"La compra de Activision Blizzard haría PlayStation Plus comercialmente insostenible". Sony declara ante la CMA y propone que Microsoft venda la franquicia de Call of Duty

"La compra de Activision Blizzard haría PlayStation Plus comercialmente insostenible". Sony declara ante la CMA y propone que Microsoft venda la franquicia de Call of Duty

41 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
Cod Microsoft Sony

La adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft ha sido el gran culebrón de 2022, pero que la compra se materialice es algo que no está totalmente en manos las compañías implicadas: las comisiones de regulación deben estudiar el impacto que ésta tendría en el mercado y las opiniones de otros agentes. Sony, por su parte, está decidida a que no se produzca dado el enorme riesgo que ésto puede suponer para PlayStation.

La negativa de Sony se ha mantenido férreamente hasta hoy, y lo cierto es que le ha funcionado ya que incluso Microsoft asegura que está condicionando el proceso. Ahora no solo sabemos más sobre los motivos que le impulsan a luchar contra la adquisición, sino también una muy peculiar solución que los fabricantes de PS5 han puesto sobre la mesa para desbloquear el acuerdo: que, de manera especifica, Xbox venda la franquicia Call of Duty.

Una solución que, siendo sinceros, no solo iría iría en contra de las prioridades de Xbox y la razón detrás de poner  68.700 millones de dólares sobre la mesa, sino de las recientes promesas de la propia Xbox.

Pero pongámonos en contexto: Activision Blizzard cuenta con una cartera de franquicias y licencias de enorme calado en la industria del videojuego. De Crash Bandicoot a Diablo y Warcraft, pasando por Candy Crush. Eso sí, la mayor preocupación de los fabricantes de la exitosa PS5 pasa por Call of Duty.

Sony no quiere que Xbox sea la prioridad de los jugadores de Call of Duty, y explica sus motivos

A nadie le sorprende que Sony desea impedir  a toda costa un éxodo de PlayStation a Xbox. Lo cual es bastante lógico y razonable. El motivo que argumenta de cara a las comisiones reguladoras, no obstante, y según se ha mostrado en sus propias declaraciones a la CMA, es realmente singular.

De partida, Sony no solo cuestiona que vaya a recibir un trato justo y equitativo, sino que a modo ilustrativo deja caer -ante la comisión- que además de asegurarse los mejores desarrolladores de Call of Duty para las versiones de Xbox y PC, podrían toparse con bugs y errores en las versiones para PlayStation.

"Después de la adquisición, Microsoft deberá tomar decisiones sobre el soporte que brindará para desarrollar cualquier versión de PlayStation de Call of Duty. Incluso si Microsoft operara de buena fe, estaría incentivado a apoyar y priorizar el desarrollo de las versiones Xbox de los juegos, por ejemplo, mediante el uso de sus mejores ingenieros y máyores recursos.
No habría una forma práctica para que la Comisión (o Sony) monitorease cómo Microsoft elige asignar sus recursos y la calidad/cantidad de ingenieros que dedica a la versión de PlayStation de Call of Duty, para garantizar que SIE reciba un trato justo y equitativo.
Además, sería difícil detectar rápidamente cualquier desviación de un compromiso en cuanto a la calidad técnica o gráfica y garantizar su cumplimiento. Por ejemplo, Microsoft podría lanzar una versión de Call of Duty para PlayStation en la que los bugs y los errores surjan solo en el nivel final del juego o después de actualizaciones posteriores.
Incluso si tales degradaciones pudieran detectarse rápidamente, cualquier remedio probablemente llegaría demasiado tarde, momento en el cual la comunidad de jugadores habría perdido la confianza en PlayStation como lugar dónde comenzar a para jugar Call of Duty.  En este aspecto, y como ocurre con Modern Warfare I, Call of Duty se compra con mayor frecuencia solo en las primeras semanas de lanzamiento."

Durante este largo proceso, tanto Phil Spencer como el propio presidente de Microsoft se han comprometido a dar un trato paritario garantizando a PlayStation con las mismas condiciones que en Xbox, PC y, además, Nintendo Switch y GeForce Now, además de un contrato de diez años que está dispuesto a negociar de cara a las condiciones que se estimen desde Sony.

Por su parte, Sony no solo es extremadamente escéptica, sino que deja caer que Microsoft podría bloquear parte del contenido de los juegos Activision tras la adquisición. Una ventaja que, en honor a la verdad, sale rentable: en todas las entregas anteriores de Call of Duty los jugadores de PlayStation han tenido acceso anticipado a betas, contenidos o ventajas como cargadores adicionales.

Algunos mapas de determinadas entregas se estrenaron un mes después en PC o Xbox y, sin ir más lejos, algunos de los contenidos de PlayStation como operadores para COD: Modern Warfare II, solo llegarán al resto de plataformas una vez haya pasado un año desde el lanzamiento del juego.

Sin ir más lejos, el operador Oni para Warzone 2.0 no estará disponible en Xbox y PC hasta el 27 de octubre de 2023. Un año después de su debut en PS5 y PS4.

Pero la cosa va a más: en ese mismo juego sólo es posible deshabilitar el juego cruzado con PC en las consolas de Sony.

No obstante, y según la documentación mostrada, actualmente Sony está muy concienciada con que haya un daño irreparable en la competitividad de los jugadores.

Si se supiera que el rendimiento del juego en PlayStation es peor que en Xbox, los jugadores de Call of Duty podrían decidir cambiarse a Xbox, por temor a jugar su juego favorito en una versión de segunda clase o en bajo condiciones menos competitivas.
Hay varias formas con las que Microsoft podría bloquear el acceso al contenido de Activision después de la adquisición, y es complicado ofrecer una solución que refleje todos y cada uno de los casos que se den. Pero incluso si existiese una solución, sería difícil tanto de detectar como impedir a tiempo que Microsoft adoptase una estrategia particular con el ánimo de evitar un daño irreparable a la competitividad de los rivales.
Es más, Microsoft tendría un fuerte incentivo para emplear las estrategias a su disposición para reducir la competencia. El riesgo de distorsión, en este caso, se refiere a la posibilidad de que una solución pueda crear distorsiones en el mercado que reduzcan la eficacia o aumenten los costos.

Lógicamente, Sony no se preocupa únicamente de que los jugadores de Call of Duty en PlayStation se vean perjudicados por la adquisición de Activision Blizzard.

El modelo de negocio de PlayStation está en riesgo, pero tiene una contraoferta para permitir la adquisición

Screenshot 2078

Si bien, en los documentos ofrecidos había información confidencial por parte de Sony y Microsoft convenientemente tachada, entre lo mostrado se han mostrado algunas de las amenazas a las que se enfrentará Sony en caso de que Activision Blizzard se sume a Xbox Game Studios.

Riesgos mayúsculos, de hecho que pasan por el aumento de los precios de los juegos producidos por Sony (SIE) o que el servicio de suscripción de PlayStation Plus acabe siendo comercialmente insostenible.

La reciente propuesta de Microsoft a SIE con respecto a Call of Duty también plantea este riesgo. Los términos de precios que Microsoft ha propuesto para el modelo de "comprar para jugar" le darían a Microsoft un recurso que podría aumentar los precios que SIE cobrar a los jugadores por jugar su juego favorito.
Y en lo que refiere a los servicios de Microsoft Game Studios, Microsoft ha propuesto un acuerdo de licencia que haría que PlayStation Plus fuera comercialmente insostenible, lo que obligaría a SIE a aumentar los precios de los juegos de [Microsoft] o directamente a no ofrecer Call of Duty.

El plan de Microsoft no es ningún secreto: llevar al Game Pass tanto Call of Duty como todos los juegos de Activision Blizzard . De hecho, lo han dejado claro desde el principio y lo ratifican constantemente a las comisiones reguladoras, asegurando que esto beneficiará la competencia, a los jugadores y el acceso a los videojuegos.

En este sentido, ambas compañías (tanto Microsoft como la propia Activision Blizzard) tienen grandes planes que pasan por aumentar el valor del servicio Game Pass, fortalecer la presencia de Xbox y, en el proceso, llevar las franquicias de Xbox Game Studios a los sistemas de Nintendo, NVIDIA y, por supuesto PlayStation. Porque Phil Spencer es plenamente consciente de que no llevar Call of Duty a las consolas de Sony y convertirlo en un exclusivo de Xbox sería pegarse un tiro en el pie.

A partir de aquí una apreciación: Sony no tiene ninguna autoridad para permitir o desautorizar la compra, sino que está jugando todas las cartas a su disposición para que ésta no ocurra a través de observaciones y declaraciones en las que se evalúan los posibles efectos colaterales de que se cierre el acuerdo.

Al menos, de cara al modelo de negocio de Sony: Nintendo y NVIDIA han cerrado una alianza con Microsoft que les garantizará la llegada de los juegos de Microsoft.

Y, sin embargo, según se ha podido saber, durante las observaciones se sugirieron una serie de soluciones, entre las que destaca que Microsoft se desprenda de la franquicia Call of Duty para poder desbloquear el trato. Como es de esperar, la respuesta de Microsoft es que la propia adquisición no podía hacerse sin Call of Duty. Sobre todo, tras el reciente compromiso de diez años con Nintendo y NVIDIA.

Recogiendo papeles: cuáles son los cinco argumentos de Sony de cara a la comisión

Como comentamos, la decisión en torno a la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft no está en manos de Sony, pero es uno de los mayores agentes a la hora de impedir que ésta se haga efectiva.

Según las observaciones registradas durante su intervención, Sony insiste en que Microsoft podría implementar múltiples estrategias para bloquear total o parcialmente el acceso al contenido de Activision a los jugadores de PlayStation y, de manera más específica, a la saga Call of Duty a través de diferentes medidas específicas como:

  1. Subir el precio de Call of Duty en PlayStation
  2. Degradar la calidad y el rendimiento de Call of Duty en PlayStation en comparación con Xbox
  3. Ignorar las funciones específicas de PlayStation (por ejemplo, la tecnología háptica del DualSense) o no priorizar recursos en dichas funciones.
  4. Restringir, degradar o no priorizar la inversión en la experiencia multijugador en PlayStation
  5. E incluso hacer que Call of Duty esté disponible únicamente a través del Game Pass.

El argumento de Microsoft, por su parte, se sostiene en un único punto: que Call of Duty esté disponible para 150 millones de jugadores más. Algo que ha dejado establecido y fundamentado por escrito. Por lo pronto, hoy mismo tres de las entregas que jamás llegaron a Steam se pueden jugar desde la plataforma de Valve.

Fqtunu5xobe3740

A partir de aquí toca preguntarse si realmente PlayStation, como marca, es tan dependiente de Call of Duty teniendo en cuenta el peso de su catálogo propio con sagas como The Last of Us, God of War o Uncharted. Además de otros juegos como  la saga FIFA o Fortnite, claro.

Por su parte, Microsoft también afirma que, tras del cierre de la adquisición, los beneficios exclusivos de Call of Duty que de los que hasta ahora se han beneficiado los sistemas de PlayStation pasarán a estar también disponibles en  Xbox y PC, aunque queremos entender que el acuerdo de exclusividad entre Sony y Activision actualmente vigente debe expirar primero.

En cualquier caso, las cartas de Sony y Microsoft han sido puestas sobre la mesa y el gran culebrón parece que llega a su recta final: se espera que las resoluciones de las comisiones lleguen a lo largo de los próximos meses la intención de la propia Activision Blizzard es formar parte de Xbox Game Studios para el próximo verano.

Imagen de portada de Rokuro Saito para la segunda temporada de Warzone 2.0
Comentarios cerrados
Inicio