Ya está, ha sucedido lo que muchos nos temíamos desde hace algún tiempo. El término consola y videojuego está en proceso de devaluación. La esperanza de poder escuchar la palabra arte, en vez de matamarcianos, cuando alguien se refiere a esta forma de vida que muchos compartimos y apoyamos, ha pasado ante nuestros ojos para desvanecerse segundos después de forma fugaz.
Se que muchos estáis en contra de esta absurda guerra, por lo que creo justo informaros sobre lo que encontrareis de aquí en adelante. Aquí no vamos a hablar de juegos casuals y hardcores, vamos a hablar de videojuegos y de juguetes disfrazados de videojuegos. Y lo vamos a hacer sin tapujos, con tanta rabia como miedo, y con pensamientos y opiniones que van a traspasar de mi mente al teclado saltándose el proceso de racionalización.
Lectores, compañeros y amigos, se acerca una crisis a este sector, podemos mantenernos impasibles como si nada fuese a ocurrir o podemos abrir los ojos y luchar por lo que creemos justo. Pero esa decisión está en vuestras manos.
Empecemos por el principio, la razón que me ha impulsado a escribir este post. Nos situamos en la noche de ayer cuando, mientras cenaba, en televisión realizaron una de esas cortas y anodinas pausas publicitarias a las que nos tienen tan acostumbrados en estas fechas.
Turrón, colonias, juguetes... Lo normal. Hasta que lo ví. Un anuncio en el que una conocida marca de deportes, que obviaré nombrar por cuestiones publicitarias, pero que os diré que basa su nombre en una conocida competición de atletismo que consta de diez pruebas, anunciaba un periférico para hacer ejercicio que se enchufaba al televisor.
Hasta ahí bien, el problema vino casi al finalizar el anuncio cuando escuche la frase:
"Conecta la consola al televisor"
Consola, de videoconsola, de videojuegos... Perfecto. Supongo que semánticamente ahora debemos incluir en el mismo saco a PS3, Xbox 360, Wii, el clon de la NES que venden en Carrefour por veinte euros que incluye 1000 juegos, las maquinitas que regalan con el Happy Meal y el susodicho aparato para hacer deporte.
¿Me equivoco? ¿Quizás es que me he perdido algo? ¿Puede que seamos la única industria que no merece una distinción?
Intentaré explicarme. ¿verdad que a las empresas de agua embotellada jamás se les ocurriría vendernos aguas fecales con el nombre de Agua? ¿Al comprar un Seat Panda nos felicitarían por adquirir un Formula 1?¿Verdad que no? ¿Entonces cuando demonios vamos a plantarnos todos frente a esta industria y le vamos a gritar cuatro verdades?
Señores, no somos imbéciles. 'Braid', 'Metal Gear Solid', 'Gears of War', 'Super Mario', eso son Videojuegos. Llámenlos juguetes interactivos, ingenien un nuevo nombre si quieren, pero dejen de intentar vendernos porquerías, pamplinas e inventos mal realizados y denominados.
Ahora es cuando muchos alegan que mis palabras no son más que un canto a la exageración, que cualquiera puede ponerle el nombre que quiera a una bazofia digital impunemente. Puede que tengáis razón y mis afirmaciones sean exageradas, pero no estaría preocupado si no conociese donde acaba el camino.
Ya hemos pasado por esto, hace algunos años, y parece que muchos o desconocen el dato o se les ha olvidado. Señores, el camino de los juegos basados en concursos televisivos y licencias comerciales y los títulos de calidad mediocre tiene un final. Una horrible conclusión con un inmenso cartel con la palabra crisis marcada a fuego.
Corría el final de año de 1982 cuando una serie de acontecimientos terminaron con la industria del videojuego sumida en una gran depresión.
El más famoso de ellos y que seguramente hayáis leído en más de una ocasión fue el fracaso de Atari con las ventas del videojuego de 'E.T', una licencia productiva en otros ámbitos como el cine que no tenían intención de dejar escapar.
El resultado fue un título hecho en tres meses, lleno de bugs y de una calidad gráfica y jugable vergonzosa. Pese a ello tenían intención de colapsar el mercado, así que se les ocurrió producir más copias del juego que consolas había en aquel momento en los hogares. Una excelente idea que acabo con una de las empresas más importantes del sector cercana a la quiebra.
Pero 'E.T.' no fue la única causa y posiblemente la siguiente os recuerde a cierto momento de nuestra época actual.
El título basado en la gran obra de Spielberg solo era uno más de los muchos juegos mediocres que aparecieron en la época.
Atari no patentó los cartuchos, por lo que cualquier compañía podía lanzar juegos de muy poca calidad aprovechando el tirón comercial que brindaban los videojuegos en aquel momento. Las estanterías de las tiendas no tardaron en llenarse de títulos creados en semanas que consiguieron trasladar al consumidor una enorme desconfianza a la hora de invertir en este sector de ocio.
Los buenos juegos quedaron colapsados por una enorme montaña de bazofia interactiva que los dejó enterrados hasta algunos años después.
¿Os suena? A mí sí, y, por desgracia, bastante.
Ojo, que nadie tome derroteros equivocados que sustenten sus inútiles causas. No le estoy negando a una niña de seis años la posibilidad de jugar a un título sobre ser mama, ni muchísimo menos. Lo que reclamo es que ese título tenga una calidad acorde al precio que sus padres han pagado por él, aportando a la industria un beneficio justo para quién antepone la calidad de sus productos a la venta masificada de basura en bandeja de plata.
Mi yo racional ahora os diría que no debemos de buscar culpables, que como en aquel entonces, la industria volverá a resurgir, las compañías volverán a invertir en buenos juegos y las licencias televisivas de gran beneficio y baja calidad desaparecerán. Y posiblemente así sea, puede que tras eso este ocio renazca cuál ave Fénix para posicionarse en el mercado como una apuesta madura y útil con más fuerza que nunca.
Mi yo cabreado e irracional os dice alto y claro: Ya está bien. Debemos dar un puñetazo en la mesa y hacer boicot a esa clase de títulos que acabarán destruyendo a esta industria.
Ahora el problema no es la piratería y mucho menos la venta de segunda mano. La culpa es vuestra, compañías.
Nintendo, devuelve el sello de calidad a tus fans y prohíbe la proliferación de títulos mediocres en tus plataformas. Apoya proyectos como 'Professor Layton', un título digno de merecer las ventas de vuestros 'Brain Training', que se verá eclipsado estas Navidades por inventos como 'Wii Music' que, aquí puede engañarse quién quiera, pero no pasará a la historia por crear un precedente.
Sony ¿donde estás? ¿sigues ahí? Devuelve a tus fans la alegría y el orgullo de ser poseedor de una PlayStation. Tus seguidores te han hecho líder del mercado durante una larga época, lucha por recuperar ese trono perdido, se lo debes.
Microsoft, conoces de sobra los problemas que las luces rojas te han aportado ¿Realmente deseas que tus jugadores te echen en cara los 200 bugs y actualizaciones constantes que los usuarios tienen que soportar con los juegos? ¿Puede que ser más selectivo y cuidadoso en ese aspecto te haga crecer aún más? Estáis haciendo un gran trabajo, pero esta industria no vive solo del marketing. El camino hacia la cima lo marcáis vosotros, así que decidid ¿queréis un camino lleno de piedras y baches o una autopista?
Productores y desarrolladores, vosotros también tenéis parte de esa culpa.
Konami, ¿donde está 'Pro Evolution Soccer'? el de verdad, el que me enamoró por los juegos de fútbol.
Square Enix, ¿realmente estáis orgullosos de que en vuestras listas de juegos como distribuidora aparezcan títulos como 'Final Fantasy' junto a otros como 'My Pet Shop'?.
Ubisoft, haz que los Hard Days donde anuncias avances fantásticos como 'EndWar' o 'Prince of Persia' pasen a ser Hard Years. Pero si pese a ello la estrategia de 'Imagina ser' te sigue pareciendo rentable a largo plazo, aporta a ese público un producto de calidad, lo contrario será seguir cavando una tumba en la que terminaremos cayendo todos.
Se que me dejo a muchos en el tintero, pero estos son los más representativos y espero que aquí cada uno se de por aludido.
Vosotros, lectores, compañeros y amigos, también tenéis un importante papel en esta historia. Tenemos voz y voto, seamos críticos, convirtamos nuestras palabras y opiniones en movimientos cruciales. Decid no a la Juegobasura.
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