Rock Band

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‘Rock Band’ lleva el universo que hemos conocido a través de ‘Guitar Hero’ varios pasos más allá. Principalmente por la inclusión de la batería, pero aunque nos quedáramos solamente en la guitarra veríamos que la cosa ha mejorado muchísimo con respecto a la saga ‘Guitar Hero’.

Tocar la guitarra o el bajo en ‘Rock Band’ es una auténtica delicia. El controlador, que es una reproducción muy trabajada del modelo Stratocaster de Fender, cuenta con unos botones/trastes totalmente integrados en el mástil a diferencia del controlador de ‘Guitar Hero’, donde los botones de colores sobresalen y nada tienen que ver con la realidad. Además cuenta con 10 botones en total: 5 en la parte superior del mástil y otros 5 más pequeños en la parte baja, ideales para los solos.

La sensación de estar pegándose un solo es increíble gracias al tamaño y posición de estos trastes adicionales, que además podremos usar sin necesidad de darle a la barra/púa para poder ejecutar hammer-ons y pull-offs a dos manos de manera más realista. Sabremos que podemos llevar a cabo estas acciones cuando el fondo del mástil que vemos en pantalla se ponga azul, claro indicador de que estamos en la parte del tema donde va el solo en cuestión.

A parte de esto, como os decía más arriba, la propia forma de todos los botones y su integración con el mástil hacen que tocar en ‘Rock Band’ sea mucho más cómodo, agradable y realista. Al menos no tendremos esa sensación de tener una guitarra de juguete entre las manos como pasa en ‘Guitar Hero’. Por cierto, a parte de la necesaria barra/púa y de la barra de vibrato, la guitarra de ‘Rock Band’ lleva un selector de pastillas/efectos de 5 posiciones para que le demos el toque que más nos guste a nuestros solos: ninguno, wah-wah, flange, chorus y reverb.

La experiencia como guitarrista/bajista en ‘Rock Band’ es excelente, pero lo mejor, sin duda, viene con la batería. La habéis visto infinidad de veces: 4 pads que se corresponden con 4 colores más el pedal de bombo. Y funciona a las mil maravillas, pese a que hay que pillarle bien el punto al pedal. Si alguien ha tocado una batería de verdad alguna vez que se vaya olvidando de levantar toda la pierna y darle a lo bruto. En ‘Rock Band’ tendremos que ser algo más sutiles a la hora de darle al bombo.

Los pads por defecto tienen esta distribución: caja (pad rojo), charles (pad amarillo), tom (pad azul) y plato (pad verde). Por la posición de los pads ya queda claro de entrada que nuestra postura a la hora de tocar y atacar las diferentes partes de la batería no será la más real del mundo, pero la verdad es que una vez que estemos en plena faena no nos importará demasiado y veremos que la cosa funciona.

Disponemos de unas baquetas de madera con las que aporrear los pads y pese a que la sensibilidad de los mismos dista mucho de ser la ideal resulta bastante efectiva. Lo que sí es cierto es que tenemos que procurar que nuestros golpes impacten lo más cerca posible de la zona central de los pads. Los bordes y las zonas más alejadas del centro no responden de igual forma y fallaremos si no cuidamos un poco este aspecto.

El bombo, como comentaba más arriba, es algo delicado. No por su fragilidad física, sino porque es lo que más quebraderos de cabeza nos traerá. Sobre todo en los niveles difícil y experto, donde es muy fácil encontrar golpes de bombo seguidos que tardaremos en dominar por la forma en la que el dispositivo responde a nuestros movimientos.

Lo importante, dejando a un lado ya las cuestiones puramente físicas y de respuesta del controlador, es si los ritmos de los temas han sido bien adaptados o no. Y he de decir que el trabajo a este nivel es impecable. En el nivel fácil de dificultad pues lógicamente no, ya que está pensado para un primer acercamiento a este instrumento y al periférico que lo simula, pero a partir del nivel medio la cosa se pone interesante. Hice la prueba intentando tocar Dani California de los Red Hot Chili Peppers en modo difícil después de haberle dado solamente una pasada en nivel medio y casi consigo un 100% en el primer intento. No porque sea sencilla, sino porque conozco los patrones de la batería real de ese tema y los apliqué en base a dos factores que me funcionaron casi a la perfección: traslación de las diferentes partes de la batería real al juego y reproducción de estos patrones intentando no ser esclavo de las indicaciones en pantalla.

Lo que quiero decir es que pese a la disposición no realista de los pads sí existe una perfecta correspondencia entre lo que suena y lo que tenemos que tocar, sobre todo en los niveles difícil y experto. La experiencia a la batería en ‘Rock Band’, como ya os podréis imaginar, es infinitamente más realista y divertida que a la guitarra o el bajo.

No he hablado de la voz hasta ahora, pero la verdad es que es el apartado menos interesante del juego. Un medidor seguirá nuestras inflexiones vocales y las irá comparando con las originales. Nada que no hayamos visto ya en otros títulos. Si ‘Rock Band’ es un simulador de banda lógicamente la inclusión del elemento vocal está justificada y los más dados al karaoke disfrutarán, pero aquí la chicha está en los instrumentos y sobre todo en la batería.

Como veis he preferido enfocar este análisis hacia sus principales aportaciones al género con respecto a los ‘Guitar Hero’, sobre todo a nivel de accesorios y sensación de realismo, pero no quiero acabar sin decir que ‘Rock Band’ cuenta con tutoriales, modos de entrenamiento, partidas rápidas, giras mundiales por multitud de garitos, modo multijugador tanto local como online (con piques entre bandas incluidos), un listado de temas impresionante y otro buen montón de temas disponibles listos para descargar a través de la tienda del juego.

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