Como vosotros, nosotros éramos; como nosotros, vosotros seréis. La frase que adorna la cripta bajo la iglesia de los capuchinos es un buen ejemplo de cómo la iconografía de esqueletos y calaveras ha evolucionado durante cientos de años.
Esto es lo que hay y así vas a acabar, asúmelo. Lo que antaño era representación de mal fario y crueldad, la muerte en su forma más reconocible, hoy adorna las paredes de la cripta dando forma a retablos, estatuas y arcos de macabra preciosidad. Una curiosa forma de normalizar lo que para otros es censurable.
Cultura popular censurable
Presentes en nuestras historias, cuadros y convertidos en una parte primordial de nuestro folclore, los esqueletos han corrido la misma suerte que las palabrotas, perdiendo la fuerza y contenido emocional que desprendían a base de verlos repetidos hasta la extenuación.
Calaveras y huesos se plasman en prendas de alta costura, complementos infantiles, logotipos de marcas y hasta tienen películas que giran en torno a su imagen. Conceptos que triunfan alrededor del globo, pero que parecen ser un tema tabú en China cuando van unidos a videojuegos occidentales.
Así son los estilos exclusivos de China, donde no se permiten las calaveras@iFireMonkey pic.twitter.com/Nd5hjinRwI
— InfoPico Fortnite (@InfoFortniteES) December 17, 2020
Un esqueleto es uno de los demonios de El Viaje al Oeste -la obra china que serviría de inspiración a Dragon Ball y a juegos como Enslaved o Unruly Heroes-, Coco fue un éxito de taquilla en los cines chinos y hasta algunos de sus MMO muestran esqueletos sin aparentes problemas. Entonces, ¿por qué juegos como Fortnite modifican sus skins para eliminar ese tipo de símbolos en el mercado chino?
Buscando información sobre la industria del videojuego china y su impacto en occidente he vuelto a cruzarme con este tema que ya levantó algunas cejas en el pasado con una expansión de World of Warcraft y la modificación de todos los personajes y adornos basados en esqueletos, huesos y calaveras.
Las reglas impuestas por el Ministerio de Cultura siguen siguen siendo las mismas que antaño, pero en el caso de los videojuegos parecen ser un poco más estrictas. Su presión a la hora de decidir “qué pasa el corte y qué no” suele ir mucho más allá de directrices básicas como no dañar la imagen de China, no instigar el odio entre culturas, o no promover acciones de violencia, obscenidad, uso de drogas o apuestas.
Más vale prevenir que curar
Lo que relatan ciudadanos chinos, o aquellos que por cuestiones de trabajo han estado cerca de la industria del país, es que lejos de ser un organismo especialmente duro con este tipo de iconografías, el principal problema se reduce a la ambigüedad de sus normas.
En el caso de la regulación del cine y los motivos por los que una cinta podría ser borrada o editada hay una regla que reza:
“Contiene asesinatos, violencia o contenido de terror, reformula el valor y orientación de la verdad y la falsedad, lo bueno y lo malo, la belleza y la fealdad, y confunde la naturaleza básica de la justicia y la injusticia; deliberadamente expresa arrogancia en crímenes ilegales, muestra los detalles de actos criminales y expone métodos de investigación especial; argumentos que muestran explícitamente asesinatos, sangre y gore, violencia, uso de drogas, apuestas, etc; tramas de abuso de prisioneros, tortura de criminales o sospechosos, etc; escenas, diálogos, música y efectos de sonido que son excesivamente aterradores”.
Por miedo a traspasar finas líneas que quedan en las manos del regulador, a menudo las compañías optan por la vía de la autocensura para evitar posibles choques con la administración, evitando así cambios que puedan repercutir en los planes de un lanzamiento.
Si bien en el mundo del cine parece haber cierta carta blanca con la idea del esqueleto, en el de los videojuegos sí hay un pasado menos laxo, frenando proyectos y reclamando cambios por caer en temas como la superstición y el terror. No hay una regla frente a los esqueletos per se, pero sí es algo que se revisa con especial atención o, visto de otro modo, una excusa perfecta para editar y censurar más allá de lo establecido.
Un claro ejemplo del “sí pero no” al que se deben enfrentar ciertos desarrolladores respecto a este tema -incluida la propia Tencent- lo encontramos en la saga de películas Piratas del Caribe. Mientras que la primera cinta pasó la regulación sin problemas, la distribución de El Cofre del Hombre Muerto se frenó por contener espíritus revoloteando y representación de canibalismo.
Normal que, frente a posibilidades tan volátiles, se opte por el “más vale prevenir que curar”. Así que no, esqueletos, calaveras y huesos no están prohibidos en los videojuegos de China, pero parece una buena idea olvidarte de ellos si quieres comercializar tu juego en el país.
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