La acción desenfrenada de Team Ninja sobrevive en un mundo abierto desfasado. Análisis definitivo de Rise of the Ronin

La acción desenfrenada de Team Ninja sobrevive en un mundo abierto desfasado. Análisis definitivo de Rise of the Ronin

  • La desarrolladora nipona lanza en exclusiva para PS5 su videojuego más ambicioso hasta la fecha

  • Japón, ronin y espadazos integran una fórmula a la que le resulta difícil encontrar un equilibrio

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Rise Of The Ronin

¿Quién no se apunta a una ensalada de katanas, flechazos, el Japón más clásico y paisajes preciosos? Cualquiera podría pensar que es una referencia a Ghost of Tsushima, pero lo cierto es que la propuesta de Team Ninja es muy similar en cuanto a sus pretensiones. Rise of the Ronin es el nuevo título de la desarrolladora japonesa, aunque con una vertiente de mundo abierto que hasta el momento no habíamos podido experimentar por su parte.

Los padres de Nioh y Wo Long: Fallen Dynasty se zambullen en un período muy concreto del país nipón para ofrecernos una ración de lo que mejor saben hacer: combates repletos de posibilidades y estadísticas por un tubo. Ahora es el turno de averiguar si su ARPG más ambicioso hasta la fecha está a la altura de las expectativas.

Un choque de realidad

Durante mis primeras horas para la preview, lo cierto es que las sensaciones acerca de Rise of the Ronin fueron francamente negativas y no se puede negar la realidad de una crítica que ha circulado por Internet. Sí, el título está lejos de sorprender gráficamente y no está a la altura de lo que se podría esperar de todo un exclusivo de PS5. El uso del motor en tiempo real regala unas animaciones faciales pobres, la calidad de las texturas no son precisamente de nueva generación y las inconsistencias visuales son una constante, incluso con el parche del día uno instalado.

No importa si escogemos el modo gráficos, rendimiento o el que apuesta por el trazado de rayos, este pensamiento no desapareció... al comienzo de la partida. El tramo inicial de Yokohama no es, ni mucho menos, en el que visualmente destaque más la obra, pero mi perspectiva cambió radicalmente a partir del segundo acto. Un paisaje más recargado, sin tantos espacios vacíos, con un tono artístico mucho más acertado y, en definitiva, más resultón a la hora de realmente transportarte al periodo Bakumatsu.

Esa es la época en la que Rise of the Ronin se desarrolla, a lo largo de un puñado de años entre 1858 y la década de 1860, la cual se caracterizó por ser una etapa en la que Japón se decidió entre la apertura de sus fronteras o rechazar a los pueblos extranjeros, tales como Estados Unidos o Reino Unido. El Monte Fuji, Yokohama (de corte colonial), Kanagawa, Ota, Akasuka, Honjo, Fukagawa y muchísimos enclaves podemos contemplar a lo largo de tres mapas de mundo abierto que los amantes de la cultura asiática adorarán. Por supuesto, no faltan los eventos dinámicos como el paso del día, la aparición de nieve, lluvia o los pétalos revoloteando por el aire.

Y lo cierto es que no van a faltar actividades para llevar a cabo, pues el título nos permite liberar almacenes, encontrar gatos perdidos, recolectar toda clase de recursos, rezar en santuarios, tomar fotografías, detener fugitivos, restablecer el orden público y otro buen puñado de tareas más.

Rise of the Ronin

No hay tiempo para aburrirse en Rise of the Ronin, ya que siempre puedes abrir el menú para encontrarte un icono más que tachar de la lista para recibir su recompensa. Cada uno de los mapas se dividen en zonas que, si liberamos apoyando a algunas de las facciones, serán controladas por la misma y repercutirá en nuestra relación con el shogunato o los insurrectos. Sin embargo, la apuesta de Team Ninja no deja de ser excesivamente genérica y cae rápidamente en la repetición de tareas sin repercusión.

Lo habitual es entrar en una dinámica de limpiar de eventos que reiteran a los mismos enemigos, tienen nulo espacio a la improvisación o la sorpresa y cuyo atractivo principal es el de sumar un punto más para las estadísticas. Con todo, el desplazamiento resulta tan convincente y dinámico que el equilibrio se encuentra por ese lado. Nuestro protagonista es un saltimbanqui, un escalador profesional dispuesto a hacer cualquier tipo de acrobacia con las manos desnudas, corriendo o utilizando un gancho.

Como si de una suerte de Assassin's Creed se tratase, en Rise of the Ronin nos podemos subir a cualquier tejado, correr por encima de los edificios, impulsarnos con un garfio hacia nuevas alturas y alcanzar grandes velocidades desplegando unas enormes alas para planear. Todo ello con una fluidez muy dinámica, sin que nuestra resistencia se resienta, y con animaciones tan chulas como dejarnos caer en el aire encima de nuestro caballo mientras galopa. Eso sí, la obra se empeñará en mostrar algunas molestias para el plataformeo en forma de no poder saltar obstáculos pequeños o bloquear el paso de manera muy artificial, lo cual le resta consistencia.

Rise of the Ronin

Aún con todo, nada nos impide visitar la herrería para crear, desmontar, comprar o vender toda suerte de artículos. Podemos crear multitud de objetos gracias a las hierbas, flores y minerales que recogemos, así como la extensísima lista de armas y armaduras que se suman al inventario. Team Ninja tiene un especial interés en llenar los bolsillos del protagonista con petos, kimonos, espadas, zapatos y toda clase de elementos que mejoran nuestra defensa y estadísticas gracias a los potenciadores que las definen.

Tal es la cantidad que podemos llegar a acumular hasta 2.000 diferentes, por lo que es completamente necesario utilizar un filtro con muchas opciones para tener claro qué nos conviene descartar. Es fácil llegar a la conclusión de qué debemos llevar encima para tener el mejor pertrecho posible, pero resulta inútil disponer de una marea constante de opciones que van a terminar vendiéndose en la botica. En cualquier caso, es posible sacarle un partido extra a un sombrero, por ejemplo, gracias a la transferencia de vínculos. Se trata de una habilidad que permite escoger una característica de un objeto para incrustarla en otro; en una camisa con chaleco que llevaremos durante mucho tiempo para aumentar el daño que hacemos por la noche, por ejemplo.

El árbol de habilidades también se apunta a la cita de Rise of the Ronin. Fuerza, destreza, carisma e inteligencia son los apartados en los que tendremos que decidir mejorar, siempre dependiendo del estilo de juego que tengamos. A su vez, el desarrollo de la tecnología permite que los diferentes aparatos, como las alas o la manguera de fuego, aumenten sus prestaciones, por lo que una visita al NPC correspondiente nunca vendrá de más. De la misma forma que pasarnos de vez en cuando por el hogar comunal será conveniente.

Rise of the Ronin

Se trata de una base de operaciones que podemos decorar a nuestro gusto, lo cual repercutirá en qué clase de personajes visitarán la estancia para poder charlar con ellos. Aquí también podremos enviar perros peregrinos para recolectar dinero, prestar gatos para conseguir recompensas o cambiar la apariencia del protagonista. Mención más que especial al sistema de personalización de Rise of the Ronin, uno de los más profundos y variados que haya tenido el placer de echarme a la cara. Los que deseen tener una apariencia muy concreta la podrán generar, pues la cantidad de opciones disponibles es enorme.

Sangre, sangre por doquier

Podemos escoger si queremos ir hasta la otra punta del escenario para recoger un gato o no, pero lo que no evitaremos de ninguna forma es liarnos a espadazos con todo quisqui. Team Ninja se distingue por ofrecer sistemas de combate muy resultones y el de Rise of the Ronin no es la excepción. Hasta 10 tipos de arma como el dao, mandoble, bayoneta, katana y naginata están disponibles para utilizar, incluso pudiendo luchar con los puños desnudos si lo preferimos. El dominio de cada una de ellas se mejora con su uso constante, lo que permite el acceso a nuevos ataques y estadísticas potenciadas.

A su vez, cada acero cuenta con diferentes estilos de combate, pudiendo equipar tres por arma, y resulta imprescindible pivotar entre ellos para adaptarnos al enemigo que tengamos enfrente, pues cada uno es más débil o resistente dependiendo de nuestra postura. Una vez los conceptos están claros, toca lanzarse a la batalla y es aquí cuando comienza el show. Aunque puedes toparte con grupos de enemigos, lo habitual es que los enfrentamientos se conviertan en un 1vs1 donde ganaremos mucho terreno si dominamos el arte del contraataque. Un parry de toda la vida que hará descender la barra de ki del oponente, la cual determina cuántas acciones puede llevar a cabo.

Rise of the Ronin

Una vez se encuentre en cero quedará completamente expuesto a un brutal remate repleto de gore y muchísima sangre. No escatima en casquería Rise of the Ronin, por lo que acostumbraros a ver decapitaciones, armas atravesando estómagos y extremidades siendo cercenadas, todo bien salpicado por tinte rojo brotando de los cuerpos. A todo ello hay que sumar el uso de elementos del escenario como barriles explosivos, los cuales podemos agarrar con el gancho para lanzar rápidamente contra los rivales.

Es muy satisfactorio encadenar contraataques consecutivos, ya sea contra embestidas normales u ofensivas más potentes que reducen el espacio a la hora de defendernos. El cambio de posturas constante, el uso de las habilidades marciales con movimientos espectaculares y el intercambio entre arma principal y secundaria sustentan las luchas a lo largo de las horas sin que sea redundante. Amén del llamado brillo de ki, un estado temporal que podemos desatar y que permite que ataquemos sin reducir nuestra resistencia, lo cual nos permite atosigar al contrario durante unos segundos.

A todo ello hay que sumar las clásicas afecciones de estado como parálisis, veneno, quemadura o mareo, las cuales se pueden imbuir en las armas para aplicarlas sin compasión contra el que se ponga delante. Tampoco hay que olvidar los aparatos llegados desde más allá de aguas niponas, como el fusil capaz de hacer explotar cabezas, la implacable pistola o la manguera que escupe fuego como si fuese el mismísimo infierno. Un rango de posibilidades muy amplio para diezmar sin problemas a cualquiera y que nutre de variedad al combate.

Rise of the Ronin

Por otro lado, hay una apuesta hacia la presencia constante del sigilo. Quien quiera ser sibilino para atacar por la espalda tendrá recursos como el arco, shurikens o bolas de barro cocido. Todo métodos para no llamar la atención y clavar una puñalada en el riñón o una flecha entre ceja y ceja. Es posible acabar con una escuadra enemiga sin que nos vean, aunque todo viene ayudado por una IA muy pobre en este sentido. La distancia de visión y escucha de los enemigos es ridículamente mala, pues podemos estar luchando y haciendo un ruido infernal a una distancia pequeña y que el rival no note nuestra presencia.

Por si fuera poco, el marcado de posición del contrincante que nos está viendo es bastante confuso en muchas ocasiones, señalando hacia lugares en los que no se encuentra realmente la amenaza. Una vertiente de sigilo sencilla, sin grandes pretensiones, pero que adolece de unos errores a los que se les puede sacar partido para acabar rápidamente con una zona poblada de maleantes. Esto sucede especialmente si atacamos a los que tienen mayor rango, pues la variedad de enemigos es escasa.

No se distingue Rise of the Ronin por poner en pantalla un abanico muy amplio de rivales, salvo por aquellos que poseen un tamaño enorme o los propios jefes finales. Si acabamos con los del escalafón más alto, incidiremos en la moral de los esbirros reduciendo su ki y aumentará el pánico entre ellos si comienzan a encontrarse cadáveres de sus compañeros, lo que facilitará la tarea de poner fin a su vida. Es una verdadera lástima que no haya podido sacarle partido al modo cooperativo por falta de jugadores, el apartado que apunta a ser uno de los puntos fuertes de la obra.

Rise of the Ronin

Hablamos de misiones especiales en las que uno o dos personajes secundarios, a nuestra elección, nos acompañan para acabar con objetivos muy especiales. Siempre desembocan en una lucha directa contra el jefazo de turno y podemos intercambiar continuamente entre el trío o dúo principal para convertirnos en un torrente de espadazos. De esta forma, es mucho más sencillo poner en jaque a unos jefes que, en encuentros individuales, son capaces de ponernos contra las cuerdas mientras medimos sus movimientos.

¿Qué será de Japón?

La ambición de Team Ninja a la hora de construir Rise of the Ronin también se mida por una historia que tiene un peso fundamental a lo largo de todo el viaje. La conjunción y choque de culturas japonesa y anglosajona es constante durante toda la aventura, por lo que toca dirimir qué bando apoyamos. Para ello, conoceremos a más de 50 personajes secundarios que marcarán nuestra relación con los acontecimientos.

Uno de los pilares del título es el sistema de vínculos, el cual se genera a través de lo bien que nos llevemos con los diferentes personajes. Si les ayudamos, ofrecemos regalos o contestamos con una frase que les convenza, aumentaremos la afinidad con ellos y los botines que obtendremos. Por ejemplo, Ryoma Sakamoto es uno de los primeros compañeros que encontraremos, por lo que fortalecer el vínculo con él repercutirá en el aprendizaje de nuevas posturas o puntos para las estadísticas.

Además, con algunos de ellos podremos entablar una relación sentimental, aunque sin apenas desarrollo. El punto fuerte de los vínculos reside en nuestra capacidad de decisión respecto a lo que decimos, pues hay muchísimas opciones de diálogo, lo que se traduce en múltiples ramificaciones de la trama. Es muy rejugable Rise of the Ronin, pues se obtienen resultados diferentes con elecciones que son aparentemente inocentes.  Murió gente por mi culpa, conseguí aliados por el camino que no esperaba y siempre tuve dudas de a qué bando apoyar, incluso cometiendo errores que no hubiese deseado que sucediesen.

Rise of the Ronin

El problema surge en el momento en el que semejante cantidad de personajes secundarios resultan en un embrollo, en ocasiones, a la hora de tener claro lo que está pasando. Es una lista muy larga de nombres a recordar y, salvo un puñado de ellos, muchas de las personas que pasarán por pantalla apenas tienen evolución o recorrido en la trama. Una trama que se nutre especialmente desde el apartado político, siempre ofreciendo un enfoque de cómo los intereses chocan en visiones opuestas, pero en ocasiones complementarias.

La opinión de VidaExtra

Team Ninja ha querido ir a más respecto a sus anteriores trabajos y lo cierto es que lo ha logrado, pero a costa de la cantidad frente a la calidad. Rise of the Ronin pone encima de la mesa un mundo abierto muy mundano, sin nada que le haga destacar respecto a otros competidores, y se nutre a base de misiones secundarias e iconos que terminan por convertirse en una rutina que ya hemos visto cientos de veces. La reiteración es una losa a lo largo de la aventura, la cual comete faltas que no llegan a ser pecados imperdonables.

Detalles como un apartado gráfico lejos de lo esperado para un exclusivo de Sony, cuestiones técnicas que afean la experiencia e imposiciones artificiales son algunos de los lastres que arrastra un videojuego que, a pesar de ello, sobrevive en su propia marea. La acción es intensa, diversa y realmente entretenida, con muchas posibilidades a las que agarrarnos para disfrutar de la forma de combatir que más nos guste. La desarrolladora brilla una vez más en el apartado en el que más destaca, pues las refriegas están lejos de toparse con una crítica notable.

La trama, aún con su densidad, plantea un conflicto histórico interesante y que tiene unos cuantos giros de guión interesantes. El sistema de elecciones de los diálogos permite descubrir nuevas ramificaciones, lo cual añade un factor de rejugabilidad muy interesante. Además, los que deseen un desafío a la altura lo encontrarán en un contenido endgame con suficientes horas por delante como para entretener a aquellos que les guste sufrir en dificultades extremas.

Rise of the Ronin

Precio de Rise of the Ronin

Rise of the Ronin cuesta 79,99 euros en su versión digital para PS5, la única plataforma en la que se puede jugar al título. Por su parte, si prefieres la edición física, puedes encontrarlo rebajado un poco más en las diferentes tiendas.

Duración de Rise of the Ronin

He completado Rise of the Ronin prácticamente al 100%, es decir, limpiando los tres mapas de mundo abierto y superando casi todas las misiones, tanto principales como secundarias. Han sido alrededor de 50 horas de partida las que he jugado para llegar a este punto, aunque hay que tener en cuenta que el contenido endgame es suficiente como para entretenerse con varias vuelta más a la obra.

Rise of the Ronin

Rise of the Ronin

Plataformas PS5 (versión analizada)
Multijugador Sí (1-3)
Desarrollador Team Ninja
Compañía Koei Tecmo
Lanzamiento 22 de marzo de 2024

Lo mejor

  • Combates repletos de acción y dinamismo.
  • El desplazamiento por tierra y aire es fenomenal.
  • El sistema de relaciones y las elecciones...

Lo peor

  • ... aunque tanta cantidad de secundarios abruma.
  • Gráficamente no está a la altura de lo que se espera de PS5.
  • El mundo abierto es genérico y cae rápidamente en la repetición.

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