La Industria del Videojuego todavía tiene la asignatura pendiente de otorgar el sitio y la importancia que merece el género de Conducción. He llegado a comprender que comparta categoría con Deportes en la mayoría de eventos de premios, como los The Game Awards, pero nunca dejará de decepcionarme que rara vez ganen premios de otras.
No quiero imaginar la obra magna que debe crear el género de conducción para ser nominado a Mejor Videojuego del Año, teniendo en cuenta que maravillas como Gran Turismo 7, Forza Horizon 4 y Forza Horizon 5 apenas fueron mencionados fuera de su categoría... y porque había que meter algo. Merecen mucho más de lo que acaban recibiendo.
Lo mío suele ser la infantería, pegar tiros a pie en primera o tercera persona, pero de vez en cuando me monto en trastos de cuatro ruedas para gozar de la velocidad. La expansión LEGO Speed Champions de Forza Horizon 4 se ganó una habitación permanente en el edificio de la felicidad de mi mente. He jugado pocas cosas tan divertidas y buenrolleras.
Recuerdo que el apartado técnico de Gran Turismo 7 me desencajó la mandíbula, que jamás he corrido tanto de la policía como en Need for Speed y que Hot Wheels Unleashed me gustó tanto que casi caigo en el peligroso mundo del coleccionismo. Y más recientemente he disfrutado de Pacific Drive, Expeditions A Mudrunner Game y The Crew Motorfest, cuya lista sobre Hollywood se merece una publicación independiente. Sin embargo, no he mencionado todavía el último videojuego que me hizo gozar como un chavalin.
Metal, Gasolina y Rock and Roll
¿A cuántos de vosotros os suena el nombre Wreckfest? Para ser más concreto, Wreckfest: Drive Hard. Die Last. Si sabéis de lo que hablo, seguro que habéis desbloqueado varios buenos recuerdos. Si no lo conocéis, estáis a punto de descubrir una joya como pocas. Canela en rama. Como comer un Huevo Kinder y que os toque la sorpresa que buscabais. Ese nivel de calidad.
Wreckfest es un videojuego de conducción desarrollado por Bugbear Entertainment y publicado por THQ Nordic para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X/S, PC, Nintendo Switch y móviles Android e iOS. Cuenta con una actualización para la actual generación de consolas. Estuvo en Acceso Anticipado y se lanzó entre 2018 y 2019, y sus siguientes versiones llegaron entre 2021 y 2022. Se trata del sucesor espiritual de dos leyendas: FlatOut y Destruction Derby. ¡Aquí un turbofan de Destruction Derby RAW!
Como seguro que habréis imaginado, Wreckfest es un videojuego de carreras bánger y de destrucción, modalidades especialmente populares en Estados Unidos. A diferencia de otras entregas como Gran Turismo, iRacing y Asseto Corsa, aquí hay pocas reglas y la mayoría son no-escritas de la comunidad. El único amigo bueno en estas carreras es el amigo estampado contra un árbol, así que imaginad si eres un desconocido.
No tengo quejas sobre Wreckfest. Es una pena que su pico máximo de Steam sea de 3.865 jugadores desde hace cuatro años. Desciende a los 950 jugadores en las últimas 24 horas y 434 en el momento de escribir estas líneas, según SteamDB. No creo que tenga mejores números en el resto de plataformas, así que no me atrevo a deciros que os tiréis de cabeza sin pensarlo... porque lo más probable es que encontréis un descampado con cuatro chalados disfrutando de conducir trozos de metal con cuatro ruedas y un motor a los que pocas personas llamarían coche.
¡Y me molesta mucho! Estoy convencido a un 95% que no existe otro videojuego de conducción con un sistema de daños y destrucción tan currado como Wreckfest. La cantidad de trozos de metal que puede haber en pantalla es absurdo y que cada pieza del coche (incluido el propio eje) pueda deformarse es algo que sencillamente solo puedo calificar como maravilloso. Sobra decir que no es ningún portento gráfico, pero es que dudo que ninguna consola pueda soportar un Wreckfest con el apartado gráfico de Forza Horizon o Gran Turismo.
Se acaba de explicar con las físicas y un sistema que permite personalizar la conducción de cada vehículo. Conducir por los circuitos de asfalto es toda una aventura, especialmente cuando hay cruces y secciones en ambos sentidos, pero la cosa mejora hasta niveles estratosféricos cuando hay tierra y saltos, y encima tienes a tres o cuatro chavados dando tumbos junto a ti. Y ya no hablemos cuando los tontos que corren contigo son tus amigos.
La nostalgia no perdona. Es probable que reinstale Wreckfest esta semana y le dedique unas cuantas horas, lo justo para quitarme el gusanillo y volver a mis aventuras en Dragon's Dogma 2. Os recomiendo hacer lo mismo, siempre que podáis permitiros el juego, quizás acabéis disfrutando de una de las experiencias de conducción más infravaloradas. ¡Pocos premios se llevan los videojuegos de coches para las maravillas que nos han entregado!
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