El primer Unravel fue una grata novedad. Coldwood tomaba conceptos prestados de series totalmente nintenderas como Chibi-Robo! y o la saga de juegos de Yoshi para llevar esos elementos a su terreno, ambientando las aventuras de un colorado, diminuto y valiente ser de lana llamado Yarny en escenarios costumbristas, aunque exquisitamente inspirados en los bosques y hogares de Suecia.
Aquella fue una propuesta inusualmente modesta para venir desde Electronic Arts, pero también rebosante de encanto. Lo suficiente como para que una largamente rumoreada secuela se enfrentase a un doble desafío: Martin Sahlin, creativo de Coldwood, había puesto toda su alma en Unravel, ¿cómo elevar ese listón que ellos mismos habían puesto?
La respuesta -y la inspiración- están implícitas en el nombre de la secuela. Unravel Two es más que una continuación, es una aventura plataformera al servicio de su nueva temática: en contraposición a restaurar los antiguos lazos de nuestros recuerdos, a través de Yarny, exploraríamos los sentimientos que afloran a la hora de establecer nuevos vínculos.
Desde luego, sobre el papel, se trata de un propósito ligeramente ambiguo. Pero cobra mucho sentido cuando esa idea también funciona como premisa para la novedad jugable: en Unravel Two descubriremos y resolveremos nuevos escenarios elaborados con el mismo mimo que la entrega original, pero esta vez lo haremos a través de dos Yarnys. Y lo mejor es que podremos ofrecer uno de ellos a un segundo jugador.
Cuando cortas con el pasado se forman nuevos vínculos
Aquellos que disfrutaron de la entrega original verán que en Unravel Two todos los elementos clave están en su sitio: un apartado artístico sobresaliente, una jugabilidad sencilla de entender, puzzles que se basan en la mera observación de lo que hay en pantalla y la seguridad de tener los suficientes puntos de salvado como para permitirnos experimentar con el fin de alcanzar ese coleccionable puesto con una razonable pizca de maldad.
De hecho, mientras recorremos ese detalladísimo universo a escala, descubriremos una historia que no tiene que ver con los recuerdos del pasado. Por decirlo de algún modo, Unravel Two no gira en torno al hilo del destino, sino sobre esa cuerdecita que nos vincula con los demás, sosteniendo como lección a aprender a lo largo de la aventura que no hay nada imposible si se trabaja en equipo y usamos la cabeza.
Unravel Two no gira en torno al hilo del destino, sino sobre esa cuerdecita que nos vincula con los demás
Una vez más, Yarny será ese duendecito que -entre puzle y puzle- ejerce de espectador de manera fortuita ante una sucesión de historias protagonizadas por humanos, dando cierto contexto a la sucesión de niveles a la vez que se añade en algún momento muy puntual alguna pequeña intervención o habilidad, sin sacarlo en ningún momento de su mágico mundo.
Sin embargo, esta vez Coldwood ha querido dejar al jugador que se interprete de manera libre esta trama secundaria. Lo cual es un acierto total, ya que el vínculo entre los dos Yarnys es el elemento central del juego.
De este modo, nuestro pequeño héroe ya no estará limitado a las madejas de lana estratégicamente repartidas en el mapa, sino que estará vinculado, literalmente, a su compañero de aventuras. La excusa perfecta para ofrecer un giro nuevo a la resolución de puzles y, de paso, introducir el mayor atractivo de la secuela: el cooperativo de sofá.
Un plataformas a dos Yarnys con extra de alma y encanto
En Unravel Two todos los puzles están diseñados para resolverse a dos Yarnys, lo cual hace que cuando juegues a dobles tengas esos brillantes momentos de ensayo y error con tu compañero de partida muy en la línea de lo visto en Snipperclips.
A veces se trata de crear una suerte de invento con hilos, pesos y poleas. En otras sostener el hilo mientras nuestro compañero se balancea hasta la siguiente plataforma. Pero, salvo en los dos últimos capítulos, no tendrás complicaciones a la hora de resolver los puzles si prestas atención a los elementos que hay en pantalla.
La sensación general es estupenda, ya que cada tramo de este pequeño gran mundo está diseñado para descubrir lo que viene después y compartir la experiencia. Aunque también hay margen -mucho margen- para los planes fallidos y las caídas tontas entre saltos mal dados y enemigos.
Pero, como decimos, la generosa distribución de los puntos de salvado hace que nunca exista una presión por tiempo, intentos o verdadero peligro de cara a los jugadores. A lo que hay que sumar toda clase de facilidades en forma de pistas sutiles o realmente reveladoras que podremos activar o desactivar en todo momento.
Eso sí, Unravel Two también se puede jugar en solitario: podemos unificar los dos Yarnys en uno y separarlos llegado el momento para resolver cada trama a base de alternar entre uno y otro. Aunque claro, pese a que los desafíos y la experiencia se mantienen, se pierden el mensaje y las sensaciones que Colwood quiere transmitir.
En Unravel Two todos los puzles están diseñados para resolverse a dos Yarnys
La secuela de Unravel, o al menos la historia principal, se puede llegar a resolver en una sola tarde. Siete niveles con una duración aproximada de treinta minutos cada uno si vamos sin prisas, a perdernos y descubrir.
Pero también es cierto que en muchos aspectos se ofrece un giro acertado a la experiencia original, ya que no estaremos atados a nada que no sea nuestro compañero: se acabó eso de dejar rastros de lana al avanzar o que el denominador común de todos los puzles sea el sitio al que hay que debemos enganchar nuestra lana.
Eso sí, Coldwood ofrece a los jugadores motivos para revisitar sus mundos y verdaderos retos para quien los desee: por un lado a través de algún que otro coleccionable repartido a lo largo de cada nivel, así como marcas de tiempo que vendrían a ofrecer una experiencia contrarreloj.
Por otro a través de los diferentes niveles de desafíos que van apareciendo conforme avanzamos, los cuales tienen un grado de complicación bastante más exigente. Algo que no solo está muy bien de cara a asentar las posibilidades de la fórmula, sino que redondea su propuesta.
Unravel en Switch es una buena mezcla, su secuela, además, le queda como un guante
Si nos dirigimos al apartado artístico y técnico, Unravel Two luce de maravilla en Switch, y pese a que Coldwood no ha igualado el resultado visual de las otras sobremesas, lo logrado es más que suficiente como para encandilar al jugador desde la primera partida.
Unravel 2 en Xbox One
Unravel 2 en Nintendo Switch
De hecho, siendo conscientes de ello y siguiendo la línea de lo visto en otros títulos como Rocket League, se nos ofrece una alternativa siempre que tengamos la consola en el dock (la base de la consola) de modo que podremos elegir entre un refuerzo de la calidad o un rendimiento más agradecido. Si jugamos en modo portátil no notaremos la diferencia.
Switch es esa casa a la que Yarny siempre ha pertenecido, incluso cuando el primer Unravel llegó un año antes que la propia consola
Pero más allá de esto, la entrada de Yarny en la consola de Nintendo no solo es un reflejo de cómo EA explora qué licencias llevar a Switch, además tantea el cómo llevarlas.
Viendo la trayectoria de una consola que en apenas dos años ha atesorado joyas plataformeras que brillan especialmente en su jugador como Donkey Kong Country: Tropical Freeze, New Super Mario Bros. U Deluxe o Rayman Legends, Unravel Two es un doble acierto, nunca mejor dicho.
No estamos hablando de la posibilidad de compartir Joy Con o continuar las partidas y desafíos donde vayamos, que también, sino al tipo de que público al que realmente va dirigido este juego. Ese que ha sido mimando durante generaciones por Nintendo a través de sus sagas plataformeras.
Porque en cierto modo, se podría decir que Switch es esa casa a la que Yarny siempre ha pertenecido, incluso cuando la primera entrega llegó un año antes que la propia consola.
La opinión de VidaExtra
Haciendo una vista global, Unravel Two no compite en la misma liga que los plataformas que vienen de la mano de Nintendo. No es una cuestión de mimos, ya que Coldwood no ha ahorrado en detalles de cara a esta secuela, sino de cara a ofrecer una duración y una rejugabilidad que al final acaben delegándolo todo al complecionismo. Sino porque es una historia completa que se disfruta en una tarde. Una que te deja con unas sensaciones estupendas.
Pero al igual que cuando fue lanzado en el resto de sistemas, el punto flaco de Unravel Two es que, más allá de su experiencia multijugador, y evaluándolo desde el punto de vista de una secuela, es innegable que se ha perdido el impacto del factor novedad.
Su pequeño universo sigue siendo fascinante, desde luego, y no se puede decir que Coldwood no haya investigado nuevas maneras de explorar y expandir el universo en torno a Yarny sin que eso suponga sacrificar aquello que nos cautivó. Pero sus siete niveles, que no son precisamente cortos, no superan o igualan ese flechazo visual que supuso la primera entrega.
Pero eso no quita que Yarny y sus nuevos compañeros de aventuras, los cuales iremos liberando conforme superemos desafíos, cuajen de maravilla entre los Nindies en una eShop cada vez más atractiva para todos los públicos y desarrolladores. Porque si se trata de ofrecer contenidos más modestos pero que irradian dedicación y cariño, muy pocos pueden medirse con la propuesta que nos viene desde el sello de EA Originals.
Switch se ha propuesto acoger a los personajes con más magia y encanto, y la llegada de Yarny le sienta como un guante
Es una lástima que el juego no haya venido a Switch acompañado de la primera entrega, pero eso no quita que, si había que escoger entre las dos, la experiencia compartida que ofrece Unravel Two suma puntos extra frente a una Switch que se ha convertido en la consola de los multijugadores de sofá.
Pero que también, de manera sibilina, la consola de Nintendo se ha propuesto acoger a los personajes con más magia y encanto de los videojuegos. Algo que está muy próxima a conseguir ahora que Yarny corretea, teje y se balancea al son de los Joy Cons.
A favor
- El apartado artístico es sencillamente exquisito
- El multijugador es mucho más que una alternativa. Es el alma de esta secuela
- Los niveles de desafíos
En contra
- Un plataformas corto y sencillo
- La rejugabilidad pasa por algunos coleccionables y superar los niveles en menos tiempo
- Los puzles y la trama no igualan los de la primera entrega
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