A veces aliado, otras enemigo (menor) y, de vez en cuando, el gran héroe dentro de sus propios videojuegos. Tingle se ha convertido en una especie de denominador común dentro de la saga de The Legend of Zelda con alguna que otra excepción, y pese a su diminuta estatura, es muy complicado que pase desapercibido. Entre otras cosas, porque es toda una personalidad en sí misma y, a la vez, uno de los misterios más curiosos de Hyrule.
A partir de aquí, la duda se plantea sola: ¿de dónde ha salido Tingle? La respuesta rápida es que su debut fue en The Legend of Zelda: Majora's Mask, dónde se nos presenta como un señor de baja estatura y que viste unas cantosas prendas cual superhéroe moderno. Desde entonces, y a diferencia de la mayoría de Hylianos, su cara lo hace reconocible allá donde va, incluyendo casi todas las entregas de la saga posteriores.
Al igual que ocurre con Link o la princesa Zelda, el contexto y la aparición de Tingle en cada entrega de la saga Nintendera obedece a diferentes causas. Eso sí, hay denominadores en común: pese a sus 35 años, no ha perdido su mirada infantil y, tampoco se ha desprendido de esa actitud caprichosa y a veces excesivamente nihilista propia de la juventud. Visto así, hay un poquito de él en muchos de nosotros.
Otra cosa muy diferente es que su padre, el encargado del Centro Turístico del Pantano (al menos, en Majora's Mask), se tome la actitud de Tingle con la misma filosofía. Pero, teniendo en cuenta que se trata de una persona de mediana edad que sobrevuela Hyrule atado a globos de helio, esgrimiendo una -casi perturbadora- sonrisa de oreja a oreja y con sus cantosos calzoncillos colorados por fuera, tiene que haber una razón muy, muy especial para que esté tan presente en la saga. ¿Verdad?
El señor que sueña con ser un hada. Más o menos
"Sabiamente comencé con un mapa, e hice que la historia encajara."
J.R.R. Tolkien
Toda gran saga de aventuras necesita un cartógrafo. O, al menos, un método propio para que al aventurero no le falte su mapa. Y da igual que sea Assassin's Creed o Elden Ring. Rayos, ¡hasta en Monkey Island tenemos a Wally! Y el cartógrafo -no oficial- de la saga The Legend of Zelda es Tingle.
Tingle se creó con un propósito muy definido: en un juego tan original y a la vez experimental como Majora's Mask era necesario ofrecer los mapas de las zonas de Términa de un modo diferente a las entregas anteriores. Dicho de otro modo: en lugar de que nuestro mapa se generase automáticamente y de manera progresiva, habría que obtenerlo.
La idea no es precisamente nueva, que coste, pero el encargado de materializarla era cualquier cosa menos el típico mercader. Definitivamente, Tingle no tiene nada que ver con esa imagen.
Tingle es un señor de mediana edad y baja estatura, extremadamente fácil tanto de encontrar como de reconocer. Su cara, como se puede ver, no pasa desapercibida. A su característicos ojos rasgados hay que sumar una nariz muy peculiar y un enorme lunar que destaca en su rostro con forma de una enorme gota de agua. Y eso tiene, más o menos, una explicación.
En realidad bajo su característico gorro Tingle tiene el típico peinado a tazón, pero además de su desmesurada codicia, su incombustible pasión por las hadas le invitan a vestirse como una. Es más, asegura que en una vida pasada fue un hada. Lo cual sugiere dos cosas: una fascinante inmadurez - según su propio padre - y que pese a que ha dibujado mapas imposibles, todavía no ha podido ver una con sus propios ojos. Y eso que ha viajado por todo Términa.
Siendo más específicos, la ha sobrevolado atado a un enorme globo que lleva equipado en su mochila.
Cuando Eiji Aonuma y los responsables de Majora's Mask se plantearon el personaje pensaron que el cartógrafo no solo debería llegar a lugares muy elevados para poder observar todo el terreno, sino también estar en diferentes lugares a la vez. Recordemos que el tiempo es crucial para el jugador. Así que solucionaron ambos desafíos creando a un personaje que pudiese flotar en el aire con un globo.
Por supuesto, Aonuma y su equipo llegaron a la conclusión de que siendo todo lo anterior tendría que ser alguien muy, muy extravagante. Incluso dentro de los estándares de Majora's Mask, que no están precisamente bajos. Lo que ninguno sospechó, quizás, es que se había creado un nuevo personaje que no solo acabará regresando en prácticamente todas las nuevas entregas de The Legend of Zelda, sino que hasta protagonizará sus propios videojuegos.
Tingle a través de los juegos de The Legend of Zelda
En la saga de The Legend of Zelda hay conceptos recurrentes, ideas que quedan establecidas de una entrega a otra y montones de personajes secundarios que, una vez cumplido su cometido, no vuelven a asomar. Tiene su lógica, dado que cada historia es completamente diferente, cada contexto es único y existe una línea temporal más o menos definida en la que los tres herederos de la voluntad de la trifuerza (el héroe, la descendiente de la diosa Hylia y el mal en su estado más puro) son los ejes de la aventura. Precísamente eso, que Tingle esté presente de un modo u otro es, como mínimo, extraño. Como veremos un poco más abajo, tampoco es casualidad.
No es algo único, que conste. Figuras como Impa o el El Gran Árbol Deku también son piezas recurrentes dentro de los acontecimientos. Pero el caso de Tingle, como verás, es realmente excepcional.
Tras debutar en Majora's Mask, Tingle reapareció un año después en Game Boy Color flotando en el Bosque del Tiempo en The Legend of Zelda: Oracle of Ages. Siendo justos, podría parecer más un cameo que otra cosa dado que sirve para darnos, con la ayuda del canguro Ricky, el mapa de la isla y un zurrón para guardar semillas. Hasta ahí, todo má o menos normal.
Lo que nos pilló con la guardia baja fue su reaparición en The Legend of Zelda: The Wind Waker, lo cual fue una sonadísima redirección de la saga en todos y cada uno de sus aspectos. El muy pillín aparece en la cárcel acusado de robar la Cámara Pictográfica y, tras liberarle, nos da una versión única y completamente personalizada de la Game Boy Advance al que llama el Tinglevisor, con el que podemos llamarlo para la partida.
Pero ahí no acaba la cosa, ya que incluso cuenta con una isla propia: la Isla de Tingle, y además se nos presenta formalmente a sus hermanos Ankle y Mingle. Los cuales, las cosas como son, son prácticamente idénticos aunque sus ropas son de otro color. De manera oficial, ya era mucho más que un mercader cualquiera: se ganó la consideración de personaje integrado en la saga por pleno derecho.
Tingle continuará apareciendo en los siguientes juegos de The Legend of Zelda con apariciones de mayor o menor peso o sencillos cameos, pero ya de manera regular. Lo vimos en Four Swords Adventures, The Minish Cap de cuerpo presente, así como figuras basadas en él en Phantom Hourglass, Spirit Tracks o bajo la forma de un curioso peluche en Skyward Sword en el escritorio de la mismísima Zelda.
¿Había nacido una estrella? Bueno, más bien se puede decir que era un personaje muy fácil de reconocer, y cada vez más fácil de encontrar.
Tingle, muchacho, ¡estás en todas partes!
¿Y qué pasa con The Legend of Zelda: Twilight Princess? Bueno, en la Ciudadela del Castillo de Hyrule nos encontramos con Mr. Cool (conocido en inglés como Purlo) el cual, en palabras de Aonuma es una versión mucho más realista del propio Tingle. Acorde a la estética y temática oscura de ese juego en específico. Eso sí, conservando sus propios vicios.
Preservando, todo sea dicho, su estilo, muchos de sus accesorios, su característico lunar y esa motivación por sacarle rupias al jugador de alguna manera.
Lógicamente, era imposible que un tipo tan pintoresco y con la capacidad de ir en globo a donde le diese la gana se quedase únicamente en una saga de videojuegos. Nintendo llevó a Tingle a casi todas las entregas de Super Smash Bros., a veces escondiéndolo en algún escenario y otras como figura de colección o en calidad de espíritu.
Como es de esperar, cuando Omega Force se planteó hacer su propio MUSOU basado en The Legend of Zelda para todas las consolas de Nintendo, desde Wii U a Switch, pasando por 3DS, estaba cantado que Tingle iba a aparecer. De hecho, el equipo de Tecmo Koei deseaba incluirlo inicialmente, aunque Eiji Aonuma se negó. Sin embargo, quizás por la propia fuerza del destino, el 14 de enero de 2015, fue confirmado como parte del DLC de Hyrule Warriors inspirado en Majora's Mask.
Y no solo eso: entre todas las colaboraciones y cameos de Tingle hasta se las ha arreglado para aparecer en Super Mario Maker como uno de los disfraces de juego, ganando su propio set de sonidos inspirados en los juegos en los que está presente y poses que sólo se le pueden ocurrir a él. Genio y figura.
Suficientes méritos propios como para que, mucho antes de hacer su entrada en el Reino Champiñón, alguien en Nintendo sumase dos y dos y llegase a una inesperada conclusión para los fans de The Legend of Zelda: Tingle protagonizará su propio videojuego. Algo que no lograron ni la princesa Zelda (quitando sus desafortunadas aventuras en CD-I), ni los Campeones de Hyrule, ni el mismísimo Ganondorf.
La saga de videojuegos de Tingle... Y su aventura inédita
¿De dónde viene la obsesión de Tingle por las hadas? Bueno, eso ya depende de cada juego. En Majora's Mask, de manera muy específica, él mismo considera que en otra vida fue una de ellas. Sin embargo, esa no es toda la verdad.
Nintendo no tenía por qué, pero explicó la aparición de nuestro pintoresco cartógrafo y apasionado por las rupias en tantos juegos y sagas, así como su nombre, de una manera especialmente brillante: Tingle no es solo un nombre, sino una manera de ver y vivir la vida. Para algunos puede ser considerado incluso una maldición. Y esto lo sabemos, precisamente, gracias al primer videojuego protagonizado por el personaje: Freshly-Picked Tingle's Rosy Rupeeland.
Lanzado en 2006 en Japón, y apenas un año después en territorio europeo (que Nintendo lance sus juegos de manera simultánea es algo relativamente reciente), tras el kilométrico título sin traducir de Freshly-Picked Tingle's Rosy Rupeeland nos topamos con una propuesta completamente original y diseñada a medida tanto para el contexto personaje como para las Nintendo DS planteándonos si su pasión por las hadas y su codicia tiene límite. Spoiler: no.
Freshly-Picked Tingle's Rosy Rupeeland no llegó a cruzar ni el Pacífico ni el Atlántico dado que en el Nuevo Continente el personaje no despertaba ni gracia, ni simpatía ni carisma. Pero nada de eso fue un obstáculo para que Tingle protagonizase dos juegos más.
Sin la ambición del anterior, aunque no mucho después, llegó a Nintendo DS Tingle's Balloon Fight DS, que -como se adivina por su nombre- es una versión especial con divertidos cambios y mucho contenido original del clásico de NES y recreativas Balloon Fight protagonizado por Tingle. Lo cual le va como anillo al dedo, todo sea dicho. Una gran rareza, ya que jamás salió de Japón y se ofreció como recompensa canjeable del Club Nintendo.
Sin embargo, su último juego hasta la fecha es mucho, mucho más surrealista: Ripened Tingle's Balloon Trip of Love, es una aventura que sustituye la codicia por las rupias por la desesperación de un señor de 35 años por encontrar el amor. Y eso que solo es la punta del iceberg.
Lanzado únicamente en Japón (por algo será) en Ripened Tingle's Balloon Trip of Love conocemos a un señor de mediana edad que encarga un libro anunciado en televisión bajo la promesa de que le ayudará a tener éxito con las mujeres. Una vez le llega el volumen, éste queda atrapado en su historia en el sentido más literal: el libro le absorbe y pasa a ser el protagonista del mismo convertido en Tingle. Una maldición de la que solo es posible escapar de una manera: conseguir una cita con una princesa.
Si bien, Ripened Tingle's Balloon Trip of Love tiene mucho más que ver con el infame Larry Laffer que con un personaje de la saga de The Legend of Zelda, al final el gran plan era darle nuevas salidas y temáticas originales a las otras estrellas de Nintendo del mismo modo que Wario Ware o Super Princess Peach. En cualquier caso, hay que admitir que la imaginación de los desarrolladores estaba completamente desatada y, como es de esperar, no se lo considera en modo alguno canon dentro de la saga.
De hecho, en algún momento hubo planes para los juegos de Tingle fuesen una saga propia (a lo Luigi's Mansion) y se comenzó a desarrollar una tercera entrega en la que se sustituía la codicia por las rupias o la búsqueda del amor por una temática de terror. Eso sí, terror humorístico al estilo Nintendo. En cualquier caso, aquella aventura quedó descartada, pero el personaje continuó apareciendo en las nuevas entregas de The Legend of Zelda.
¿Veremos a Tingle en Zelda. Tears of the Kingdom?
De cara nuestro texto hemos revisado todos los libros oficiales de The Legend of Zelda publicados por Nintendo, así como las entrevistas concedidas por los responsables de la misma, y no hemos podido contrastar el rumor más interesante de todos los relacionados con Tingle: se dice que su rostro, en realidad, es una caricatura del aclamado compositor Koji Kondo, a quien le debemos la música de la saga y prácticamente todos los grandes éxitos de Nintendo.
Y, a falta de pruebas que respalden esta teoría, como referencia y a modo ilustrativo, aquí puedes ver al maestro Kondo en pleno proceso creativo.
Lo que sí te podemos asegurar es que Tingle sí está presente en The Legend of Zelda: Breath of The Wild. Y no solo eso: en la aventura de mundo abierto definitiva del Héroe de Hyrule, el que lleva las pintorescas mayas, los calzoncillos colorados por fuera, el sombrero puntiagudo y la marca de la cobra en la espalda es nada más y nada menos que el propio Link.
Tras adquirir el DLC de Las pruebas legendarias, en la llanura de Hyrule aparecerán tres cofres que contienen el Gorro de Tingle, la Camiseta de Tingle y las Mallas de Tingle. Cada pieza aumenta nuestra velocidad nocturna y sumadas crean el traje de Tingle.
Aunque, dicho sea de paso, no es la primera vez que Link viste de este modo: en The Legend of Zelda: Tri Force Heroes ya se había habilitado un traje similar para Toon Link, con lunar incluído.
¿Veremos al auténtico Tingle en la Hyrule que conocimos en Breath of the Wild? Lo cierto es que hemos visto algún que otro guiño al personaje, pero por muchos viajes que hemos hecho a lo largo y ancho del reino todavía no nos hemos topado con nadie que siga esa manera de ver y vivir la vida. Quizás, solo quizás, haya que buscar en los cielos.
Sabemos que en The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom se nos expandirá la Hyrule conocida permitiéndonos redescubrirla a vista de pájaro. Somos plenamente conscientes de que, incluso, volaremos en un globo aéroestático. Y también que necesitaremos un nuevo mapa que nos ayude a ubicarnos y que solo alguien con muy buena mano y experiencia a la hora de dibujar desde las alturas puede ofrecernos.
No sabemos si nos toparemos con el pillín de Tingle en algún remoto rincón del cielo, la tierra o encerrado en alguna cárcel de esta Hyrule que ya nos enamoró, pero de algún modo todo lo mostrado hasta la fecha en The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom hace que su regreso encaje como un guante en esta nueva aventura.
Porque si algo hemos aprendido en The Legend of Zelda es que cuando hay hadas y montones de rupias esperando a ser descubiertas, Tingle no anda demasiado lejos. Solo hay que levantar un poquito la vista.
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