al que vencer. Pero los videojuegos tienen una doble cara, un lado perverso y pervertido del que vamos a hablar hoy, bienvenidos al mundo del “Eroge”, los videojuegos eróticos. Los más sensibles absténganse de dar el salto.

Antes de empezar a hablar de tipologías y géneros quiero detenerme sobre la época en la que surgen y en el lugar en el que se acuña el término. Así que volemos hasta el Japón que empieza a alumbrar a la informática moderna y saludemos a los años 80.

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Una época extraña en la que el país del sol naciente intentaba competir cara a cara contra las creaciones informáticas que llegaban desde Estados Unidos. Los primeros ordenadores personales americanos, arcaicos comparados con los actuales evidentemente, empezaban a calar profundo en un país acostumbrado a crear su propia tecnología y luego venderla.

La aceptación de esas máquinas provocó que diversas multinacionales se lanzaran también a competir por el trozo de pastel. Así que a mediados de la década nos encontramos con diversos sistemas autóctonos como el Sharp X1, el Fujitsu FM-7, el MSX (que merecería un post a parte), o el NEC PC-8801.

Pensad que estamos hablando de ordenadores a 4 Mhz y 64 Kb de Ram, así que poneos en situación y comprended lo que se podía hacer en aquel momento con un aparato como aquellos.

Las propuestas japonesas intentaban diferenciarse de algún modo de lo que llegaba desde Estados Unidos, así que las pequeñas innovaciones estaban a la orden del día. Por ejemplo, el Sharp X1 podía soportar un televisor a modo de monitor y controlar los canales desde un software incluido en el ordenador, así que de nuevo haced el esfuerzo e intentad empatizar con lo que se vivía en aquella época. Una lucha sin cuartel para intentar convencer al usuario.

Pero de entre todos ellos había un hermano cojo, pobre y feo. El NEC PC-8801, lento y anticuado respecto a todos sus hermanos, con menos colores en pantalla y sin soporte de sonido. Elementos que, quedarían en segundo plano, cuando decidieron impulsar la creación de software erótico para la plataforma. Llegó el nacimiento oficial del videojuego erótico y lo hizo en el ordenador menos preparado para ello, pero lo importante es que nació.

Las ventas del NEC empezaron a crecer rápidamente y llegó a convertirse en uno de los ordenadores más populares de la época. Pensad en la edad media de los que accedían a productos informáticos y el precio al que se vendían (un sencillo juego costaba cerca de 85 dólares) y entenderéis el éxito de la marca.

El género Eroge había nacido y ya se quedaría grabado a fuego en una cultura tan peculiar como la japonesa para siempre. Dentro del Eroge existen diversos sub-géneros que marcan el tipo de historias que contar y el modo de interacción que el juego propone.

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Desde el principio fueron historias sencillas y evidentes, pensad en el guión de una película porno y podréis establecer una comparación más o menos válida, aunque por supuesto, como todo género no está exento de evolución y el contenido argumental ha ido creciendo al igual que lo ha hecho en el resto de géneros. Actualmente, sobretodo en Japón, se pueden encontrar complejas aventuras RPG en las que el elemento erótico es el hilo de la trama argumental.

Pero como todo género, de nuevo estableced mentalmente una comparativa con el cine pornográfico, ha vivido momentos oscuros. Y es que son diversos los juegos que llegaron a aparecer y que proponían al usuario el raptar y violar a indefensas féminas de muy buen ver, como podréis imaginar estos títulos traspasaron directamente la línea que no se debería cruzar.

Historias de romance interactivo, juegos de rol eróticos, simulación de amor, simuladores de sexo, novelas sonoras, juegos de puzzle con elementos eróticos e incluso chats en 2D con personajes Eroge, se convirtieron desde aquel momento en iconos referenciales de la cultura japonesa y en habituales en las tiendas de videojuegos del país.

A pesar de que el género Eroge se basa en la conceptualización de novelas eróticas o en simuladores de romance o sexo, existen sub-géneros como apuntábamos antes que han expandido el estilo erótico y sus mecánicas de juego. Todos los de cierta edad recordarán cómo de fuerte pegó en España el mítico ‘Cobra Mission’ o las múltiples versiones de ‘Strip Poker’, juego que en Japón se ha visto expandido hasta ocupar el Pachinko, el Mahjong, el Ajedrez o el BlackJack.

Como veis, el género erótico surgió por necesidades mercantiles y rápidamente se asentó en la sociedad que lo vio nacer hasta formar parte, de manera natural, de la iconografía de todo japonés. Quizá algún día los verdaderos exponentes del mejor Eroge japonés salgan de la jaula en la que parecen haberse encerrado por cuestiones culturales y visiten otros países como el nuestro. En ese momento, dejando la hipocresía de lado, podremos ver que debajo de la capa para adultos de la que se bañan, también existen grandes historias, grandes juegos y alguna que otra mecánica de juego muy innovadora.

Para otra ocasión dejamos el videojuego erótico americano, ya que en el país de las hamburguesas y la coca-cola, el concepto de erotismo es un tanto diferente y, evidentemente, los videojuegos acuñados bajo esa etiqueta, distan mucho del Eroge Japonés.

Vídeo | CobraMission, To Heart, Kanon

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