Adiós a los rumores. Habrá nuevo Plants vs. Zombies este 2019, tal y como ha desvelado EA. Y aquí hay muchas papeletas para que sea el tan deseado y rumoreado a lo largo de estos años Plants vs. Zombies: Garden Warfare 3.
A lo tonto, ya han pasado cinco años desde el primer spin-off en materia de shooter, siendo una de las mayores sorpresas que nos dejó el año 2014. Sin embargo, era mejorable en contenido y se notaba que era un videojuego inter-generacional, algo que solventó con creces su secuela en 2016. ¿Y qué necesita su próxima entrega para conquistarnos? En realidad, no mucho.
Mayor número de plantas y zombis
PopCap Games introdujo una plantilla de lo más interesante en el primer Plants vs. Zombies: Garden Warfare, formada por cuatro plantas (Cactus, Lanzaguisantes, Girasol y Planta Carnívora) y cuatro zombis (Soldado, Ingeniero, Científico y All-Star), sin contar las variaciones desbloqueables.
Este elenco estuvo muy nivelado, algo que se empezó a desmadrar un poco con la secuela, especialmente por las habilidades de la planta Rose. Fueron en total seis personajes nuevos (tres por bando), dando la sensación (viendo cierta zona de Suburbia) de que se ampliaría la lista en el futuro. Pero no.
Es por ello que Plants vs. Zombies: Garden Warfare 3 tendrá la obligación de ampliar la cifra total de 14 personajes, entre plantas y zombis (sin contar variaciones, por supuesto, que ahí la cifra se dispara), incluyendo mayor variedad de seres a escoger sin que por ello se resienta el balanceo. Lo que no parece probable es que se presente una tercera facción... pero ojalá. No sería tan descabellado sabiendo lo que pasó al final de su alocada historia.
Aprovechar mejor el Campo de Batalla del Patio
El añadido del Campo de Batalla del Patio fue un gran añadido de Plants vs. Zombies: Garden Warfare 2 al ser toda una caja de tareas de uso infinito para matar el tiempo, como izar la bandera central y enfrentarse a oleadas de enemigos controlados por la IA hasta desbloquear el tramo ilimitado.
O todas esas misiones de la historia que podíamos cumplir a nuestro ritmo, tanto para las plantas como para los zombis, aprovechando, mientras, los cofres y misiones a modo de desafíos donde obtener estrellas (necesarias para abrir dichos cofres) y aumentar el multiplicador de experiencia.
En definitiva, un patio de recreo a modo de base y menú en sí mismo. Pero viendo qué han hecho otros shooters, como The Division 2, es necesario que PopCap Games amplíe sus miras e incorpore otro tipo de actividades (en plan ZO) y con más gente, no limitando esa zona a tan solo cuatro personas.
Porque este patio fue más bien un lugar donde centrarse en la historia (que se debería potenciar en la próxima entrega) y para jugar en cooperativo.
Modo local a pantalla partida para cuatro
Aunque se pudiese jugar en solitario e incluso a pantalla partida con otra persona (igual que en el primero), la secuela fue un juego mucho más enfocado a las partidas online al incrementar significativamente los modos de juego: Jardines y Cementerios, Derrota por Equipos, Derrota Confirmada, Bomba Gnomo, Suburbination, Asalto Herbal... Y luego las operaciones.
Con el primero, PopCap Games tuvo la excusa de haber salido primero en Xbox 360 y que luego se conversionase a otros sistemas, entrando luego en la ecuación PS4 y Xbox One. Pero con la secuela, ya centrada de pleno en esta generación, no había excusa como para no ofrecer pantalla partida para cuatro personas. Porque no es un shooter tan exigente a nivel técnico.
Sería, sin duda, lo que más me alegraría de su próxima entrega en 2019.
Más minijuegos y misiones Garden Warfare 3
En Plants vs. Zombies: Garden Warfare 2 hubo muchas actividades y EA no dejó de ofrecer incentivos para que siguiésemos con el paso del tiempo gracias a eventos temporales, como Captura el Taco. Pero sí que se echaron en falta minijuegos para darle un toque de frescura y con más guiños, a poder ser, al clásico de estrategia que vio nacer la saga hace diez años.
Se debería optimizar, además, el panel de actividades para que no se nos limite el número de misiones activas a tan solo siete, porque eso nos forzaba a decantarnos por las plantas o los zombis en según qué ocasiones, al igual que priorizar sobre los modos competitivos. Y había que esperar otras veces a que se refrescasen las misiones, que no todas eran de nuestro agrado.
No tiene sentido poner esos límites, debería ser algo global como hace Borderlands con los desafíos. Así iríamos viendo el progreso de manera más constante y práctica. Y también sería más fácil subir de nivel y, sobre todo, desbloquear todas las variantes de plantas y zombis, que era un proceso de lo más largo en la secuela. Y ya no digamos con el tema de las pegatinas.
Pero sobre todo, que sigan todos los DLC gratis
Lo dijimos en su momento con las peticiones para la secuela y lo volvemos a repetir: que se mantengan los DLC gratis, porque hasta ahora EA lo ha hecho muy bien en este sentido, muy lejos de las políticas de otros juegos.
Lo cierto es que el primer Plants vs. Zombies: Garden Warfare fue uno de los pioneros para la empresa canadiense y que ahora ya no es tan raro para otros títulos que está sacando en la actualidad. A veces, por presión de la gente. Pero es sin duda un cambio de rumbo a nivel positivo a mantener.
Lo que no tengo tan claro es que fuese buena idea verlo como free-to-play, porque eso significaría enfocarlo casi en exclusiva a los modos online.
Ver 2 comentarios