Con Days Gone tuve la ocasión de poder probar varias veces el juego antes de lanzarme de cabeza a por la versión final y, aunque con el tiempo me fue gustando cada vez más, el título completo no acabó cumpliendo con las expectativas. Es por eso mismo que estaba dudoso sobre si se repetiría la misma situación con Control o no.
En los tres avances que os hemos dejado en VidaExtra hemos reconocido que la nueva obra de Remedy Entertainment apuntaba muy alto, lo que hacía presagiar que se avecinaba algo realmente bueno. La verdad es que, tras jugarlo de principio a fin, hay que reconocer que este juego sí que ha cumplido con lo que esperábamos.
Si bien lo nuevo de los creadores de Alan Wake o Quantum Break tal vez no sea su mejor creación hasta la fecha, sí que se ha convertido en un juego que, a pesar de sus fallos, nos ha resultado muy entretenido en todo momento y sobre el que os vamos a pasar a contar a continuación qué nos ha parecido exactamente.
Los misterios que aguardan en la Casa Inmemorial
Las otras veces que os hemos hablado de Control o bien no teníamos ni idea de qué iba su argumento o no queríamos profundizar demasiado en él. Se podría decir que explicarlo es un tanto complicado sin hacer demasiados spoilers, aunque al menos los primeros minutos ya nos dejan claro que estamos frente a una historia de lo más extraña.
Nuestra protagonista, Jesse Faden, se adentra en la Agencia Federal de Control, donde no tardará en descubrir que en este lugar, aparentemente abandonado, están sucediendo ciertos sucesos paranormales. Jesse se encontrará con la llamada Pistola de Servicio, un arma que únicamente puede empuñar el director de la agencia, de forma que pasará a ocupar ese puesto al instante.
Los humanos con los que se cruzará parece que les resulta algo de lo más normal el que Jesse sea la nueva directora y a nadie parece extrañarle especialmente. No obstante, la finalidad de todo esto es que el edificio está siendo invadido por unos seres de otra dimensión llamados Hiss, a los que hay que erradicar al estar apoderándose de algunos empleados de este extraño lugar y volviéndolos en nuestra contra.
Naturalmente todo esto corresponde tan solo a los primeros minutos de la aventura y a medida que vamos avanzando iremos conociendo más detalles acerca de todo lo que está sucediendo y de los misterios detrás de la llamada Casa Inmemorial. Y es que habrá salas en los que las paredes parece que se han vuelto locas por la colocación de sus muros o incluso se deformarán, así que habrá que sacar partido de unos poderes sobrenaturales de Jesse para purgar estos lugares y devolverlos a la normalidad, lo que a su vez servirá para convertirlos en puntos de control.
El edificio presume de contar con un tamaño descomunal, pero su profundidad es un tanto incierta, porque habrá toda clase de habitaciones que nos trasladarán a otros puntos que escapan de la realidad. Poco a poco el argumento irá cogiendo más fuerza, con unos cuantos momentos en los que flojea, aunque a la larga engancha con tal de saber qué es lo que está ocurriendo, de dónde han salido los Hiss y el motivo real por el que Jesse se ha adentrado en esta agencia.
Con todo lo que irá sucediendo será suficiente para entender al final todo. No obstante, por todos los pisos y salas estarán escondidos decenas de materiales coleccionables en forma de documentos, cintas de audio y vídeos. Sin duda estos elementos son de gran ayuda para comprender todo mejor y os recomendamos que intentéis, en la medida de lo posible, no pasaros ninguno por alto porque al final lo acabaréis agradeciendo.
Un metroidvania que resulta un tanto lineal
Algo que Remedy siempre ha dicho acerca de Control es que se trata de un metroidvania. No es ninguna mentira, ya que Jesse comenzará sin ningún poder especial y poco a poco irá desbloqueando una serie de habilidades a base de encontrar unos objetos alterados que son fabricados en la agencia.
Todo esto servirá para que nuestra protagonista sea capaz de expulsar una onda expansiva capaz de empujar a los enemigos o derribar algunas paredes, además de arrancar de cuajo infinidad de elementos del escenario para arrojarlos con una fuerza devastadora contra los enemigos, como por ejemplo piedras, extintores, bancos, ordenadores, sillas, etc.
Junto con estos, otro de los poderes que desbloqueará Jesse será el de levitar por el escenario. Aun así, habrá otros que estarán ocultos por toda la agencia y simplemente servirán para obtener más capacidades, pero no serán indispensables para el avance del juego. El problema está en que por lo general los metroidvania, cuando vas mejorando a tu personaje, te obligan a volver atrás y explorar el escenario de arriba a abajo intentando localizar en qué lugares se pueden utilizar esas mejoras.
Sin embargo, en el caso de Control, aunque la finalidad es la misma, el juego es bastante lineal. En todo momento te está indicando cuál es el lugar al que hay que acudir que está relacionado con la misión principal que estemos llevando a cabo en ese momento. Por lo tanto, esto supone que a la larga la aventura nos llevará un poco de la mano y entonces el género metroidvania pierde un poco el sentido.
Donde sí que se aplica más es en las misiones secundarias. Tampoco es que sean determinantes o merezca la pena completarlas, aunque ahí sí que requerirán que no dejemos ningún rincón de la agencia por examinar. Habrá infinidad de lugares a los que solo podremos acudir si tenemos la tarjeta de acceso correspondiente o el poder necesario. Al menos esto sirve para otorgarle al juego algo más de rejugabilidad y alargar su duración considerablemente, debido a que solo la historia principal os puede llevar completarla unas diez horas.
De paso estas misiones vienen bien para ir obteniendo mejoras para Jesse en forma de puntos de habilidad o mods personales o para las armas. En el caso de los primeros su función es potenciar las habilidades de nuestra protagonista para que tenga más vida o disponga de más energía, mientras que los mods son unos materiales que irán soltando los enemigos o se encontrarán en unas cajas y serán para potenciar tanto las estadísticas de nuestra pistola como a la propia Jesse.
Por lo demás, el resto de materiales que vayamos recolectando, que no serán especialmente pocos, los podremos canjear por nuevas formas para la Pistola de Servicio, lo que hará que se convierta en una especie de escopeta, lanzagranadas o en una que es capaz de lanzar un disparo cargado. Lo bueno es que la munición siempre será infinita y el único requisito será esperar unos segundos a que se recargue en el caso de quedarnos sin balas.
Sobreviviendo en un mundo hostil y paranormal
Con todo el misterio que rodea a la agencia y al argumento, parece que todos los personajes que conoceremos están jugando con nosotros y en realidad está tramando algo muy gordo. Por desgracia, nada más lejos de la realidad, porque todos los humanos que no han sido afectados por el Hiss simplemente estarán para que hablemos con ellos o para ir asignándonos misiones para completar.
Vale que tienen su parte importante en la trama en el sentido de que nos van proporcionando más información sobre ella, pero hemos echado de menos que tuvieran un papel más determinante, sobre todo algunos que solo aparecen en ciertos momentos puntuales y no volvemos a saber nada de ellos. No os vamos a decir de quién debéis fiaros o no, pero sobre todo con los que habrá que tener cuidado son con los soldados enemigos.
Los empleados de la agencia afectados por el Hiss no se andarán con tonterías si nos tienen a tiro. Algunos serán simples marionetas que no nos darán muchos problemas, mientras que habrá otros que fácilmente nos pondrán en un serio aprieto si nos descuidamos o decidimos ir a saco a por ellos, porque Jesse es un poco de papel y ciertos disparos o explosivos son capaces de reducir al mínimo su vida en un instante.
El aniquilar a los soldados u otras criaturas espeluznantes hará que suelten unos materiales para recuperar nuestra vida. Eso sí, no serán suficientes si se presenta una oleada enorme de enemigos dispuestos a machacarnos, que ya os decimos que sucederá en multitud de ocasiones. Al menos la jugabilidad y estos enfrentamientos resultan de lo más entretenidos y divertidos por poder combinar los distintos tipos de disparos con las habilidades de Jesse. Es más, algunos enemigos en concreto requerirán que sigamos una estrategia en especial para eliminarlos.
Desde luego los momentos de acción y todos los combates en general son de lo mejorcito de Control, pero lo que no nos ha convencido tanto son las batallas contra los jefes finales. Las podemos contar con los dedos de una mano y ninguna ha logrado que nos tiremos de los pelos. De hecho, hay enemigos normales que nos han parecido más desafiantes que los propios jefes, especialmente unas criaturas que con su chillido eran capaces de destruirnos sin apenas darnos tiempo a reaccionar.
Otro detalle que nos ha resultado un tanto molesto son los puntos de guardado. Como ya mencionamos antes, los lugares que hay que purgar se transformarán al instante en las zonas en las que reapareceremos si somos abatidos, además de permitirnos realizar un viaje rápido a otro de ellos de cualquier parte de la agencia. La cuestión es que no son muy numerosos y ha habido ocasiones que al morir hemos vuelto muy atrás para tener que darnos una buena pateada hasta regresar al sitio donde estábamos antes de perder la vida.
La acción es muy frenética y será difícil que nos cansemos de estos momentos. En cambio, lo que sí nos ha resultado un tremendo incordio han sido las caídas tan sumamente pronunciadas en los fps. Por lo general todo transcurre a 30 fps, pero cuando empieza a haber demasiados soldados y criaturas en pantalla, junto con las explosiones y la destrucción del escenario, la imagen se ralentizará una bestialidad. No es que ocurra constantemente, pero sí la suficiente cantidad de veces para que nos haga desear que el juego hubiese estado mejor optimizado.
Aun así, gráficamente Control luce de maravilla. Todos los efectos y las físicas de los elementos que vuelan en pedazos nos han parecido fascinantes. Pero lo que más resalta por encima de todo es su apartado artístico y la forma con la que la producción de Remedy juega con la iluminación, con unos entornos en los que predomina el rojo cuando acecha el peligro y unos escenarios de todo tipo que demuestran totalmente que se trata de un videojuego de ciencia ficción con zonas de lo más extrañas y paranormales.
La opinión de VidaExtra
Puede que Control no sea la mejor obra que ha desarrollado Remedy Entertainment en comparación con sus anteriores trabajos. No obstante, eso no quita que sea un juegazo con el que las horas se pasarán volando a pesar de sus fallos, que están ahí y no es posible pasarlos por alto. Además, el doblaje al castellano es decepcionante, como ya os contamos en nuestro último avance. Eso sí, agradecemos que se haya corregido la desincronización labial y los subtítulos.
Por suerte el juego da la opción de elegir las voces en inglés y en ese caso el resultado sí que es excelente. Todo el apartado sonoro es una pasada, haciendo una buena combinación con el apartado visual para proporcionar a veces unos momentos de tensión o un tanto siniestros, pero que en su totalidad logran meterte de lleno en todo lo que sucede en este extraño mundo, no como su argumento que tiene unos cuantos altibajos y podía haber aspirado a más.
Control es un juego quizás un poco corto que en un par de días se puede completar y un título que os llevará el doble de tiempo o más si vuestra intención es finalizarlo al 100%. Personalmente me habría gustado que se hubiera aprovechado más el género metroidvania para lo que es la historia principal, pero el entretenimiento que produce de principio a fin consigue que sea uno de los juegos que no podéis dejar escapar este verano.
Control
Plataformas | PC, PS4 (versión finalizada) y Xbox One |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Remedy Entertainment |
Compañía | 505 Games |
Lanzamiento | 27 de agosto de 2019 |
Precio | 53,99 euros |
Lo mejor
- La jugabilidad y la combinación de las armas con las habilidades.
- Su apartado artístico y los escenarios en general.
- La forma en la que se destruyen todos los elementos a nuestro alrededor.
Lo peor
- No acaba siendo un buen metroidvania al ser un tanto lineal.
- Las voces del doblaje al castellano.
- Las caídas en los fps son demasiado molestas.
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