Retroanálisis de Cannon Fodder, la guerra en clave de humor con look de Sensible Soccer

Retroanálisis de Cannon Fodder, la guerra en clave de humor con look de Sensible Soccer

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Cannon Fodder

Sensible Software es un estudio inglés al que se asocia irremediablemente a la saga balompédica Sensible Soccer, la más "sensata" del mercado. Pero también se le recuerda por otro videojuego de mediados de los noventa: Cannon Fodder.

Es como si los futbolistas de Sensible Soccer se hubiesen pasado a la guerra, de ahí que llamase mucho la atención por su propuesta tan desenfadada y con esos personajes tan diminutos. Y como gran amiguero que soy, me apetecía recordarlo para ver qué tal ha tratado el paso del tiempo a su escuadrón de soldados.

En esta guerra diminuta no había VAR

Cannon Fodder

No era la primera vez que Sensible Software se animaba con un poco de estrategia, porque en 1991 lanzó al mercado Mega-lo-Mania, un RTS de corte minimalista. Sin embargo, con Cannon Fodder planteó un estilo más arcade para la estrategia con un control simplificado de las unidades y un ritmo más directo.

Tan solo hacíamos uso de dos botones, uno para atacar y otro para movernos, con una combinación entre ambos para el armamento especial. Su motor gráfico era una modificación del usado en Sensible Soccer en 1992, de ahí las similitudes entre los diminutos soldados y aquellos futbolistas cabezones y de culo inquieto.

Creado a modo de crítica/parodia sobre la guerra, con mucho humor negro de por medio, Cannon Fodder nos planteaba un total de 24 misiones, donde algunas constaban de diversas partes, controlando un pelotón de solo cuatro personas. La gracia es que si morían, acabarían siendo sustituidos en la siguiente misión, apareciendo las lápidas de nuestros soldados muertos en el monte del menú.

Si, por contra, alguno de nuestro escuadrón sobrevivía a la misión, subía de rango y contaba con más galones. No era algo que afectase realmente al juego, pero daba más caché y parecía que seguían mejor nuestras órdenes. Porque a veces iban un poco por libre, con el gatillo muy suelto o más propensos a atascarse en caminos estrechos. No se les cogía, en cualquier caso, el mismo cariño que en XCOM ni daba al traste con las misiones posteriores elevando la dificultad. Al fin y al cabo había cientos de candidatos para continuar con la batalla como si nada.

Cannon Fodder, bélico y bello divertimento

Cannon Fodder

Cannon Fodder era ante todo juego muy directo y de misiones muy cortas, con objetivos que consistían básicamente en derrotar a todos los enemigos de la zona.  Por lo general, era más de disparar primero sin preguntar después, salvo a la hora de tener que destruir ciertas estructuras si no teníamos a mano ninguna granada o misil, puesto que había que recoger munición de ciertos contenedores que, si no nos fijábamos, los podíamos volar por los aires y fastidiar la misión.

Sus parajes iban desde junglas tropicales hasta zonas de interior o incluso otras más abiertas cubiertas completamente por hielo y nieve. Cada terreno tenía sus pros y sus contras, puesto que si, por ejemplo, intentábamos cruzar un río a nado, no podíamos disparar y estábamos vendidos si había enemigos por la zona. Es por ello que había que ir con pies de plomo fijándose bien en cada pantalla. Y ojo, que también llegamos a contar con vehículos, como tanques y helicópteros.

El esquema de control que escogió Sensible Software con este clásico no era el más amigable, especialmente con la cámara. Aquí lo ideal habría sido alternar entre teclado y ratón para separar más las acciones y que no dependiese todo del puntero (cuya velocidad nos podía jugar malas pasadas debido a la brusquedad de la cámara) y de los botones del ratón. Y ya no digamos de cara a la ausencia total de opciones a modificar dentro del juego, impensable a día de hoy.

Aparte del impagable minijuego dentro de la revista Amiga Format que pude disfrutar en su momento (Cannon Soccer, así se llamó, con los soldados dentro de Sensible Soccer), la saga contaría con una secuela en 1994 que no logró superar al original. Desde entonces este clásico de Jon Hare perdió el rumbo tras vender su licencia a Codemasters, sorprendiéndonos en 2012 con su regreso mediante un estudio ruso con el desastroso Cannon Fodder 3. Una lástima.

¿Ha aguantado bien el paso del tiempo?

No demasiado, por culpa de ese control hoy en día muy mejorable. Pero su encanto sigue intacto, eso sí, de ahí que se recuerde con cariño a Cannon Fodder cada vez que echamos la vista al pasado. Sobre todo por disparar a los enemigos y ver cómo se retorcían de dolor, pegando saltos y soltando charcos de sangre, sin tener que preocuparnos por si el árbitro pitaba penalti. Diversión sin complejos.

Cannon Fodder

Cannon Fodder

Plataformas Amiga 500 (versión analizada), MS-DOS, Mega Drive, Super Nintendo, Jaguar... hasta GOG
Multijugador No
Desarrollador Sensible Software
Compañía Virgin Interactive Entertainment
Lanzamiento 1993
Precio 5,49 euros (GOG)

Lo mejor

  • Su estética desenfadada y variedad de misiones
  • Su sentido del humor, hasta a la hora de morir
  • Estrategia con un toque muy arcade

Lo peor

  • El control hoy resulta de lo más mejorable
  • Ausencia total de opciones o de extras
  • El estado en el que se encuentra la saga

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