Cada año es la misma historia: llegado junio, el sector del videojuego se vuelve loco por lo que acontece en el E3, y en el epicentro de toda la tormenta se encuentran siempre las conferencias organizadas por las principales compañías para presentar sus novedades. Naturalmente, son Nintendo, Sony y Microsoft quienes más atención consiguen captar, aunque durante los últimos años hemos visto también cómo diferentes estudios de desarrollo han decidido invertir una importante cantidad de dinero para montar sus propios saraos.
Pero a pesar de todas las expectativas previas que siempre tenemos y de la ilusión que ponemos a cada conferencia (llegando a sacrificar muchas horas de sueño por poder seguirlas en directo), muchas veces sucede que estos eventos acaban quedando por debajo de lo esperado. Y cuando fallan las conferencias, prácticamente falla todo el E3, convirtiendo la feria de ese año en una decepción para los aficionados que tantas ganas habían puesto en el asunto. No es fácil organizar realmente bien un evento de este calibre, vamos a ser sinceros, pero tras muchos años de seguimiento tengo claro que hay unos cuantos puntos clave para conseguir que todo vaya lo mejor posible. Aquí van unos cuantos, por si alguien quisiera tomar nota.
Cuando fallan las conferencias, prácticamente falla todo el E3
Juegos, juegos y más juegos
Hay un aspecto que es común a todas las conferencias que se recuerdan como un éxito: estuvieron repletas de juegos. Pueden ser anuncios completamente nuevos o información adicional sobre títulos ya conocidos, pero cuando cae el telón y toca recapitular, lo que todo el mundo va a mirar en primer lugar es la lista de videojuegos que han pasado por el escenario. Puedes poner todo el adorno que quieras alrededor, pero al final la verdadera clave del triunfo estará ahí.
Esto no es una pasarela
Convertido en un evento cada vez más mediático y comercial, durante los últimos años nos hemos encontrado conferencias que más bien parecían una pasarela de famosos, fichados expresamente para poner su cara ante las cámaras y vincularla a la compañía en cuestión. Pero no, me da igual que traigas a lo que resta de The Beatles, a Kobe Bryant, a Steven Spielberg o a James Cameron, porque no he venido a verlos a ellos. Centrémonos, señores.
Las sorpresas son la vida
En la era de Internet, la mitad de noticias que luego se deberían revelar en el E3 son filtradas con antelación y la otra mitad son directamente adelantadas por las compañías temerosas de las filtraciones, por lo que cada vez parece quedar menos espacio para la sorpresa en las conferencias anuales. No obstante, siempre hay algún bombazo que consigue resistir bajo llave hasta el momento de encender los focos, y cuando eso sucede a la gente no le queda más remedio que aplaudir con alborozo.
Las cosas claras
¿Cuántos anuncios aparentemente interesantes durante una conferencia se han ido por la borda a las pocas horas, al ser completados con información que en un primer momento la compañía decidió callar? La verdad, prefiero que me digas claramente que tu producto no va a estar a la venta hasta dentro de mucho tiempo o que no va a incluir ese modo de juego que todo el mundo esperaba, a llevarme el chasco un rato después solo porque buscabas conseguir el aplauso momentáneo durante la conferencia. Entiendo que aquí se viene a vender todo lo que se pueda, pero esa no me parece la forma más óptima posible de hacerlo; de hecho, la veo hasta contraproducente.
Recuerda a quién te diriges
Tener claro quién es tu público y qué es lo que desea resulta vital en cualquier tarea de comunicación, pero algo que hasta el más despistado puede ver con claridad a veces parece ser olvidado por las compañías de videojuegos. Esta clase de conferencias son seguidas por la prensa y por los aficionados de pura cepa en busca de información jugosa, así que dedicarte a hablar de fríos datos, de obras de espíritu casual o de otras minucias de la industria que no interesan a ninguno de los presentes es perder el tiempo. Saber aprovechar tu propia historia y aquello a lo que más cariño tienen tus aficionados es también una muy buena práctica, algo con lo que Nintendo suele ser bastante habilidosa. Otro detalle que se deriva de este punto es el de entender que la audiencia de estas conferencias es global, así que no tiene sentido dirigirse exclusivamente al público norteamericano.
Lo bueno, si breve, dos veces bueno
Durante los días que dura el E3 encontramos un montón de eventos que queremos seguir, además de toda la avalancha de novedades, trailers, imágenes y artículos que nos bombardean por todas partes, así que lo último que me apetece es tener que aguantar conferencias que se alargan hasta la eternidad con relleno insustancial. No quiero bailarines en escena, ni pastosos vídeos promocionales de tu compañía que no dicen nada nuevo, ni discursos aburridos sobre lo bien que os va. Mejor es ir al grano, enseñar todo lo bueno que tienes (o crees tener) en la recámara y dejarme seguir mi camino.
Lo que viene después
El E3 no acaba en las conferencias, claro está. Su duración, aunque a veces se alargue más de lo necesario, no deja de ser más bien puntual y solo permite dedicar unos pocos minutos a cada juego o producto que se presente, por lo que el buen trabajo de comunicación debe continuar después publicando más material online que invite a mantener viva la conversación: nuevos vídeos que muestren algo más que los trailers oficiales, muchas capturas para repasar tranquilamente, entrevistas con los desarrolladores y esa clase de contenidos. El caso es que la fiesta no pare.
Más del E3 2015 en VidaExtra
- Los 17 juegos triple A más esperados del E3 2015
- Estos son los 23 indies que salvarán el E3 2015
- Estas son las compañías que nos quieren volar la cabeza en el E3 2015
- Qué podemos esperar de Microsoft en el E3 2015
- Qué podemos esperar de Sony en el E3 2015
- Qué podemos esperar de Nintendo en el E3 2015
Ver 16 comentarios