Los 13 jefazos más difíciles (y retorcidos) de los videojuegos

Los 13 jefazos más difíciles (y retorcidos) de los videojuegos

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Los Jefes Mas Dificiles Videojuegos

Para que un buen juego de acción o aventuras alcance el estatus de excepcional, su Final Boss ha estar a la altura. Debe suponer el desafío definitivo y el broche que corone el viaje del jugador. Lo cual no quita que en mitad del proceso nos topemos con alguna que otra adversidad capaz de dejarnos con la barra de salud temblando o que desplome con relativa facilidad la cifra de nuestro contador de vidas.

En VidaExtra hemos atesorado muy gratos recuerdos a través de los videojuegos, pero también hemos sufrido lo nuestro al dejarnos los duros en los recreativos y los pulgares a los mandos cuando la situación lo ha requerido. Especialmente, en esos jefazos y circunstancias que a base de ser absurdamente difíciles -o directamente injustos- se han ganado una distinción especial. Enemigos tan peleones que no merecen ser olvidados. Victorias que cuentan doble, o más.

La idea es sencilla, y deseamos que participes con nosotros. Por un lado, vamos a poner en común aquellos enemigos,  jefes en situaciones ventajosas y poderosas amenazas que nos dejaron huella. Esas grandes batallas que nos hicieron sufrir, por un motivo u otro, y un poquito del contexto que hay detrás. Por otro, queremos extender la iniciativa a través de los comentarios y redondear un homenaje abierto y en común a los jefazos más duros del videojuego.

Seguramente ya te hayas topado con algunos de estos. Otros, en cambio, están esperando ser desafiados. En cualquier caso, estos son los Final Boss más difíciles (y retorcidos) de los videojuegos.

Sagat, de Street Fighter

Sagat Sf1

La saga de lucha Street Fighter siempre ha cerrado sus modos arcade con auténticas bestias pardas. Desde un Gill capaz de recargar por completo su barra de salud en mitad del asalto en Street Fighter III a un Shin M. Bison en SF Alpha 3 con unos Súpers arrolladores. Verdaderos desafíos de destreza y habilidad. El caso de Sagat, en el Street Fighter de 1987 es un caso aparte.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que Sagat sólo necesitaba encajar bien dos únicos golpes fuertes o especiales para tumbarnos. A lo sumo tres. Si a esto le sumamos un alcance abusivo por el tema de su tamaño en pantalla y que el sistema de control del juego era un auténtico drama.

Sagat pasó a ser un luchador recurrente en la saga de lucha de Capcom sin perder su estatus de enemigo intimidante, aunque siempre a la sombra del resto de Final Bosses o el propio Ryu. 35 años después, nos encontramos con  que el Emperador del Muay Thai ya no es el luchador más poderoso de la saga. Ahora bien, entre los jefes finales, sigue siendo el más puñetero de derrotar. De largo.

Sigrun, la Reina de las Valquirias, de God of War

Sigurn Gow

Uno de los grandes hitos de God of War (2018) es la gloriosa sensación de que podemos tumbar y destruir a prácticamente cualquier criatura, monstruo o dios de la mitología nórdica con nuestra hacha, unos buenos reflejos y cierta predisposición a convertir el caos en cólera desmedida. Sin embargo, hay un enemigo capaz de amedrentar al mismísimo Kratos: la Valquiria Sigrun.

Enfrentarse a ella es la prueba de destreza definitiva por partida doble. Primero, porque para que aparezca deberemos haber vencido a  sus ocho hermanas, lo cual no es moco de pavo y depositar sus yelmos en el el Consejo de las Valquirias. Pero es que, además, puede utilizar los poderes de todas las Valquirias. Una maldita pesadilla.

El Rey Sin Nombre, de Dark Souls III

Si te apasionan las historias de fantasía épica, lo primero que piensas al toparte con el Rey Sin Nombre de Dark Souls III es en el rey Brujo de Angmar del Señor de los anillos: su porte espectral coronado, su armadura y su manera de imponerse a lomo de una colosal bestia alada. Cuando te ha sacudido más veces de la cuenta, lo más normal y humano es empezar a acordarte de Hidetaka Miyazaki y su familia directa. ¡Y eso que se trata de un Jefe opcional!

En caso de que deseemos enfrentarnos a él, nos estará esperando en el Pico del Archidragón y el combate contra él se divide en dos fases maquiavélicas: primero deberemos eliminar a su montura, el Rey de la Tormenta, y posteriormente intentar sobrevivir a su imparable fuerza y su lanza, la cual llenará el escenario de rayos letales. ¿El premio por superar este martirio? Un Logro o Trofeo en función de dónde juegues. ¿Te hemos dicho que se trata de un Jefazo opcional?

Psycho Mantis, de Metal Gear Solid

Psycho Mantis

Si te has enfrentado a Psycho Mantis y le has vencido sin usar algún tipo de ayuda, sabrás por qué este Jefazo merece la plaza merecidamente reservada a la alucinante colección de personajes y rivales de la saga Metal Gear Solid: se trata de un Final Boss que, en teoría, es absolutamente imposible de vencer ya que literalmente es capaz de introducirse nuestra mente.

A diferencia del resto de grandes enemigos de esta lista, Psycho Mantis lee las acciones que hacemos con nuestro mando conectado al puerto del jugador 1 y, en base a ellas, nos derrota con una facilidad pasmosa. La manera en la que aprendemos cómo derrotarlo y cómo Hideo Kojima nos invitó a salirnos del juego y pensar desde otras perspectivas sigue siendo una genialidad décadas después.

Alma, de Ninja Gaiden para Xbox

Mucho antes de que la obra de FromSoftware se convirtiese en la vara de medir la dificultad de los juegos, el máximo referente era la saga Ninja Gaiden. En su etapa clásica ya se ganó esa consideración, incluso entre los títulos de NES, pero a partir del reboot de 2004 para la Xbox original la cosa se le fue de madre al Team Ninja: no solo se exigía un nivel de destreza y paciencia dignos de un verdadero ninja, sino que sus jefazos eran una pesadilla. Y de todas las pesadillas, Alma fue la peor.

Su presencia ya de por sí es brutal e intimidante, pero es que su repertorio de movimientos, asaltos y ataques aéreos no perdona ningún descuido por parte del jugador. Al punto de ser considerada de manera prácticamente unánime como el enfrentamiento más estricto y arduo del juego original. Una verdadera declaración de Tomonobu Itagaki con respecto al jugador cuando tomó las riendas de la saga y que, tristemente, se fue diluyendo en las posteriores reediciones del original de Xbox para sistemas posteriores.

Icono del Pecado (Icon of Sin), de DOOM Eternal

En 2019 Bethesda hizo la lista con los mejores jefes de la saga DOOM y coronó al ciberdemonio de DOOM (2016). Un año después, iD Software superó su propio listón con la nueva versión del Icono del Pecado y el apoteósico clímax de DOOM Eternal. Un broche glorioso y una auténtica tortura para nuestros mandos y teclados.

El Icono del Pecado de DOOM Eternal es una revisión integral del Final Boss del clásico DOOM II pero infinitamente más intimidante: además de mostrarse de cuerpo entero y ser del tamaño de un titán, debemos sobrevivir a un demencial infierno que se manifiesta y estalla delante de nuestras narices. Una locura en el nivel de dificultad "Hacedme daño" y un disparate en "Ultrapesadilla".


Giygas, de Earthbound

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La encarnación del mal. Literalmente. De hecho, su creación se debe a un trauma de Shigesato Itoi cuando se coló en la sala de cine equivocada de pequeño. Y ojo, el Jefazo final de Earthbound ha ganado antes de que nosotros lleguemos al final de la partida destruyendo todo el universo. O, al menos, eso nos cuenta un emisario del futuro.

El enfrentamiento final contra Gigas en Earthbound es una experiencia en sí misma dividida en cinco tramos en los que pasa absolutamente de todo. Sin entrar en demasiados detalles, aunque dando pistas hiladas en fino, es una especie de mezcla entre los acontecimientos de los finales de temporada de Stranger Things y el final de la saga de Buu en Dragon Ball. ¡Más te vale rezar para vencerlo!

Arma Esmeralda, de Final Fantasy VII

Arma Esmeralda

En nuestro listado los jefes opcionales tienen tanto peso o más que los finales, y pese a que Sefirot es un hueso duro de roer en todos los juegos en los que aparece (en especial, en Kingdom Hearts) el desafío de Arma Esmeralda está a otro nivel. Porque si había que hacer un listado de jefes duros, Arma Esmeralda de Final Fantasy VII tenía que estar.

Su absurda cantidad de puntos de salud (¡un millón de puntos de golpe!) solo es comparable al daño que es capaz de causar, lo cual incluye un su colosal ataque Tormenta de aire cuyos puntos de daño se calculan al multiplicar por 1.111 la cantidad de materia que nuestro héroe lleve encima. Si le hemos equipado con nueve estará automáticamente frito.

Y ojo, que a esto hay que sumar que la batalla tiene un límite de 20 minutos. Aunque con la materia adecuada (la Subacuática) podemos relajarnos un poquito más y pensar en la estrategia. Podría parecer mucho tiempo, pero metidos en faena cada segundo es oro.

El Huérfano de Kos, de Bloodborne (Antiguos Cazadores)

El jefe final del DLC Antiguos Cazadores no solo supone el desafío final para los cazadores más curtidos de Bloodborne, sino que además es una de las pesadillas más desagradables -en todos los aspectos- jamás imaginadas por FromSoftware. Palabras mayores.

Tras asistir a lo que podemos considerar como su nacimiento, esta esquelética y espigada figura nos ataca entre gritos y lamentos con su propia placenta con una fuerza, velocidad y agresividad extremas que se complementan con un peligrosísimo alcance, obligándonos a racionar nuestro aguante si queremos tener la menor posibilidad de salir de una pieza.

¿Lo peor? Esa no es ni siquiera su forma final. Tras recibir el suficiente daño, al bicho le saldrán alas y ganará nuevos y más poderosos ataques. Asqueroso.

Sans, de Undertale

Que Sans se haya convertido en la imagen más representativa de Undertale, e incluso se haya colado en Super Smash Bros. Ultimate, no es casualidad: dependiendo de las decisiones que hagamos como jugador puede ser un aliado o un enemigo pero nuestra batalla contra él, es absolutamente épica. Sobre todo, al ritmo de Megalovania.

Como puedes ver en el vídeo con el que acompañamos nuestro texto es posible derrotar al jefe final de la ruta genocida de Undertale sin sufrir daños. Una triple proeza que requerirá que estemos más de diez minutos sin parpadear.

Igniz - The King of Fighters 2001

Quitando The King of Fighters XII, todos los jefazos finales de la saga han estado rotos o han sido absurdamente injustos con el jugador. Básicamente, porque SNK sacó la entrega de 2009 con algo de prisa y sin un verdadero jefazo final. La buena noticia es que, por lo general, se nos da la opción de regresar a la partida al meter una moneda y, de paso, reducir la barra de salud del enemigo final. El caso de Igniz, quien nos espera al final de The King of Fighters 2001, merece una mención aparte.

De entrada, su repertorio de movimientos, el cual se expande a través del uso de su traje y látigos que le salen del mismo, nos deja un maniobra en las cortas distancias ridículo. ¿Es mejor atacar desde la distancia? No demasiado: su sistema de movilidad rompe el equilibrio del combate y, además, tiene su propio repertorio de proyectiles. Hasta el propio Justin Wong lo tiene claro: Igniz es el jefazo de KOF más puñetero. Y eso puntúa doble.

Ender Dragon, de Minecraft

Dragon Minecraft

La batalla contra Ender dragon llevó por la Calle de la Amargura a nuestro compañero Alberto Martín, y no es para menos: nuestro experto en VidaExtra a la hora de hacer guías para Elden Ring y algunos de los juegos más maquiavélicos nos contó su épica cruzada para poder derrotar a la bestia voxelada de Minecraft en dos trepidantes episodios de obligada lectura.

Alberto perdió años de vida, según nos cuenta, pero el logró al derrotar al Ender Dragon a base de maña, determinación, planificación, sacrificio y destreza. Minecraft es un sandbox con alucinantes posibilidades para jugadores de cualquier edad, pero tumbar esta lagartija voladora morada no es un juego de niños.

Malenia, la Espada de Miquella, de Elden ring

Malenia

Todo el que haya jugado a Elden Ring sospechaba (con motivo) que el Final Boss del juego acabaría asomando en nuestro listado. Tras superar los máximos retos y toda clase de pruebas intermedias, el clímax de nuesto viaje por las Tierras Intermedias arranca con una frase que nos adelanta que, ante nosotros, se alza el enemigo definitivo.

"Haz caso a lo que te digo. Me llamo Malenia, Espada de Miquella, y jamás he conocido la derrota."

Malenia no hace concesiones: su velocidad es de vértigo, el alcance de su espada la convierte en un peligro constante sumado a la brutalidad de sus ataques y, además, una capacidad de regeneración que juega totalmente en nuestra contra. Para nuestra desesperación.

De la frustración de Malenia y las sorpresas y melancolías surgidas de sus batallas han florecido héroes entre los jugadores, como Let Me Solo Her, quien se ha dedicado a ayudar a incontables jugadores a derrotarla tras su marcado viaje emocional hasta lograrlo por su cuenta. Aunque, claro, si lo que queremos es el desafío definitivo siempre podemos recurrir al mod que transforma a todos los enemigos en Malenia

Bola Extra: Through the Fire And Flames, de Guitar Hero III

¿Las canciones cuentan como Enemigos finales? En Guitar Hero III: Legends of Rock hay un modo historia en el que, a base de ritmo, nos enfrentamos en su batalla final contra Lou, el demonio más roquero, en el mismísimo infierno en un duelo de guitarras y al son de The Devil Went Down To Georgia. Pero no nos vamos a engañar: el gran desafío del juego no es el príncipe del mal, sino la banda de power metal DragonForce.

No podíamos cerrar nuestro repaso a los jefazos más duros y retorcidos de los videojuegos sin hacer una mención obligada al desafío final de Guitar Hero III: el tema Through the Fire And Flames despertaba al mismo tiempo lo peor y lo mejor de cada jugador. Convirtiendo aquellas guitarras de plástico que a ojos actuales parecen casi de juguete en verdaderos mástiles capaces de soltar láseres y truenos.

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