No he necesitado el reclamo de los desafíos diarios para jugar a Mortal Kombat 11 cada día. Tras ver cientos de veces los Fatalities y Brutalities, su jugabilidad dinámica bien atada a un soberbio sistema de personalización, el sistema de Torres y la amplia variedad de opciones online son ese pozo de horas sin fondo que me pierde. Motivos más que suficientes para que haya querido llevarme las partidas conmigo allá donde vaya.
Con un margen de tiempo bastante discutible desde su lanzamiento en el resto de sobremesas y PCs, la versión física del caballo de batalla de Netherrealm Studios aterriza en Switch. Una conversión que demuestra que la consola de Nintendo puede ofrecer gratas sorpresas con las evidentes limitaciones técnicas de su hardware. Ahora bien. ¿Pesan más las alegrías o los contras?
Mi sensación general es que es una alternativa realmente satisfactoria a la versión que ya tenía: Netherrealm ha incluido los mismos contenidos en su regreso nintendero y la experiencia de juego es prácticamente similar, con luchadores que se mueven como la seda y una brutalidad templada a través de las diez entregas anteriores.
Sin embargo, tengo claro Mortal Kombat 11 en Switch no conseguirá que deje aparcados indefinidamente mis progresos en PS4 como ya me ha ocurrido con otros juegos. ¿Qué es lo que funciona y dónde está el margen de mejora? Bueno, ya te adelanto que no se trata de su bajada de resolución. Es más, visualmente no esperaba milagros.
Sacrificando resolución y efectos, pero no detalles
Lo primero que me ha fascinado tras las primeras partidas es el apartado visual. Sí, existe un sacrificio enorme en cuestión de resolución, texturas y el festival de efectos que se despliega durante el combate en forma de borbotones de sangre, llamas, hielo, sombras y demás no se puede comparar al de PC y consolas. Es más, a los Kombatientes no se les queda la sangre pegada al cuerpo en Switch.
Ya contaba con ello y, de hecho, no me quita de la partida: disfruto de cada round por igual, independientemente de la plataforma en la que juegue. Y reconozco que su aspecto en Switch tampoco resulta un lastre para un conjunto de elementos realmente soberbio.
Lo que me sorprende de esta versión es que Netherrealm no ha escatimado en detalles: un inagotable repertorio de frases introductorias totalmente personalizadas, escenarios colmados de vida que rebosan el mimo y la dedicación de Ed Boon y su equipo, y luego está el tema de su editor de personajes, donde ya nos podemos dar por perdidos a la hora de crear luchadores al gusto, no solo en apariencia sino en estilo de juego.
Una jugabilidad fina como la seda y bruta como Shao Kahn
Pese a que tenía el cuerpo preparado para un input lag que se vería lastrado por el despliegue visual, Mortal Kombat 11 en Switch se mueve de maravilla. Es más, entre las opciones de juego puedes ajustar la respuesta para que se ajuste a tu ritmo. Un señor detalle que para acoger a nuevos aspirantes.
Por otro lado, la jugabilidad de Mortal Kombat sigue siendo una gozada a través de su ritmo y contundencia distintivo, siendo un reflejo extraordinario de lo que me he encontrado en el resto de consolas y escritorios. Una apuesta sólida en lo jugable, fluida en lo visual y salvaje en lo relativo a contenidos y ultraviolencia.
Esto se completa con una experiencia online que, en lo personal, ha sido un tanto irregular. No todos los rivales con los que me he cruzado han contado con una conexión que me haya hecho disfrutar de mis partidas.
¿Mala suerte? Bueno, afortunadamente en Netherrealm contaban con ello.
Desde opciones, es posible ajustar el sistema de emparejamientos mostrando la calidad de la conexión, el PING en MS e incluso dando la opción de retrasar la respuesta de los controles cuando se esté sin conexión. Herramientas que conviene ajustar antes de lanzarnos a soltar Fatalities online.
Todos los modos de juego. Sin excepción
Si te digo la verdad, pensaba que Mortal Kombat 11 llegaría a Switch sin algún contenido. Contaba con el Versus, las Torres, la Krypta, el modo entrenamiento y -cómo no- el modo historia. Pero Netherrealm no se ha dejado en el tintero nada: ni los combates contra la IA, ni los torneos y mucho menos su generosa propuesta online.
Dicho de otro modo: si queremos enfrentarnos con otros adversarios a través del Nintendo Switch Online tendremos toda clase de opciones para organizar partida privadas, informales contra adversarios vía matchmaking e incluso el sistema Klasificatorio (la liga por temporadas) arrancará a la par que en el resto de sistemas.
¿Lo mejor? Todos los combates están remunerados, incluso los que libra la IA por nosotros.
Diseñado para veteranos, curtidos, novatos y hasta los que les da pereza competir
Mortal Kombat 11 es un avance en múltiples aspectos, pero también se mantiene totalmente fiel a las entregas clásicas ofreciendo un estilo que no tardarán en dominar aquellos que disfrutaron de la trilogía original, sin descuidar el carácter innovador para los que vienen de la anterior entrega a través de ajustes y novedades que se ven reflejados en el sistema de personalización o el hecho de distinguir entre potenciadores de defensa y ataque.
Eso sí, los que llegan de nuevas -algo natural teniendo en cuenta el lapso de tiempo que ha pasado desde la última entrega publicada en una consola de Nintendo- tendrán a su disposición una generosa y magistral sección de tutoriales con los que dominarán el estilo y las novedades de manera tan sencilla que no tardarán en hacer sus propios experimentos con nuevos combos. Eso sí, olvídate de los autocombos.
Por último, Netherrealm ha sabido ofrecer opciones transgresoras para los que, sencillamente, quieren ver los combates. Por un lado, a través de batallas contra la IA de otros jugadores que podremos ver a velocidad acelerada. Pero también desde los modos online, donde también ganaremos recompensas como si hubiéramos luchado.
¿Edición física? Permítame que lo dude
Una de las cosas que menos me han gustado es que, tras una primera actualización que se me hizo interminable me encontrase con que, pese a que esperé a que saliera la edición en físico para ahorrar espacio en mi tarjeta SD, me encontré con que Mortal Kombat 11 ocupaba nada menos que 21 GB de espacio. Es decir, pese a tener la tarjeta de juego, lo descargado llegó a pesar más que Skyrim y más que FIFA 19.
En lo personal prefiero las ediciones digitales a las físicas, aunque en Switch suelo apostar -salvo excepciones- por las tarjetas de juego para no tener que hacer malabarismos con la memoria de la consola o la tarjeta microSD ni borrar nada. Y de haberlo sabido de antemano, es muy probable que hubiera comprado el juego en la eShop hace un par de semanas.
Eso sí, tras todas las actualizaciones del juego y con todos los contenidos puestos al día, el total de espacio requerido bajó prácticamente 5 GB. Con todo, una barbaridad teniendo en cuenta que, además, voy a tener que tener puesta la tarjeta de juego.
Quizás el juego se pueda disfrutar sin la actualización y habrá que ver si, con la llegada de nuevos contenidos y luchadores, Mortal Kombat 11 acabará reclamando más espacio en la consola. Pero -definitivamente- si no tienes una tarjeta SD en tu Switch, posiblemente Lord Raiden reclame una.
La experiencia de juego al Joy Con: lo bueno y lo malo
Como ocurría en Dragon Ball FighterZ, Netherrealm ofrece un sistema alternativo a los botones (o más bien los gatillos) si repartimos los Joy Cons para jugar a dobles. Sin embargo, no consiguen que los dejemos de echar de menos: interactuar y potenciar ahora se consigue presionando el Stick. Una solución realizada con lo que había a mano.
El equipo de Ed Boon ha conseguido que la sensación de juego esté por encima de la ergonomía de los mini-mandos con acierto a través de la fluidez y la estupenda respuesta que podremos ajustar desde el menú. Pero también son conscientes que el juego se disfruta más con un mando con todos los botones. Y, a ser posible, el mando Pro de Switch.
Eso sí, se deja la puerta abierta a una tercera opción exclusiva de Switch que le sienta de maravilla: las partidas vía ad-hoc. Es decir, dos personas que tengan una Nintendo Switch (y una copia del juego) podrán jugar entre ellas en portatil, tabletop (o en la misma habitación) sin tener que depender de una conexión online.
Tan sencillo como un desbloqueo, aunque no cuentes con hacerte maratones en portátil
Pero lo que más me ha gustado de Mortal Kombat 11 en Switch no es su portabilidad, sino el mero hecho de retomar la partida cuando me dé la gana. Desbloquear Switch y encontrarme en el menú de seleccionables y lo fácil que resulta llevarme a resolver Torres durante mis ratos libres. A fin de cuentas, la Krypta no se va a vaciar sola.
Me explico: cuando me pongo Mortal Kombat 11 en PS4 el proceso no es nada complicado. Enciendo la tele, la consola, carga el juego y más o menos calculo a ojimetro cuánto tiempo le puedo dedicar a la siguiente partida. Si tenía alguna funcionalidad contectada al online me lo advertirá, pero no me cerrará el juego.
En Switch desbloqueo la consola y voy haciendo las Torres según me interese. Algo muy conveniente teniendo en cuenta que las que dan premios jugosos (las Torres del Tiempo) se evaporan pasado cierto tiempo.
¿Lo malo? Si notaba que la consola se calentaba de manera casi gratuita con Fortnite, se nota que las llamas de Scorpion fluyen a través del juego. Por no hablar del modo en el que se consume la batería en portatil. Si te vas a poner a jugar en serio será mejor que tengas el Dock o un cargador a mano.
Bola extra: ¿Lanzarse con el Kombat Pack?
Un detalle absurdo y personal. Tanto como varios de los puntos anteriores que has podido leer. Nintendo Switch es la única consola sin una edición Premium en físico. Y no es el único caso, ya que si quieres todos los contenidos de Dragon Ball FighterZ, FIFA 19, The Legend of Zelda: Breath of the Wild o Super Smash Bros. Ultimate tienes que hacer una adquisición en la eShop.
Quizás merece la pena hacer un inciso: yo prefiero mil veces que se añadan personajes extra -que pueda optar, o no, por comprar- mientras se realizan ajustes y se sumen novedades a que los lancen a través de una nueva entrega o edición, con prisas y de manera innecesaria.
Quizás el hecho de tener que adquirir los luchadores individualmente, o más bien su Kombat Pack (Pase de temporada) por separado, hace que me replantee si lo haré a posteriori. Ya lo tengo en PS4 y cuando Shang Tsung aparezca como DLC posiblemente me dedique a desbloquear su ingente cantidad de skins y elementos personalizables en la consola de Sony.
Si bien cuando hice la reserva entraba en mi presupuesto hacerme con una Premium Edition física, ahora tocará esperar a ver quién acompaña al hechicero ladrón de almas para ver si me realmente lanzo con un Kombat Pack que vaya a amortizar, me espero a una rebaja sugerente o sencillamente lo descarto.
Mientras me lo pienso, repartiré tollinas, tajos y Fatalities como si no hubiera un mañana cuando sea y donde desee. Porque -pese a sus diferencias- esta adaptación para Switch es rotunda. Y porque esa Krypta no se va a desvalijar sola.
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