El gran plan de Xbox: estas son las claves y los porqués de un acuerdo histórico de Microsoft con Nintendo y NVIDIA

El gran plan de Xbox: estas son las claves y los porqués de un acuerdo histórico de Microsoft con Nintendo y NVIDIA

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Xbox Activision Blizzard

Quédate con esta fecha: 21 de febrero de 2023. El panorama de la octava generación de consolas está en juego, y tanto Microsoft como Sony han sacado la artillería pesada. El objetivo de ambas: exponer a la comisión reguladora de la Unión Europea, qué es lo que pasará si Activision Blizzard se suma a Xbox game Studios.

Lo triste es que ambos titanes del videojuego, el americano y el japonés cual Kong contra Godzilla, usan armas, cuanto menos, peculiares de cara a la galería: tanto Microsoft como Sony intentan desacreditarse entre ellas dando su visión de cómo afectará la compra en el mercado Europeo.

La compañía detrás de PlayStation lo tiene claro: Call of Duty, una de las sagas estrella de Activision, es capaz de condicionar a millones de jugadores a la hora de comprar una nueva consola. Microsoft lo sabe bien, ya que Phil Spencer (jefazo de Xbox) expuso que Sony había establecido cláusulas específicas para que el mismo juego no llegase a Game Pass.

¿Qué clase de ventajas ha ofrecido Activision a PlayStation? De acceso anticipado a betas o nuevo contenido a poder desactivar el juego cruzado o disponen de más ranuras de carga que el resto de sistemas. Y pese a ello, Jim Ryan (el presidente de PlayStation) considera que los tratos que de igualdad que Microsoft le ha ofrecido, incluyendo una renovación de diez años con Call of Duty en igualdad de condiciones que en Xbox, son insuficientes.

Sin embargo, en un sorpresivo giro de los acontecimientos Microsoft ha sacado un as en la manga: la cosa va más allá de Xbox y PlayStation, ya que del resultado de este asalto se pueden beneficiar los jugadores de Nintendo y los de GeForce NOW. Solo si al final la compra de Activision Blizzard se hace posible, claro. ¿Lo suficiente como para convencer a la Unión Europea? Veámoslo.

La perspectiva de Nintendo

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La jornada arrancó fuerte. Fortísimo. A través de un comunicado, de Brad Smith de Microsoft se hacía oficial que los jugadores de Nintendo no solo podrían volver a jugar a Call of Duty tras una ausencia de diez años en sus consolas, sino que comprometían además a elementos muy específicos, incluyendo:

  • Que estará disponible el mismo día que en Xbox
  • Que ofrecerá los mismos contenidos que en Xbox y PlayStation
  • Y que esto se hace extensible a todas las plataformas de cara a ofrecer un trato paritario a todos los jugadores

La última entrega de la saga aparecida en cualquier consola de Nintendo fue Call of Duty: Ghosts en 2013. Hace casi una década. Si se cierra el trato, los usuarios de Nintendo Switch y su sucesora recibirán una saga que se impone en un género entero.

Y, siendo justos, tanto Activision Blizzard como Microsoft tienen muchas razones para dar el paso: Nintendo Switch ha desbancado a PS4 en el ranking de las consolas más vendidas y, de continuar la tendencia, es muy probable que destrone a PS2.

Dicho lo cual, los Shooter son una asignatura más o menos pendiente para Switch. Y pese a que en cuestión de hardware juega en otra liga, ninguna consola ha recibido tantos milagros: DOOM Eternal, que también forma parte de las licencias de Xbox Game Studios, corre de maravilla. Es más, luce de escándalo en GeForce.

Pero ahora viene lo verdaderamente divertido: el compromiso blindado por escrito especifica que se trata de los juegos de Xbox. Lo cual abre nuevas posibilidades y sorpresas para los usuarios de Switch. Porque, seamos sinceros, un juegazo como Hi-Fi Rush le sentaría de escándalo a la consola de Nintendo.

Dicho de otro modo: que la jugada le salga bien a Xbox le interesa, y mucho, tanto a Nintendo como a sus jugadores. A lo que hay que sumar que las dos han funcionado muy bien juntas: Minecraft, Ori and the Blind Forest o el regreso de GoldenEye y Banjo Kazooie hacen mucho más que vestir el catálogo de Switch.

La perspectiva de NVIDIA

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No nos vamos a engañar. Hace exactamente tres años sabíamos lo justo y necesario sobre las consolas de nueva generación, pero teníamos algo muy claro: para jugar a Call of Duty en PC la instalación era algo obligatorio. En febrero de 2020 la propia Activision Blizzard retiró todos sus juegos del servicio de streaming GeForce Now. Hoy están más cerca que nunca de regresar.

Con horas de margen respecto al trato blindado con Nintendo, Phil Spencer iguala o supera la puja con NVIDIA: si la adquisición de Activision Blizzard se cierra, no solo sus juegos regresarán a GeForce Now, sino que también se podrá jugar a través de su servicio a los producidos por Xbox Game Studios específicamente para PC.

Esto tiene un matiz más que simbólico: Microsoft tiene su propio servicio de juego en la nube (Xbox Cloud Gaming) que en esencia es una extensión de Game Pass accesible a través de la membresía Ultimate. A partir de aquí, tres elementos clave:

  • De entrada, no tienes que comprar de nuevo los juegos para jugar en GeForce Now. Si son tuyos en Steam, por ejemplo, y son compatibles puedes disfrutarlos gratis - dentro de las limitaciones- o a través de una opción de suscripción ilimitada.
  • Eso, por otro lado, habilita que GeForce Now reciba los juegos de Battle.net. Incluyendo Call of Duty de lanzamiento. El cual, por cierto, también sale en Steam. Pero también otros juegos como un Overwatch 2 que necesita un empujoncito o un Diablo 4 que promete ser uno de los platos fuertes del año.
  • Y lo que es mejor: a diferencia del actual juego en la nube de Xbox Game Pass, será posible jugar en streaming con ratón y teclado. Algo muy a considerar viendo los potentes shooters y juegos de estrategia de Xbox.

Lógicamente, esto también beneficia a una Xbox que, pese a ofrecer juegos del calibre de Forza Motorsport, Starfield o el futuro The Elder Scrolls 6 en Game Pass de lanzamiento, obtendrá una nueva ventana para las ventas para los interesados en jugar en la nube y desde equipos mucho más modestos. Abriendo enormemente la horquilla de jugadores en activo como de compradores sin restarle terreno a su llamado "Netflix de los videojuegos".

La perspectiva de Activision Blizzard y Microsoft

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Activision Blizzard quiere integrarse en Xbox Game Studios. A nivel de imagen necesita como agua de mayo pasar página e iniciar una nueva etapa, eso está claro. Pero lo verdaderamente esencial, lo que al final cuenta es la perspectiva de sus empleados y accionistas. Los primeros "defenderán la adquisición si es necesario" mientras que los segundos votaron por una amplia mayoría que sí deseaban sumarse al proyecto de Microsoft.

De manera más específica, Lulu Cheng Meservey, vicepresidenta ejecutiva de asuntos corporativos y directora de comunicaciones de Activision Blizzard, ha asegurado de manera específica que esta adquisición no tendrá efectos anticompetitivos en la industria del videojuego, sino todo lo contrario.

Cualquier sugerencia de que la transacción podría tener efectos anticompetitivos es absurda.
Esta fusión beneficiará a los jugadores y a la industria del juego de EE. UU., especialmente cuando enfrentamos una competencia más dura en el extranjero.

A partir de esta última frase, ¿A qué se refiere Lulu Cheng Meservey? Básicamente, el plan es fortalecer que haya un mercado más competitivo sobre uno ampliamente dominado hasta la actualidad por PlayStation.

Y no solo eso: gracias a la reciente exposición de los directivos de Microsoft y Sony tenemos un gráfico muy ilustrativo de cómo está el panorama en Europa:

Según refleja Microsoft, PlayStation dominó el 80% del mercado Europeo en 2022 frente al 20% de Xbox. No se tiene en cuenta a Nintendo, que conste, pero esto deriva en una frase que sintetiza buena parte de los motivos por los que la compra: tener la oportunidad de romper la posición dominante de PlayStation en el viejo continente para que haya un reparto más equilibrado del mercado.

"¿Quieren acabar con el acuerdo y consolidar la posición de Sony? ¿O prefieren que [Call of Duty] llegue a 150 millones de personas más?"

Lógicamente, la prioridad de Microsoft no es recortar el terreno frente a la venta de Hardware, sino expandir mucho más la marca Xbox. A través de un Game Pass con el que no necesitas tener una consola o un móvil para jugar a los títulos incluidos y, a través del trato con Nintendo y NVIDIA, también en Switch y GeForce Now. Es más, Gabe Newell, el mandamás de Valve, tiene claro que Microsoft ha sido un socio estupendo para Steam y su comunidad y confía en que la compre llegue a buen puerto.

Entonces, la duda se manifiesta: si todas las consolas van a recibir Call of Duty en igualdad de condiciona, ¿por qué Sony está disconforme?

El delicado caso de Sony y PlayStation

Spartacus Ps5 Ps4

Los acuerdos de Microsoft con Nintendo y NVIDIA se formalizaron públicamente el 21 de febrero de 2023. Los de PlayStation se llevan proponiendo desde hace casi un año, pero para Jim Ryan son insuficientes. Literalmente.

En septiembre de 2022 Ryan, el presidente de PlayStation, declaró a Games Industry que la propuesta original limitó a sólo tres años más respecto al acuerdo previamente cerrado entre Sony y Activision. Un acuerdo que, lógicamente, ponía por delante los intereses de los jugadores de PS4 y PS5 sobre el resto.

"No tenía intención de comentar nada sobre lo que creo que es un negocio privado, pero me veo en la necesidad de aclararlo dado que Phil Spencer ha llevado esto a un nivel público.
Microsoft sólo ha ofrecido que Call of Duty permanezca en PlayStation durante tres años más allá del fin del acuerdo entre Activision y Sony.
Después de casi 20 años de Call of Duty en PlayStation, su propuesta era insuficiente a muchos niveles y ha fallado al tener en cuenta el impacto en nuestros jugadores. Queremos garantizar que los jugadores de PlayStation continúen teniendo acceso a la experiencia de Call of Duty de más alta calidad, y el acuerdo de Microsoft socava este principio".

Estas declaraciones, no obstante, tienen varios matices. El mismo día del anuncio Microsoft  aseguró que seguirían publicándose juegos de Call of Duty en PlayStation. No mucho después, Spencer declaró públicamente que no llevar la saga de Shooters a las consolas de Sony era dispararse un tiro en el pie, ya que a fin de cuentas sería renunciar a enormes ingresos de una saga propia en un sistema en el que ha funcionado muy bien.

Sony no es la única en manifestar su preocupación. Google, la cual pagó 360 millones de dólares a Activision para que no compitiese con Google Play, expresó su desconformidad y la propia NVIDIA también solicitando un tratamiento paritario con los juegos. Hoy sabemos sabemos que la última logró lo que pedía.

Con todo, que Microsoft anunciase el mismo día del anuncio de la adquisición sus intenciones de llevar Call of Duty a Switch va en contra de los intereses de PlayStation.

Entonces, ¿Dónde está el problema para Sony?

En noviembre de 2022 Spencer trató de zanjar el debate sin mucho éxito asegurando que "Call of Duty seguirá saliendo en PlayStation mientras haya jugadores que quieran jugar Call of Duty en PlayStation" y ofreciéndoles no solo el mismo trato de 10 años, dado que en la industria del videojuego no se pueden hacer contratos de forma vitalicia (por motivos de lógica) sino ofrecer los juegos a través de sus suscripciones de PS Plus.

Aquí no hay vuelta de hoja. Se tata de hacer que Call of Duty Modern Warfare II funcione muy bien en PlayStation, que funcione muy bien en Xbox. Y lo mismo con el siguiente juego, el siguiente, el siguiente, el siguiente, el siguiente [juego]. De manera nativa en la plataforma, sin tener que suscribirse a Game Pass. Sony no tiene que tendrá que tener Game Pass en su plataforma para que eso suceda. No hay nada oculto.

¿Por qué rechazar un trato paritario por parte de una Microsoft a la que le conviene, y mucho, que Call of Duty venda bien en PlayStation? Bueno, hay varias razones muy específicas.

  • De entrada, la llegada de los juegos de Activision Blizzard al Game Pass, lo cual choca frontalmente con el modelo de Sony. Uno en el que, todo sea dicho se lleva una cantidad establecida a considerar de cada copia digital o física, y que en el caso de PlayStation, le ha metido en un problema muy, muy serio con la ley.
  • Por extensión, con la llegada de las sagas de Activision Blizzard al Game Pass, los jugadores suscritos de Xbox y PC podrán jugar a los nuevos títulos de Crash Bandicoot o Diablo 4 sin coste adicional, mientras que los de PS5 deberán desembolsar 80 euros (aprox.) por juego.
  • Por otro lado, Jim Ryan augura que en caso de que Xbox Game Studios se haga con el control de las sagas de Activision Blizzard, habrá un descenso en la calidad de sus obras. Siendo justos, los fans de éstas habían notado que esto se había manifestado muchos años atrás y sin que Microsoft tuviese nada que ver.
  • Aunque, por otro lado, se abre la puerta a que lleguen nuevos juegos exclusivos a Xbox producidos desde Activision Blizzard. Algo que podría impulsar el crecimiento de la marca Xbox y decelerar o frenar el de PS5. O no.
  • Un dato más: solo el anuncio de la adquisición de Activision Blizzard afectó drásticamente el valor las acciones de Sony un día después. De consumarse esta, la compañía podría atravesar un muy serio problema.
  • Pero lo más significativo es que la estos factores y la apertura de las sagas de Activision y Blizzard a nuevos sistemas como el juego en la nube de NVIDIA o Switch, debilitarán enormemente a PS5 y fortalecerá el enorme ecosistema de Xbox.

Como es natural, y como extensión de todo lo anterior, Sony defenderá hasta el final que la adquisición no ocurra. La otra realidad es que ella, pese a todas las facilidades y concesiones ofrecidas, no tiene ningún poder de decisión: la pelota está sobre el tejado de la Comisión reguladora de la Unión Europea, y Microsoft le tiende la mano a PlayStation para llegar a un acuerdo.

Si Microsoft logra adquirir Activision Blizzard, los jugadores de PS5 seguirán pudiendo jugar a Call of Duty. Si no, posiblemente también. La cuestión recae en algo tan complejo como determinar lo preparada que Sony está realmente a afrontar el nuevo panorama con un trato paritario en vez de prioritario en las sagas de éxito. Y es ahí dónde se pondrá a prueba el valor de sus exclusivos propios frente a los títulos multiplataforma.

Porque no lo vamos a negar, Nintendo no ha necesitado ninguno de los juegos de Activision Blizzard para venderse como pan caliente durante todos estos años.

Como dijimos al principio, quédate bien con la fecha del 21 de febrero de 2023. Si Microsoft convence a los mecanismos de regulación europeos, podemos esperar cambios drásticos en la industria del videojuego. En caso contrario, será interesante ver cómo es la nueva dinámica de todas las partes implicadas. Incluyendo los jugadores.

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