Del "casimuertismo" a petarlo con Lost Ark: el espejismo del éxito de Amazon Games

Del "casimuertismo" a petarlo con Lost Ark: el espejismo del éxito de Amazon Games

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Lostark

Dicen que el dinero no puede comprar la felicidad, ni el amor, ni una amistad… Y desde su fundación hace ya más de 10 años, Amazon Games nos ha demostrado que el dinero infinito tampoco puede crear un buen juego. No por sí solo y tampoco en las manos equivocadas, al menos.

Pese a sus increíbles fichajes y un abultado bolsillo, Amazon Games sigue batallando por hacerse un hueco en la industria del videojuego más allá de Twitch. Un hito que, hoy por hoy, parece un poco más cerca con la llegada de un Lost Ark capaz de arrastrar más de medio millón de jugadores en Steam. Pero, ¿realmente es oro todo lo que reluce?

De fracaso en fracaso y tiro porque me toca

Pese a la prometedora imagen de ver cómo Lost Ark se convierte en uno de los juegos más jugados de Steam, o venir de los casi un millón de jugadores que alcanzó la anterior aventura de Amazon Games, New World, lo cierto es que esas cifras son sólo el espejismo de un oasis en el desierto de éxitos videojueguiles de la compañía de Bezos.

Desde su nacimiento en 2010, la división anteriormente conocida como Amazon Games Studios ha ido saltando de moda en moda a la espera de rebañar el fondo del plato en un menú que cambia más rápido de lo que sus estudios han demostrado poder correr.

Con una media de 500 millones de dólares gastados al año, del mercado de móviles y los juegos casual saltaron al del juego como servicio y el triple A. De perseguir la innovación se movieron a mirar qué juegos generaban más ingresos en el mercado de ese momento.

Tras los Minecraft y The Room, sus jefes querían un Rocket League, un LoL y un Fortnite. Proyectos que se fueron cancelando poco a poco, algunos incluso poco después de ser lanzados. Todo ello manteniendo como inamovibles las ideas iniciales del gestor de la división, llegase quien llegase y pensase lo que pensase.

Mike Frazzini, directivo surgido de la división de libros de Amazon, quería alcanzar el éxito en el mundo del videojuego de la misma forma que lo había hecho en su anterior puesto, pero el tiempo ha demostrado que hacerse un hueco en este sector no es fácil, ni siquiera con recursos infinitos.

Hartmann: la gran esperanza de Amazon Games

Amazon Games lleva publicada casi una veintena de juegos, pero gran parte del público a duras penas puede nombrar la mitad de ellos. En los cuatro últimos años ha puesto en circulación The Grand Tour Game, Crucible, New World y Lost Ark, el primero para consolas y el resto sólo para PC.

El primero pasó sin pena ni gloria pese a pertenecer a una de sus franquicias más famosas de Prime Video, el segundo duró apenas medio año en las tiendas antes de ser cancelado, y el tercero empieza a mostrar quejas entre los usuarios por culpa de signos de la falta de comunicación respecto al futuro del juego.

Tras el pistoletazo vivido en su lanzamiento, el número de usuarios ha empezado a descender, los servidores empiezan a fusionarse, y los jugadores están a medio camino de agotar su paciencia respecto a los arreglos y añadidos que se llevan demandando desde hace meses.

El juego necesita un endgame acorde al entusiasmo recibido, y ante la falta de músculo capaz de satisfacer las ansias, New World parece estar cada vez más cerca del pozo de la muerte por éxito. Un vistazo rápido a los comentarios de su última actualización es más que suficiente para comprobar el descontento actual.

En el caso del cuarto, el recientemente aclamado Lost Ark, los aplausos no son ni para Amazon ni para Frazzini, sino para el estudio coreano que lo lanzó en 2018 y para la decisión de Christoph Hartmann de traerlo a occidente con un éxito y contenido más que demostrado.

Lost Ark

Un camino largo, pero prometedor

Fichado a mediados de 2018, Hartmann, cofundador de 2K Games, es la gran esperanza de una división que había rechazado tajantemente la publicación de juegos ajenos hasta su llegada, y también el timón que parece estar llevando a Amazon Games hacia un futuro con algo más que juegos hechos a base de tablas de Excel.

En el horizonte ya no hay el querer ser la alternativa a éxitos ya más que afianzados, sino una IP nueva de la mano de ex Lionhead Studios y la esperanza de que el nuevo capitán, bajo la atenta mirada de Frazzini, siga evitando los suicidios comerciales que hasta ahora habían sido las decisiones de la compañía. Su filosofía, como mínimo, es esperanzadora.

"El tamaño no necesariamente te da calidad. Necesitas la experiencia, la cultura de seguir trabajando las cosas hasta que estén listas, y eso es algo que no se puede comprar. No importa si eres grande o pequeño, esto va de apostar por la gente adecuada y darles espacio para respirar para que han lo que mejor saben hacer".

Ojalá Amazon Games consiga encauzar su trayectoria y se convierta en el gran nombre propio que todos esperábamos que fuera. Puede que el éxito de Lost Ark, aunque alcanzado a base de espejismos, sea el pilar que necesita la compañía para entrar en racha.

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