El mando con pantalla de PS5 carece de originalidad, pero llega en un momento clave para la marca PlayStation

El mando con pantalla de PS5 carece de originalidad, pero llega en un momento clave para la marca PlayStation

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Project Q

Da igual que lo viésemos venir de muy, muy lejos: es imposible hablar del nuevo mando con pantalla de PS5 sin hacer una obligada mención a Wii U. O, más bien, a aquel mando que ni era una consola en sí misma, ni tampoco la revolución prometida a la hora de jugar. ¿Tiene sentido que Sony siga un camino que no le funcionó a Nintendo? Pongámonos en situación.

La consola Wii U tuvo una acogida realmente mala. A modo ilustrativo, en tres años de existencia se vendió tanto como el último Zelda en tres días. Aquello puso contra las cuerdas a la propia Nintendo, la cual no solo tuvo que mover ficha sino adaptarse a cambios tan improbables como la llegada de sus sagas a móviles. Dicho lo cual, en 2017 Nintendo Switch cambió las reglas del juego y, en consecuencia, transformó el panorama.

Eso no quiere decir que la lectura sea tan simple como parece: lo que le funciona a La Gran N no siempre le funciona a los demás, y esto funciona en ambas direcciones. Sobre todo, cuando el actual contexto de PS5 es tan diferente al que atravesaba Nintendo en 2013, y los hábitos de los jugadores también han cambiado frente a los de entonces.

A partir de aquí las dudas se plantean solas: qué es lo que hace exactamente ese nuevo mando de PS5, y por qué se ha anunciado en pleno 2023 cuando hasta Valve se ha atrevido a llevar los videojuegos más allá de los ordenadores con Steam Deck. Bueno, técnicamente ahí está la respuesta.

Un mando 100% DualSense... Que sigue la senda de Nintendo

Bajo el nombre en clave de Project Q, el propio Jim Ryan aseguró que ese nuevo periférico para PS5 permitirá jugar en remoto a los juegos que tengamos instalados en la consola. Es más, adelantó que todas las funcionalidades del DualSense -queremos entender que desde los gatillos adaptativos al micrófono- estarán presentes.

La novedad, salta a la vista, es su pantalla LCD de 8 pulgadas. Una que, de hecho, mostrará los juegos a 60fps, aunque su resolución estará limitada a 1080p. E incluso en esas hay letra pequeña: como es de esperar, los juegos que solo funcionen a través de la Realidad Virtual no funcionarán en Project Q.

De hecho, y de manera específica, se ha hecho el inciso de que el juego debe estar previamente instalado en la consola. La manera de emitir las partidas pasa por usar Remote Play vía Wi-Fi ¿Es que hay otro modo? Bueno, está el juego en la nube de PlayStation Plus Premium, pero lo esencial es que el dispositivo Project Q ni almacena juegos ni tampoco los ejecuta: simplemente sirve para retransmitir.

Y pese a que hay consolas que funcionan vía streaming, como la Logitech G Cloud, definitivamente el nuevo mando de Sony no es una consola: al igual que el mando de Wii U no posee autonomía para funcionar cuando la PS5 está apagada. Y, sin embargo, conviene recordar que la puerta al juego remoto en PlayStation lleva años abierta.

Un dato crucial: no tienes que esperar al Project Q para jugar en remoto a PS5

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La idea de fondo es sencilla: que puedas llevarte tus partidas más allá de la tele. Algo que Switch logró con enorme éxito y Microsoft ofrece a través de Xbox Cloud Gaming (incluido en el Game Pass). Una tendencia y prioridad para muchos usuarios a la hora de elegir consola.

Y pese a que -por otro lado- Sony ya lo ofrecía PlayStation, la gran desventaja de su sistema frente a las alternativas de Nintendo, Microsoft, Valve y tantos otros sigue ahí, no te podrás alejar demasiado de la puerta de tu casa.

De hecho, no es algo que nos pille de nuevas: el mismo día en el que se anunció en Project Q se puso a la venta el periférico Backbone One – PlayStation Edition, el cual permite jugar en remoto PS5 a través de móviles Android e iOS a través de PS Remote Play, la app gratuita de PlayStation con la que transmitir el contenido de tu consola (si lo habilitas) a un móvil o una tablet.

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Porque no está de más recordar que incluso sin ese accesorio ya puedes jugar a tu PlayStation desde tu móvil, bien a través de su pantalla táctil mediante botones que se manifiestan en pantalla como a través de conectar DualSense vía bluetooth a tu movil.

Entonces, ¿qué sentido tiene el Project Q? Bueno, no lo vamos a negar: la retransmisión de videojuegos es una de las grandes asignaturas pendientes de PlayStation, de modo que el PS Remote Play es una solución que de una manera de disfrutar plenamente de tus juegos.

La otra realidad es que, para variar, Sony ha ofrecido el anuncio, pero en lugar de explicar lo que le aportará al jugador, se han dejado en el aire elementos esenciales como su precio o el nombre final. ¿El motivo? Se está allanando el terreno y, a la vez, ampliando las posibilidades de PS5 a la hora de establecer la marca. Y hacen bien.

Sony ante un frente en el que se estaba quedando atrás (aunque siempre lo ha tenido cubierto)

Como hemos comentado al principio, la realidad de PS5 es no tiene nada que ver con el problema que Nintendo estaba teniendo hace 10 años, pero su tecnología está avanzando en direcciones muy diferentes: pese a apostar fuerte por la Realidad Virtual, se está quedando muy atrás en aspectos como el juego en remoto o en streaming.

Que los hábitos de los jugadores vayan en esa dirección es un problema que tarde o temprano debe atajarse: pese a que no es posible seguir jugando con el Project Q si te separas demasiado de PS5, la novena generación, los usuarios de PC y -especialmente- los jugadores de Switch han dejado patente el interés por continuar la partida en curso sin depender de la televisión.

Eso sí, tendrás que comprarte una PS5 y tener instalado el juego. Porque si el gran objetivo de Microsoft es que su servicio de Game Pass esté en el mayor número de hogares, el de Sony es y siempre ha sido vender consolas. Y, como veremos, la razón de ser Project Q va en esa dirección.

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Pero regresemos a lo esencial: como comentamos, la mejor solución no es PS Remote Play. No es que no haya infraestructura: más bien todo lo contrario. Uno de los motivos para seguir teniendo PlayStation Vita fuera del cajón es poder hacer un second screen en ella.

Es más, si nos vamos a la ficha de casi cualquier juego de PS5 veremos si está optimizado para funciones remotas.

Sin embargo, ¿hasta qué punto a Sony le compensa tanto producir una nueva consola portátil o medirse con una Switch cuyas cifras de ventas no parecen tener techo? Lo cierto es que en este momento es un movimiento demasiado arriesgado, así que el Project Q es una tercera vía para evitar tener que competir con Switch y, en el proceso, darle un empujoncito a las cifras de PS5.

Y no lo vamos a negar, una sonda estupenda para ver hasta qué punto hay interés en una nueva PlayStation portátil.

La razón de ser de Project Q: un mando que llega en un momento clave para PS5

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Llegados a este punto toca hablar de un invento de Sony que no terminó de funcionar: PlayStation TV. Técnicamente una PS Vita en forma de microconsola que se promocionó como una manera de retransmitir las partidas de PlayStation de sobremesa en una segunda televisión usando la misma tecnología que la última portátil de Sony. Uno de tantos dispositivos que quedaron relegados al olvido.

En el pasado hemos visto ideas que no funcionaron y han regresado con fuerza. En el caso de Sony tenemos una PSP Go que fue un fracaso por darle la espalda al formato físico. ¡Cuánto ha llovido desde entonces!

Así, el momento para retomar esos planes (que no funcionaron en Wii U) a través de Project Q es ahora: Sony tiene la infraestructura para que funcione y más de 30 millones de consolas PS5 en los hogares. Es más, se acabaron los problemas de disponibilidad. Mover ficha después ya es llegar muy tarde y antes no tenía ningún sentido.

Y, lo más importante de todo, incluso si el precio del mando es muy elevado, se consigue otro hito todavía mayor: establecer alto y claro que PS5 es una consola en la que también puedes seguir jugando a tus juegos favoritos tumbado en la cama o mientras esperas a que se calienten las tostadas en la cocina. Independientemente de la acogida comercial que tenga el mando.

¿Mero capricho o una mejora en la calidad de vida del jugador? Bueno, a falta de tener un precio con el que sopesar si dar el paso, la gran duda no está en lo que puede o no puede hacer, sino en los no tan pequeños grandes detalles como cuánto tiempo podremos jugar antes de tener que volver a ponerlo a cargar. Visto lo visto, tardaremos más de lo deseado en tener una respuesta.

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