Las primeras horas al Demon's Souls de PS5 me han dejado claro el tremendo salto generacional de este remake tan deseado

Las primeras horas al Demon's Souls de PS5 me han dejado claro el tremendo salto generacional de este remake tan deseado

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Demon's Souls

De todos los juegos de lanzamiento de las consolas de nueva generación, tanto de Xbox Series X y Xbox Series S, como de PS5, el que esperaba con más ganas era sin lugar a dudas el remake de Demon's Souls. Y es que por mucho que me siga gustando el original de From Software para PS3, necesitaba una puesta al día.

Fue, no en vano, el impulsor de esa moda por los Souls, un tipo de RPG diferente y más exigente, sin tantas ayudas, con mucho misterio por descubrir y un sinfín de detalles más que lo hacen único. La trilogía de Dark Souls lo acabó consagrando, pero había que hacerle justica con una segunda oportunidad ahora que mucha más gente sabe lo que se esconde tras esta clase de juegos. Y para los fans de este género, no veo mejor opción para estrenarse en la nueva generación.

Once años de diferencia son una barbaridad aquí

Demon's Souls

Habiendo una generación de diferencia entre medias, es lógico que el salto entre el clásico de PS3 y el rediseño de Demon's Souls en PS5 sea brutal. Son 11 años de diferencia, que se dice pronto. Y claro, se nota a todos los niveles, empezando por un cambio abismal en la calidad de sus texturas y todos los efectos de luces y sombras, fuego, reflejos en el charco y demás. Como comparar el día y la noche.

El original salió tan solo tres años después del estreno de PS3, pero ciertamente, viendo lo que consiguió From Software con el posterior Dark Souls de 2011, no fue un juego que aprovechase al 100% la máquina de Sony. Era tosco y lento, por mucho que impresionase en su momento con otras facetas (y eso que no conquistó al público nipón de entrada, sino que su boom llegó precisamente de occidente), con algunos jefes que hoy en día producen más bien risa, en vez de temor. Pero fue el artífice de una semilla que cambió por completo el panorama.

Este remake para PS5 consigue impresionar por cómo deja en ridículo todo lo que nos había maravillado en su momento el clásico del estudio nipón, sacando un mayor partido de la iluminación más opresiva en zonas de interior, o que nos sintamos abrumados y completamente tensos al ver cómo lucen ahora los jefes finales, de aspecto más imponente que nunca e incluso sintiendo sus acometidas de un modo espectacular gracias a la evolución que supone el mando DualSense.

Demon's Souls

Un buen ejemplo de esto lo tenemos en el Caballero de la Torre, donde ahora sentiremos cada impacto con su enorme escudo en el suelo de una forma completamente distinta a como lo hacíamos con la vibración estándar. Hasta que uno no lo experimenta, no es capaz de comprender hasta qué punto supone un salto evolutivo lo que se ha logrado con este mando, que se aprovecha, a su vez, del sonido, como ya hizo con acierto el anterior DualShock de PS4. Es genial.

Bluepoint Games y Sony Japan Studio han respetado, eso sí, la esencia de la obra de From Software, tanto con el diseño de escenarios como el comportamiento de nuestro personaje y resto de enemigos. Aunque, lógicamente, se ha mejorado la interfaz de juego, con unos menús más cómodos por los que navegar, y por supuesto hay un salto de calidad en las cargas de las pantallas gracias al SSD de PS5, donde apenas tardaremos un par de segundos a la hora de viajar entre las distintas regiones del reino de Boletaria, lo cuál resulta una enorme proeza.

Otro cambio evidente tiene que ver con la resolución y estabilidad a la hora de jugar a este remake, aunque no logre correr a más de 30 fps si optamos por 4K nativos: en 4K dinámicos sí que se muestra estable a 60 fps. Ahora todo fluye mucho más rápido y visualmente resulta bastante más impactante que si optamos por regresar al clásico de PS3, al que le van pesando sus 11 años...

Demon's Souls quiere recuperar su antiguo trono

Demon's Souls

El Palacio de Boletaria, el túnel Colmillo de Piedra, la Torre de Latria, el Santuario de las Tormentas, el valle de la corrupción... Todas y cada una de esas zonas nos maravillarán con su nuevo aspecto, aparte del Nexo, por supuesto. Ese contraste en la iluminación, cómo juega con los efectos climatológicos adversos, o incluso sorprendiendo con una tormenta que parte un árbol y lo calcina; por cada paso que demos, nos quedaremos embobados contemplando el paisaje. Máxime si recordamos cómo lucía cada zona en el original, comparándolo en nuestra mente.

Además, este remake goza de nuevas cinemáticas creadas para la ocasión, que logran sumergirnos más si cabe en su complejo lore, como la historia del Anciano y los Monumentales, siendo muy de agradecer en esta versión para PS5 que ahora el juego venga completamente doblado al castellano. Para que nos hagamos a la idea, ningún Souls gozó de voces en nuestro idioma: tan solo Bloodborne y Sekiro: Shadows Die Twice, también de From Software. Y, como era de esperar, todas las voces encajan a la perfección, incluso la de la Dama de Negro, tras el cambio.

Tampoco conviene olvidar, por otro lado, que este Demon's Souls para PS5 recupera el modo online, que en el original de PS3 cerraron sus servidores en 2018, por lo que volveremos a ver las notas del resto de jugadores desperdigadas por cada zona, al igual que sus manchas de sangre con todas sus muertes.

Demon's Souls

No hacía falta jugar cinco horas para saber que estamos ante uno de los mejores remakes de la historia (compartiendo podio con el ultra-adictivo Spelunky), pero es que necesitaba revisitar todas las zonas que nos brinda cada una de las cinco archipiedras del Nexo para ver cómo lucen en PS5, más de una década después.

Algo no ha cambiado, de todas formas: sigue siendo un RPG muy exigente, pero que ahora se disfruta más si cabe gracias a la inmersión del DualSense. Y donde, por sorpresa, hemos recibido un secreto en forma de puerta oculta (cuya solución te contamos aquí). Eso sí, olvídate del glitch de duplicar objetos. Ya no sirve.

Aún me queda mucho camino por recorrer, que tan solo he arañado la superficie (Astro's Playroom también me ha robado tiempo en el día de su estreno), pero estoy disfrutando como un enano este remake y no dejo de sorprenderme con este nuevo salto generacional. Todo un sueño hecho realidad. Viento y Huesos.

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