Imagínate un The Legend of Zelda en el que el destino de Hyrule no solo está en manos de Link, el héroe de la saga, sino que la mitad de la aventura la vivimos a través de la propia princesa Zelda. Y no solo eso: ambos cuentan con la inestimable ayuda de una tercera protagonista muy especial: el hada Funny. Porque toda ayuda es poca para acabar con los planes de Gaia, un poderoso hechicero que se presenta como el hermano de Ganon. Dicho todo así, de sopetón, podría parecer un fanfic que se desentiende con descaro de todo lo construido en torno al universo de Zelda, pero lo mejor de todo es que es un juego oficial. Más concretamente, un libro-juego.
Publicado en verano de 1986, aproximadamente medio año después del lanzamiento del The Legend of Zelda original en Famicom Disk System, The Legend of Zelda: Battle of Mirage Castle (la traducción de Zelda no Densetsu - Shinkiro-jo no tatakai) llegó a las librerías como la tercera entrega del sello Famicom Boken Game Book de Futabasha Books. Por poner un símil rápido e impreciso, se trata de libros de Elige tu propia aventura basados en los éxitos de las consolas de Nintendo. Y ojo, que en la colección también hay libros dedicados a Castlevania o Faxanadu.
Si bien, se puede decir que no forma parte de la historia y cronología de manera oficial, lo cierto es que quitando uno o dos elementos que detallaremos un poquito más abajo tampoco choca demasiado con la evolución de la saga hasta nuestros días. De hecho, casualidad o no, The Legend of Zelda: Battle of Mirage Castle se adelantó de manera atrevida a muchos de los conceptos que acabarán definiendo la saga, como la capacidad de alternar entre dos escenarios o un sistema de exploración del reino de Hyrule especialmente elaborado.
Llegados a este punto la pregunta se hace sola: ¿desde cuando Ganon tiene un hermano? Bueno, ese es uno de los encantos de la propia obra: teniendo en cuenta que la única base sobre la que era posible trabajar se reducía a lo mostrado el The Legend of Zelda original, lanzado apenas unos meses antes, el proyecto contó con una enorme libertad. Lo bueno es que, como verás, lo que podemos considerar como su esencia zeldera prevalece intacta a día de hoy. Empezando, como es de esperar, por lo más básico: el reino de Hyrule está en peligro y lo único que podrá salvarlo es el poder de la Trifuerza.
Battle of Mirage Castle: la aventura perdida de Link y la princesa Zelda
El descatalogado Zelda no Densetsu - Shinkiro-jo no tatakai, escaneado y compartido a través de Internet Archive por History of Hyrule
El destino de la Trifuerza y de todo el reino de Hyrule depende de dos héroes que, como la luna y el sol, están condenados a no coincidir. En el sentido más literal, de hecho. El General Gaia, quien afirma ser el hermano de malvado Ganon -nada menos- corrompe todo Hyrule con un poderoso hechizo y, en el proceso, lanza una maldición sobre el intrépido Link, el héroe del valor, y la propia Zelda, la princesa de la sabiduría; para asegurarse la victoria.
Por suerte, una oportunidad brota de combinar la determinación y el ingenio de ambos con la ayuda de un pequeño ser que decidirá el destino del mundo: el hada Funny.
La maldición del General Gaia es bastante ingeniosa: ha atrapado a Link y a Zelda en una pequeña esfera de cristal. Sin embargo, solo puede retener a uno de ellos cada vez. Así, cuando es de día, Link puede desenvolverse y realizar sus propias heroicidades, mientras que a al llegar la noche la protagonista de la aventura pasa a ser Zelda.
Juntos, y con la ayuda de Funny, deberán encontrar los restos de la Trifuerza a base de atravesar una vasta Hyrule dividida en zonas montañosas, amplios desiertos, bosques frondosos, pueblos no lo suficientemente abandonados y, oculto en algún lugar del reino, un Castillo de Cristal en el que, con la suficiente suerte, les espera el desafío definitivo.
Como cualquier libro-juego de Elige tu propia aventura, The Legend of Zelda: Battle of Mirage Castle ofrece al lector un contexto más o menos definido y diferentes alternativas a la hora de continuar la historia. Lo interesante es que ésta continúa adaptándose a decisión o acción que escojamos, de modo que una vez tengamos claro nuestro siguiente paso se nos remite a tramos específicos del propio libro. Creándose una historia que evoluciona en base a las propias elecciones que tomemos.
Además de estar completamente basado en el videojuego, hay elementos realmente interesantes dentro de Battle of Mirage Castle frente al resto de la colección de Famicom Boken Game Book como de cara a lo que posteriormente acabará siendo una saga de culto, incluyendo criaturas que no salían en el videojuego de 1986 e incluso conceptos originales que, de un modo u otro, encajan de maravilla con el universo de Zelda creado a posteriori.
Un ejemplo del contenido. Si optamos por la primera opción nos dirigimos al texto 265, la segunda opción nos deriva al texto 50 y la tercera de las soluciones nos lleva al texto 269. la numeración está marcada justo en la parte inferior y, de vez en cuando, la historia se acompaña con una ilustración
De hecho, técnicamente, es la primera aventura en la que podemos "jugar" como la princesa Zelda e incluso se introduce una mecánica en la que, si bien, no alternamos entre dos mundos, realidades o líneas de tiempo como en varios de los juegos más destacados de la saga: el lector alterna en ciclos de día y noche a través de sus protagonistas. Siendo el hada Funny el nexo entre ambos a la hora de poder avanzar.
El tramo final del libro viene con sus propias sorpresas. Sin entrar en detalles mayores, Gaia en realidad es un hechicero al que el rey de Hyrule negó la mano de la princesa Zelda, de modo que -técnicamente- no se contradice con todo lo que llegará después una vez derrotado. Con todo, y siguiendo la tradición, a lo largo del combate final el lector deberá enfrentarse a una forma terriblemente malvada del mismo en el castillo al que hace referencia el título de la obra y, finalmente, liberar al reino de su maldad.
Un irresistible trocito olvidado del enorme legado de The Legend of Zelda
The Legend of Zelda: Battle of Mirage Castle fue escrito por Akio Higuchi e ilustrado por Yuko Tanaka salvo por su propia portada, la cual se la debemos a Maruda. Como libro es una obra descaradamente juvenil, lo cual no es nada malo, pero como extensión del universo de Zelda única y realmente interesante.
Pese a que todas las referencias al respecto partían del juego de Famicom Disk System (y posteriormente NES), sus autores supieron captar el tono, la temática y la ambientación de un juego que tenía madera de saga propia. Y no se puede negar que todo imaginado y lo aportado a través de él no desentona en absoluto con todo lo que llegará después.
Que, además, se trate de un libro con la licencia oficial de Nintendo le da un valor todavía más especial.
Y no solo eso: Battle of Mirage Castle es el primer juego (que no videojuego) en el que se nos permite vivir aventuras como la princesa Zelda y usa el recurso de un hada como guía y coprotagonista. Por no hablar del ya referido uso de un mismo mapa con su propia dualidad.
Como libro, The Legend of Zelda: Battle of Mirage Castle es sorpresivamente pequeño, del tamaño del tradicional tomo de manga de la época y con una calidad del papel y la impresión similares en blanco y negro. En total, 282 páginas colmadas de aventuras con ilustraciones y hasta un par de mapas al final a modo de referencia. Un detallazo, por cierto, que redondea el enorme trabajo puesto en esta pequeña joyita.
Y si bien, The Legend of Zelda: Battle of Mirage Castle es una obra decatalogada, es muy necesario hacer una mención muy especial a Melora, una fan quien lleva recopilando y clasificando de manera muy concienzuda una cantidad indescriptible de material relacionada con la saga del Héroe de Hyrule y que, desde enero de 2022, sumó a su valioso contenido la obra en una estupenda calidad con la intención de preservarla y que no quedase en el olvido.
A la hora de crear y expandir la saga de The Legend of Zelda, tanto Miyamoto como la propia Nintendo sopesaron, descartaron o dieron un giro total a montones de ideas que se quedaron en el tintero de manera indefinida. Y eso que está fuera de duda que se ha sido muy experimental a la hora de reinventar la saga a lo largo de estas décadas.
Sin embargo, hay algunas aventuras realmente especiales que no merecen perderse con el paso del tiempo. Algunas son son injustamente incomprendidas, otras merecidablente olvidables, otras son un poquito de cada y en el caso concreto de The Legend of Zelda: Battle of Mirage Castle jamás llegó a salir en consolas o se llegó a publicar más allá de Japón. Pero, pese a sus propias licencias y singularidades, es una parte legítima, única, relativamente desconocida y alegremente reencontrada del legado de una de las mejores sagas de videojuegos de toda la historia. Y eso no es poca cosa.