Nunca he jugado al modo Zombis de Call of Duty por los zombis. Puede parecer una voltereta curiosa y hasta sorprendente para quienes no estén habituados a dicho modo, pero para mí los zombis están ahí como un actor secundario con el objetivo de añadir algo más de salsa a la mezcla. El cebo, sin embargo, siempre ha sido la exploración.
Si por algo destacan las partidas al modo Zombis es por esa sensación de descubrimiento y superación que ofrece cada nueva sorpresa del mapa. Un camino por el que no habías pasado, un nuevo paso en la búsqueda de desvelar el huevo de pascua de ese mapa, y una ambientación y diseño de niveles que merece la pena pararse a admirar.
Mi experiencia con el modo zombis
Con la vista puesta en todo eso, ¿quieres saber qué es lo que opino de los zombis? Que me molestan.
No en el mal sentido, ojo. Es una gozada volarles la cabeza, reventarlos a cuchilladas en las primeras rondas y ver cómo vuelan en mil pedazos tras una granada bien colocada, pero si se inventó el truco de reventarle las piernas al último de la ronda para que te dejase en paz mientras explorabas el mapa a tu bola y sin interrupciones fue por algo.
¿Son una parte imprescindible de la experiencia? Sin duda alguna. ¿Habría caído en las redes de decenas de mapas sumando horas y horas si la gracia de ellos simplemente fuese aniquilar zombis? Ni de coña.
Aunque no son pocos los jugadores que acudían al modo Zombis en busca de ese tipo de experiencia, la de ir mejorando armas mientras matas más y más bichos, mi punto de vista era completamente opuesto. Están ahí y generan un reto al que hay que hacer frente, pero nunca han sido el principal reclamo.
Brote pone a los zombis patas arriba
Con ese preámbulo y las cartas sobre la mesa llegamos a Brote, el nuevo modo de la experiencia Zombis de Call of Duty: Black Ops Cold War en el que se abandona todo lo que me gustaba para centrarse casi en exclusiva en aniquilar zombis.
Adiós, escenarios laberínticos y claustrofóbicos cuidadosamente creados. Hola, escenarios de mundo abierto más cercanos a Warzone que a lo que estábamos acostumbrados.
Adiós a los huevos de pascua y los secretos que implican ir pasito a pasito para descubrir un secreto mayor. Hola a los eventos aleatorios, la libertad de acción y las misiones de quita y pon.
Y por mucho que tras esas palabras el potaje a bilis pueda olerse a kilómetros, debo reconocer que el nuevo modo Brote no sólo me ha parecido una auténtica gozada, también me ha hecho ver los enfrentamientos contra zombis desde una nueva perspectiva. Si antes me molestaban, ahora no puedo evitar buscarlos.
Un giro de tuerca que merece la pena probar
Sin exploración o huevos de pascua en los que perderme maravillándome con los detalles, Treyarch se centra en la acción para ofrecernos un modo por objetivos en el que nosotros ponemos el límite de hasta dónde queremos llegar. No es un mapa con un principio y un final, sino una serie de rondas que nos llevarán de un mapa a otro hasta que digamos basta.
Con un objetivo central que cambia partida tras partida y que se mueve en los clásicos protege esta zona o mátame a ese bicho, Brote nos lanza en mundos enormes de distinto estilo -las pistas de nieve, el bosque, el pueblito de montaña- en los que pasear en busca de cofres de armas, zombis a los que aniquilar para conseguir puntos y eventos aleatorios.
Algo así como mezclar Warzone con el modo Zombis pero dando más peso al primero que al segundo. El clásico festival de tiros cooperativo en el que hacer frente a hordas de enemigos que aparecen sin descanso y que ponen a prueba tu habilidad y la estrategia de grupo.
Por el camino se pierde toda esa magia que, espero, Treyarch no abandone nunca, pero se gana en espectáculo y en acción con la que echar un buen rato sin mayores pretensiones que pegar cuatro tiros mientras compartes unas risas.
¿Te cansas de ello? Pues cuando completes el objetivo pides la extracción y das la partida por terminada. ¿Te ves con fuerzas de seguir adelante? Pues viajas a un nuevo mapa con una generosa subida de dificultad y compruebas hasta dónde eres capaz de continuar.
Si bien es cierto que darle alas a este tipo de experiencias parece un tiro en el pie, no puedo evitar reconocer que me lo he pasado realmente bien en las pocas partidas que he disfrutado hasta ahora.
No abandonaría la experiencia Zombis por nada del mundo -y aquí debo reconocer que lo entregado hasta ahora en Black Ops Cold War me parece un punto por debajo de otras ediciones-, pero Brote es el modo perfecto para seguir subiendo armas de nivel y matando zombis cuando ya tienes quemados los huevos de pascua de los mapas clásicos.
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