Mi primer día en el universo de Star Citizen fue una montaña rusa de absurdos: problemas burocráticos, batallas épicas y clases de piloto

Mi primer día en el universo de Star Citizen fue una montaña rusa de absurdos: problemas burocráticos, batallas épicas y clases de piloto

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Star Citizen Main New Babbage

Hace tiempo que conozco Star Citizen, desde lo increíble que resulta la envergadura del proyecto a las pegas que ponen todos sus detractores. Ser un mero espectador tenía fecha de caducidad, y más teniendo a un amigo que está completamente dentro. Tras varios días ojeando vídeos hasta las tantas de la mañana, finalmente llegó la oportunidad que esperaba: los Free Fly, un acceso gratis.

El pasado fin de semana (del 14 al 16) fue mi oportunidad para jugar hasta reventarlo... pero el viernes tarde acabé en la cama con fiebre y deseando que me cayese encima la nave más tocha de todo el juego. El sábado logré sacar fuerzas para levantarme de la cama y jugar un rato... ¡Y qué aventura viví!

Mi primer día en Star Citizen: una montaña rusa de absurdos

Lo primero que recuerdo como personaje de Star Citizen es despertar en una habitación de New Babbage en plena noche. Está bastante desordenada y no hay demasiado que ver, así que salgo al vestíbulo. Llamo a un ascensor y elijo el piso "Lobby", asumiendo que el resto de pisos serán más habitaciones.

uLa primera zona pública que veo es enorme. Hay decenas de NPCs haciendo sus cosas, puestos de información, pantallas por aquí y allá... Todo tiene un aspecto futurista con un blanco predominante. Paso media hora de reloj dando vueltas y explorando el lugar hasta que decido que es hora de ir a los hangares.

Consulto el típico mapa que suele poner "Usted está aquí". No me entero de un carajo porque estoy demasiado ansioso y soy demasiado despistado como para prestar atención más de dos segundos a una cosa entre tanta novedad. Decido ir a la aventura y tirar de sentido común: tengo que buscar un metro. En el camino, voy aprendiendo más sobre los controles.

Suerte del principiante que llego al metro y leo "Spaceport" hacia la izquierda. "¡Del tirón!", me digo. El viaje en tren dura varios minutos, pero finalmente llego al Spaceport, donde hay varias secciones: renting o alquiler de naves, hangares y un puesto con comida, bebida y juguetes. Me tomo un agua y voy a la zona de hangares.

Mi experiencia en directos me ha enseñado que la nave se pide por las pantallas, te asignan un hangar y despegas desde allí. Sigo los pasos. Una vez sentado en la cabina de una de las naves que te cede el juego para la prueba (Nomad), me enfrento a la realidad de mis circunstancias: ¿cómo se pilota en este juego?

Sc New Babbage

Las autoridades ponen un aviso en pantalla: tengo menos de 30 segundos para despegar porque estoy obstruyendo el hangar. Me trasladan al Spaceport. Y así comienza mi aventura roguelike en Star Citizen.

  • Segundo intento: aprendo a encender la nave, pero no tengo ni idea de cómo elevarla.
  • Tercer intento: aprendo a elevar la nave y los controles de movimiento básicos, pero la puerta no se abre.
  • Cuarto intento: aprendo a recoger el tren de aterrizaje y que definitivamente la puerta no se abre sola... aunque te acerques mucho con la nave.
  • Quinto intento: tras ver un vídeo en YouTube, solicito que me abran la puerta y salgo disparado con mi nave hacia las estrellas.

Y entonces vuelvo a enfrentarme con la realidad de mis circunstancias: no tengo ni idea de dónde tengo que ir, ni de cómo buscar trabajos, ni cómo se navega por el espacio... por no saber, ni siquiera sé cómo aterrizar la nave otra vez en el hangar. Tengo ciertas ideas tras haber jugado a Elite Dangerous, pero aquí las cosas son un poquitín más complejas.

Resumen: termino por desactivar los motores de mi Nomad para orbitar alrededor de New Babbage. Mi ineptitud espacial ha logrado sacarme el planeta, pero ahora solo soy un trozo de metal dando vueltas a un planeta. Hacía mucho que no me sentía tan inútil en un videojuego. Y no por el juego, sino por mí.

Y llega el plot twist espacial...

Justo cuando iba a rendirme, como si fuese una voz que sale por la radio de la nave, mi amigo me pregunta dónde estoy, que está llegando a New Babbage. Le cuento mi situación y me dice que no me preocupe. Nos agregamos y aparezco de nuevo en la cama al unirme a su partida. ¡Gracias!

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Nos reunimos en el Spaceport de la base, me enseña algunas naves, aprendo lo básico para despegar, pilotar y aterrizar sin morir en el intento, y finalmente pronuncia las palabras más bellas del mundo: vamos a trabajar de cazarrecompensas y me toca ir en la torreta. Este momento de juego, este violento y frenético momento de juego, se llama "Felicidad".

Aprendo a usar la torreta, a fijar enemigos, los tipos de municiones y escudos... Y pocos minutos después abatimos las primeras naves con relativa facilidad. Tras media hora de combates, mi amigo me advierte que vamos a por un contrato muy complicado y que esta vez podríamos no contarlo. "¡Qué dices, hombre de poca fe!", le digo.

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El último combate es realmente duro y hay un par de momentos en el que ambos creemos que nos vamos a tomar por saco, pero finalmente logramos mantener el tipo. No tenemos escudos en la parte trasera de la nave y tenemos bastantes daños en la zona interna. Decidimos volver a la base.

Antes de acabar, mi amigo me presta una nave de lujo para darme algunos consejos sobre cómo pilotar. El aterrizaje se me complica un poco porque la base no quiere darme autorización para aterrizar, así que decidimos dejar la nave fuera y entrar por una zona secundaria... pero justo cuando aparcamos nos dan autorización. Resisto mis ganas de estampar la nave contra la oficina del hangar y aparco.

Decidimos finalizar nuestra aventura charlando en la zona de souvenirs con un par de zumos y charlando. Suficientes aventuras espaciales por un día para una persona que le ha costado hasta 5 intentos sacar su nave del hangar. Me gusta mucho Star Citizen, pero haber jugado me ha demostrado que quizás requiere mucho más compromiso del que imaginaba. Por desgracia, el Free Fly ha terminado.

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